Qué tal colegas, hoy quiero platicarles acerca de un suceso muy extraño que ya tiene algunos años que me sucedió y ayer me vino a la mente, muy claro, casi como si lo estuviera viviendo de nuevo. :llorar:
Sucede que hace unos 8 años, en la zona centro del estado de Veracruz, cuando era seguro salirse a acampar de improviso, me fui al monte a caminar por la noche, sólo llevaba mi casa de camapaña, lámpara, agua y a mi perro. Salí de la casa como una tarde cualquier, empezamos a caminar y todo era bastante normal, hasta que cayó la noche. Hice una pequeña fogata y pues como ya rascaba el toche, me lancé a ver que me encontraba por ahí de cenar, alguna fruta o algo, y a unos 200 metros de donde instalé mi pequeño campamento, quedé anonadado.
En medio del monte, con la población más cercana como a unos 5 kilómetros, en medio de la nada se escuchaba música, eran arpas o algún instrumento de cuerda. Me sorprendí porque se me hizo muy raro que alguien lleve instrumentos tan grandes al monte. Eso me llamó la atención y seguí el sonido.
Caminé unos 300 metros por lugares que nunca habia recorrido, y cuando ya casi llegaba, mi perro salió corriendo, no chilló, ni ladro, sólo salió corriendo, me saqué de onda, pero pues la música se escuchaba atrás de unas matas de café, cuando por fin llegué a la fuente de sonido, me sorprendí al ver ese espectáculo.
Un claro entre una finca de café, en la cima de un cerro más o menos elevado, habia unas piedras dispuestas en circulo, una antorcha enmedio, y alrededor, elevadas a metro y medio del suelo, aproximadamente, levitaban y daban vueltas a la antorcha, 4 pequeñas luces: una verde, una roja, una azul y una blanca. No sé ni supe qué eran, pues su cadencia era constante y cambiaban su movimiento. Me quedé allí contemplándolas cerca de 15 minutos mientras la música seguía, pero no podía observar cuál era la fuente de sonido, porque no habia instrumentos ni grabadoras.
Cuando se apagó la antorcha, fue lo que más miedo me dio, porque las pequeñas luces intensificaron su luz, y en segundo, estas rompieron su danza y salieron despedidas en diferentes direcciones, por fortuna ninguna en la que yo estaba.
Me quedé ahí un rato, y estupefacto regresé al campamento, fue algo difícil, porque todo el monte se veía enmarañado y denso, lo cuál no pasó cuando lo recorrí de ida, pero cerca de 40 minutos después di con mi fogata, allí estaba mi perro echado, con gesto de preocupación, y todo estaba intacto, parece que esas luces, o lo que fueran, no se dieron (o no se quisieron dar) cuenta de nuestra presencia.
Este es mi relato el día de hoy, disculpen si es largo o aburrido, pero pues fue algo que me impactó mucho y que recuerdo con mucho detalle, en aquel entonces no tenía celular ni cámara, y pues no tenía cómo plasmar ese momento, regresé a ese lugar un par de ocasiones más, y encontré las piedras y la antorcha apagada, pero no volví a ver las luces. :eolo:
Sucede que hace unos 8 años, en la zona centro del estado de Veracruz, cuando era seguro salirse a acampar de improviso, me fui al monte a caminar por la noche, sólo llevaba mi casa de camapaña, lámpara, agua y a mi perro. Salí de la casa como una tarde cualquier, empezamos a caminar y todo era bastante normal, hasta que cayó la noche. Hice una pequeña fogata y pues como ya rascaba el toche, me lancé a ver que me encontraba por ahí de cenar, alguna fruta o algo, y a unos 200 metros de donde instalé mi pequeño campamento, quedé anonadado.
En medio del monte, con la población más cercana como a unos 5 kilómetros, en medio de la nada se escuchaba música, eran arpas o algún instrumento de cuerda. Me sorprendí porque se me hizo muy raro que alguien lleve instrumentos tan grandes al monte. Eso me llamó la atención y seguí el sonido.
Caminé unos 300 metros por lugares que nunca habia recorrido, y cuando ya casi llegaba, mi perro salió corriendo, no chilló, ni ladro, sólo salió corriendo, me saqué de onda, pero pues la música se escuchaba atrás de unas matas de café, cuando por fin llegué a la fuente de sonido, me sorprendí al ver ese espectáculo.
Un claro entre una finca de café, en la cima de un cerro más o menos elevado, habia unas piedras dispuestas en circulo, una antorcha enmedio, y alrededor, elevadas a metro y medio del suelo, aproximadamente, levitaban y daban vueltas a la antorcha, 4 pequeñas luces: una verde, una roja, una azul y una blanca. No sé ni supe qué eran, pues su cadencia era constante y cambiaban su movimiento. Me quedé allí contemplándolas cerca de 15 minutos mientras la música seguía, pero no podía observar cuál era la fuente de sonido, porque no habia instrumentos ni grabadoras.
Cuando se apagó la antorcha, fue lo que más miedo me dio, porque las pequeñas luces intensificaron su luz, y en segundo, estas rompieron su danza y salieron despedidas en diferentes direcciones, por fortuna ninguna en la que yo estaba.
Me quedé ahí un rato, y estupefacto regresé al campamento, fue algo difícil, porque todo el monte se veía enmarañado y denso, lo cuál no pasó cuando lo recorrí de ida, pero cerca de 40 minutos después di con mi fogata, allí estaba mi perro echado, con gesto de preocupación, y todo estaba intacto, parece que esas luces, o lo que fueran, no se dieron (o no se quisieron dar) cuenta de nuestra presencia.
Este es mi relato el día de hoy, disculpen si es largo o aburrido, pero pues fue algo que me impactó mucho y que recuerdo con mucho detalle, en aquel entonces no tenía celular ni cámara, y pues no tenía cómo plasmar ese momento, regresé a ese lugar un par de ocasiones más, y encontré las piedras y la antorcha apagada, pero no volví a ver las luces. :eolo:
