No crean lo que dicen esos ateos buenos para nada: Dios controla este mundo; lo ha hecho desde el mismo momento en que lo creo. Tampoco crean lo que dicen esos fanáticos buenos para nada: Dios no se toma este mundo en serio. Para muestra un botón, o mejor dicho, unos botones de los diferentes controles que han manejado nuestro destino a lo largo de la historia:
Este es el primer control que tuvo Dios. Como podrán ver su mecanismo es burdo, una palanca de movimiento y un botón de acción. Aunque bueno, digamos que tampoco había mucha variedad para jugar:
Una vez que hubo más humanos Dios ideó un nuevo estilo de juego. En éste los personajes conseguían comida, mataban enemigos, se drogaban con hongos, pasaban niveles y tomaban mujeres sin ninguna razón aparente o fin justificado. Fueron buenos tiempos de sana diversión para el Todopoderoso:
Hasta que un día Dios, ávido de experimentar cosas nuevas, se le ocurrió mejorar las gráficas y añadir HISTORIA. El fracaso fue rotundo: los personajes siempre estaban confundidos, los niveles eran impasables, la pantalla se saturaba de diálogos soporíferos y no se entendía un carajo objetivos como "encontrar el mágico líquido negro” o “conquistar más territorios”. Aburrición que duró unos cientos de años:
Actualmente Dios ha retomado la sencillez del juego. Su control es minimalista, estilizado, ecológico, muy motherno. Su desarrollo promete años y años de entretenimiento a costa de nuestras peripecias:
Eso sí: cómo ha estado jodiendo últimamente su gusto con el “Sensor de Movimiento”.
Este es el primer control que tuvo Dios. Como podrán ver su mecanismo es burdo, una palanca de movimiento y un botón de acción. Aunque bueno, digamos que tampoco había mucha variedad para jugar:
Una vez que hubo más humanos Dios ideó un nuevo estilo de juego. En éste los personajes conseguían comida, mataban enemigos, se drogaban con hongos, pasaban niveles y tomaban mujeres sin ninguna razón aparente o fin justificado. Fueron buenos tiempos de sana diversión para el Todopoderoso:
Hasta que un día Dios, ávido de experimentar cosas nuevas, se le ocurrió mejorar las gráficas y añadir HISTORIA. El fracaso fue rotundo: los personajes siempre estaban confundidos, los niveles eran impasables, la pantalla se saturaba de diálogos soporíferos y no se entendía un carajo objetivos como "encontrar el mágico líquido negro” o “conquistar más territorios”. Aburrición que duró unos cientos de años:
Actualmente Dios ha retomado la sencillez del juego. Su control es minimalista, estilizado, ecológico, muy motherno. Su desarrollo promete años y años de entretenimiento a costa de nuestras peripecias:
Eso sí: cómo ha estado jodiendo últimamente su gusto con el “Sensor de Movimiento”.