Sin duda una de las historias más controvertidas anudada a la misteriosa Xtabay es la de los aluxes, que según cuentan los ancianos, son los espíritus de los niños mayas muertos durante la conquista.
Pero la historia de los aluxes es más antigua. Se remota a la época prehispánica, pues los antiguos mayas ya contaban esas historias a sus hijos. El verdadero sentido de los aluxes es tan simple como la mayoría de las leyendas prehispánicas. Los viejos centros ceremoniales mayas eran construidos de tal forma que se podía hablar desde el Templo Mayor y escuchar las voces hasta el extremo opuesto del patio principal. Esto puede comprobarce en ciudades como Edzná donde el eco de las voces se puede escuchar por toda la Acrópolis. A esto se debe la creencia de los aluxes, pues los mayas creían que las voces de los espíritus ayudaban a hablar a los gobernantes. En realidad lo que oían era el eco, pero al no encontrar una explicación científica para ello, suponían que los espíritus de los niños traviesos eran los que hablaban.
En algunos poblados de la región de los Chenes (municipios de Tenabo, Hopelchén y parte de Calakmul) se realizan ceremonias inundadas de misticismo prehispánico. Estas ceremonias son llamadas Han-Li-Cool, que en maya significa "comida de milpa" y son realizadas a finales del mes de octubre y principios de noviembre como parte de las celebraciones del Día de Muertos. Consisten en una serie de rituales dirigidos por los Chamanes donde originariamente se realizaban ofrendas de las primeras cosechas a los Aluxes del campo, en espera de beneficios y buenos augurios. Aunque el sentido de los rituales sin duda ha cambiado por el auge del cristianismo en la región, todavía se efectuan éstos rituales para dar gracias por los favores obtenidos en las primeras cosechas.
Antaño se pensaba que el ofrecer los primeros frutos a los dioses a través de los Aluxes a quienes se debía consentir con frutas y atole de maíz, era una forma de garantizar cosechas abundantes y frutos de calidad. De hecho, en Campeche el sentido de las festividades del Día de Muertos inicia desde el 1º de noviembre y hasta bien entrado el 2 del mismo mes. Entre los pobladores y los mayas, el día 1º del mes se debe dar gracias por los favores recibidos durante el año y saludar a los "Pixanes" o "Aluxes del niño", es decir, es una festividad donde se recuerda a los niños fallecidos (que sin duda es un ritual de raíces indígenas como ya se mencionó). Los indígenas prehispánicos celebraban con ánimo el Han-Li-Cool y realizaban sus ofrenda a los Aluxes.
Durante la Colonia, los indígenas cambiaron el sentido de ésta fiesta y recordaban con duelo en el Día de Todos los Santos a los niños fallecidos durante las guerras de conquista. Actulamente se ha cambiado el sentido de éste ritual y se recuerda a los pequeños indefensos y muertos en cualquier accidente o por enfermedad, pero no podemos olvidar el significado original de éstas festividades que se basa en las innumerables leyendas de los Aluxes.
Pero la historia de los aluxes es más antigua. Se remota a la época prehispánica, pues los antiguos mayas ya contaban esas historias a sus hijos. El verdadero sentido de los aluxes es tan simple como la mayoría de las leyendas prehispánicas. Los viejos centros ceremoniales mayas eran construidos de tal forma que se podía hablar desde el Templo Mayor y escuchar las voces hasta el extremo opuesto del patio principal. Esto puede comprobarce en ciudades como Edzná donde el eco de las voces se puede escuchar por toda la Acrópolis. A esto se debe la creencia de los aluxes, pues los mayas creían que las voces de los espíritus ayudaban a hablar a los gobernantes. En realidad lo que oían era el eco, pero al no encontrar una explicación científica para ello, suponían que los espíritus de los niños traviesos eran los que hablaban.
En algunos poblados de la región de los Chenes (municipios de Tenabo, Hopelchén y parte de Calakmul) se realizan ceremonias inundadas de misticismo prehispánico. Estas ceremonias son llamadas Han-Li-Cool, que en maya significa "comida de milpa" y son realizadas a finales del mes de octubre y principios de noviembre como parte de las celebraciones del Día de Muertos. Consisten en una serie de rituales dirigidos por los Chamanes donde originariamente se realizaban ofrendas de las primeras cosechas a los Aluxes del campo, en espera de beneficios y buenos augurios. Aunque el sentido de los rituales sin duda ha cambiado por el auge del cristianismo en la región, todavía se efectuan éstos rituales para dar gracias por los favores obtenidos en las primeras cosechas.
Antaño se pensaba que el ofrecer los primeros frutos a los dioses a través de los Aluxes a quienes se debía consentir con frutas y atole de maíz, era una forma de garantizar cosechas abundantes y frutos de calidad. De hecho, en Campeche el sentido de las festividades del Día de Muertos inicia desde el 1º de noviembre y hasta bien entrado el 2 del mismo mes. Entre los pobladores y los mayas, el día 1º del mes se debe dar gracias por los favores recibidos durante el año y saludar a los "Pixanes" o "Aluxes del niño", es decir, es una festividad donde se recuerda a los niños fallecidos (que sin duda es un ritual de raíces indígenas como ya se mencionó). Los indígenas prehispánicos celebraban con ánimo el Han-Li-Cool y realizaban sus ofrenda a los Aluxes.
Durante la Colonia, los indígenas cambiaron el sentido de ésta fiesta y recordaban con duelo en el Día de Todos los Santos a los niños fallecidos durante las guerras de conquista. Actulamente se ha cambiado el sentido de éste ritual y se recuerda a los pequeños indefensos y muertos en cualquier accidente o por enfermedad, pero no podemos olvidar el significado original de éstas festividades que se basa en las innumerables leyendas de los Aluxes.