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1. Peyote: el misterio nacional
Desde que el antropólogo, y posterior brujo, Carlos Castaneda publicó Las enseñanzas de don Juan, los conceptos chamán y méxicano se hicieron sinónimos. Castaneda explicaba en sus libros que gracias al peyote -un captus alucinógeno local- y a la pericia del indio yaki don Juan Matus, su percepción de la realidad se alteró iniciáticamente para siempre. A partir de ese instante, viajaron hasta México curiosos y estudiosos en busca del peyote.
Algunos de aquellos "viajeros de la conciencia" tuvieron la fortuna de encontrarse en su camino con autoridades en la materia como la bruja Maria Sabina, la sabia de los alucinógenos de Huautla. Este enclave se trata de una comunidad en la sierra mazateca del estado de Oaxaca donde María Sabina trabajaba con los hongos alucinógenos y con el peyote, para producir estados alterados de conciencia.
Actualmente el Instituto Nacional Indigenista de Huautla -tras comprar un terreno de 120 metros cuadrados muy cerca de la casa donde vivió María Sabina-, prepara la construcción de un museo dedicado la peyote, a los hongos alucinógenos y al chamanismo mexica.
Poco antes de fallecer, el 22 de noviembre de 1985, María Sabina advirtió que los nuevos sistemas de cultivo, la contaminación y otros factores mermarían la existencia del peyote y los hongos alucinógenos en los sembrados mexicanos, y también que muchos charlatanes intentarían aprovecharse de la fama del peyote para estafar a los turistas. Y así fue. Sin embargo, en algunos lugares todavía se desarrollan rituales ancestrales, normalmente limitados a los mexicas nativos, donde el peyote es el elemento mágico principal.
Recientemente tuvimos la oportunidad de participar en una toma ritual de peyote con chamanes mexicanos, durante el transcurso de un "temascal de guerreros" (un ancestral ritual del fuego precolombino). Y a pesar de la extrema dureza física de la experiencia, también fuimos protagonistas del extraordinario viaje psíquico que genera el "venado azul" (peyote) en el espíritu de quienes lo ingieren ritualísticamente. Todavía hoy, en las entrañas de algunos bosques mexicanos.
Pero el viajero deberá ser prudente y aprender a discernir entre los oportunistas que le aborden para venderle "rituales iniciáticos" por un puñado de dólares, y los verdaderos chamanes que conciben el peyote como un compañero espiritual con el que no se puede comerciar.
2. La Llorona o la "Santa Compaña" mexicana
"Consumada la conquista -dicen los cronistas de Indias- y poco más o menos pasada la media noche, principalmente cuando había Luna, los habitantes de la gran ciudad de México despertaban espantados al oír, en la calle, tristes gemidos lanzados por una mujer que afligía sin duda, honda pena moral o tremendo dolor físico. Las primeras noches , los vecinos contentábanse con persignarse o santiguarse, al oír aquellos lúgubres gemidos que eran -según ellos- de ánima del otro mundo; pero fueron tantos y repetidos y se prolongaron por tanto tiempo, que algunos osados y despreocupados, quisieron cercionarse con sus propios ojos de qué era aquello; y primero desde las puertas entornadas, de las ventanas o balcones, y enseguida atreviéndose a salir por las calles, lograron ver a la que, en silencio de las oscuras noches o en aquellas en que la luz pálida y transparente de la Luna caía como un manto vaporoso sobre las altas torres, los techos y tejados en las calles, lanzaba agudos y tristísimos gemidos."
Este es el inicio de una leyenda que se prolonga desde la conquista de México hasta nuestros días. La Llorona es un ser espectral al estilo de la española Santa Compaña que vaga por los caminos de todo el paíz azteca, dejándose ver por algunos vivos que tienen la fortuna o desgracia de presenciar tan insólita aparición... La presencia de la Llorona ha contribuido enormemente en la particular concepción que los mexicanos tienen de la muerte.
3. El Valle de las Luminarias
Lo que hoy es Santiago, era conocido como Camémbaro, que significa "país de las siete luminarias". Como explica J.J. Benítez en Mis enigmas favoritos, el nombre Camémbaro se debe a los 7 volcanes extinguidos (en realidad 13, aunque sólo 7 importantes) que se alzan en un margen de 7 kilómetros cuadrados. En torno a estos volcanes, las "siete luminarias", existen todo tipo de misterios. Ya los cronistas de Indias mencionaron leyendas como la de Chan, un mostruo que supuestamente viviría en una de las luminarias, la Alberca, que como las demás ha sustituido la incandescente lava por lagos de aguas profundas. En otro, el Yuriría, según la tradición, poco antes de un terremoto cambia el color de las aguas.
Benítez recoge en su libro testimonios directos de la aparición de Chan, como el de Guillermo García Aguilar, Jose Manuel García Rivera, etc., que nada tienen que envidiar a los relatos sobre el mostruo del lago Ness. Pero tal vez, uno de los enigmas más extraordinarios del Valle de las Luminarias es el que acaparó la atención internacional hace veinte años. En dichas fechas varios campesinos del valle, como Oscar Arredondo o José Carmen García, asombraron a la opinión pública con unos frutos y legumbres de colosales dimensiones. Matas de apio de un metro de altura, hojas de acelga de 1,85 metros, cebollas de 15 kl., y otros prodigiosos vegetales que anonadaron a propios y extraños. No obstante, la presión de la multinacionales hizó que los campesinos del Valle de la Luminarias desapareciesen de los medios de comunicación, dejando de producir aquellos extraordinarios vegetales.
Ante la curiosidad de investigadores como Benítez, algunas voces sugirieron que se trataba de conocimientos legados de seres "no humanos", y relacionados con los ciclos de la astrología aplicados a la agricultura.
Pese a todo, es imposible concluir esta breve referencia al Valle de las Luminarias sin citar el enigma por excelencia, apuntado ya por Ignacio Ramírez en su libro El Nigromante. Y es que lo más curioso es que los siete volcanes que conforman esta región, vistos desde el aire, resultan ser una réplica exacta de las siete estrellas de la Osa Mayor... ¿Cómo puede existir una réplica exacta en el suelo mexicano de la constelación de El Carro? ¿Una casualidad?
4. Volcanes: señales en el cielo y en la tierra
Los volcanes han supuesto siempre un punto de inflexión en la mitología mexica. En algunos se realizaban sacrificios humanos; otros eran considerados una puerta incandescente al infierno, cuando no el hogar de los dioses del abismo. Pero de entre todos los volcanes mexicanos dos resultan especialmente importantes: el Ixta y su "pareja" el Popo o Popocatepetl.
Ya Sahagún, en su Historia General de las cosas de la Nueva España (tomo II, pag. 479 y ss.) se refiere a ellos. En tiempos de la Conquista los aztecas contaban una romántica historia sobre el origen de estos volcanes: el rey azteca tenía una única hija, Ixta, que se desposaría con el mejor de sus guerreros, que resultó ser Popo, quien en plena batalla contra una tribu enemiga de los aztecas fue víctima de una conspiración. Los adversarios hicieron correr el rumor de que Popo había muerto en el combate, e Ixta, llevada por la desesperación, decide suicidarse. Cuando Popo recibe la noticia también muere de amor. Los dioses, apenados por la injusticia, decidieron convertir las pirámides funerarias en dos volcanes, uno frente al otro. Leyendas nativas aparte, está documentado que desde antes de la Conquista se celebraban rituales de sacrificios humanos en ambos volcanes que eran considerados morada de dioses por los antiguos mexicas. Curiosamente, en los últimos cinco años tanto el Ixta, como el Popocatepetl, han sido objeto de numerosas presencias OVNI. Tanto los observatorios sismológicos, que vigilan cada sacudida de los volcanes, como los habitantes de los pueblos cercanos a los mismos, afirman escuchas sonidos extraños provenientes del interior, y observar misteriosas luces sobrevolando los cráteres.
5. Mayas: ayer y mañana de un enigma
El 11 de agosto del 2012 regresarán los dioses... Esto es al menos lo que aseguran los especialistas que han interpretado los grabados de ciertas estelas mayas conservadas en Guatemala y México. Esta profecía es el ariete de los nacionalistas aztecas que intentan relanzar la cultura, el idioma, y las tradiciones arrebatadas por los españoles tras la conquista de México. Sin embargo, ni si quiera los descendientes de aquellos mayas tienen claro cual fue su origen y por qué desapareció su pueblo. Los emplazamientos mayas en la selva del Petén, con Palenque a la cabeza, al igual que los enclaves arqueológicos aztecas del norte y centro del país, todavía encierran muchos misterios. Las construcciones piramidales de Teotihuacán, por ejemplo, poco tienen que envidiar a los recintos funerarios egipcios. Es más, todavía se continúan realizando rituales mágicos en la actualidad.
Chamanes como Ricardo "Gorila" Cervantes nos permitieron asistir a ceremonias heredades de los mayas en los templos subterráneos de algunas tumbas y pirámides. Quien desee asistir a estos rituales debe pasar pruebas mediante las cuales el sacerdote evaluará si es oportuno que el profano acceda a ellos.
México, capital internacional de OVNIs
En México existe una gran cultura ufológica. Procedentes de este país nos han llegado los casos como el de Las Lomas o los OVNIs del Popocatepetl, que se han convertido ya en clásicos para toda la ufología internacional. Y por ello también los mexicanos, sin duda poseedores de un alto grado de "cultura ufológica" han sido los primeros en tener conocimiento de casos tan controvertidos como el de Jonathan Reed, que se han hecho ya un lugar en los clásicos más polémicos de la ufología internacional, junto a otros affaires como Roswell, Meier, Adanski o UMMO.
En la actualidad, los relatos ancestrales sobre los dioses blancos, la serpiente emplumada, los carros voladores de los dioses, e incluso algunas representaciones arqueológicas realmente sugerentes de dichos "carros voladores", son revisados desde la óptica de la ufología, lo que abre un sinfín de posibilidades a la imaginación.
7. Guadalupe, los ojos de un misterio
La inminente canonización del indio Juan Diego, protagonista de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, ha vuelto a generar una encendida polémica en la opinión pública mexicana en torno a los milagros atribuidos a dicha aparición. Según el magistrado católico, la intervención del indígena Juan Diego, beatificado el 6 de mayo de 1990 por Juan Pablo II, habría salvado la vida de un joven de 19 años que había intentado suicidarse en el Distrito Federal. Pero ésta no fue la única noticia "milagrosa" relacionada con Guadalupe que el pasado año llegó a la prensa internacional. La tecnología digital también arrojó nuevas claves para la comprensión de uno de los fenómenos más sorprendentes de la milagrería mexicana: el misterio de los ojos de la Virgen de Guadalupe. Según declaraba a Más Allá el ingeniero José Aste Tönsmann, en el 2001 viajó al Vaticano para presentar el fruto de sus últimas reflexiones y estudios, sobre este asunto ante la Santa Sede. El reflejo transmitido por los ojos de la Virgen es la escena en la que Juan Diego mostraba al obispo fray Juan de Zumárraga y a los presentes el manto con la misteriosa imagen, el 9 de diciembre de 1931. La técnica que ha utilizado este ingeniero para sus últimos estudios es la del procedimiento digital de imágenes usado por los satélites y por las sondas espaciales para transmitir informaciones visivas, y que a la postre confirman el resultado de los análisis ópticos anteriores.
En la presentación de sus conclusiones ante el Vaticano, el ingeniero se aventura a ofrecer por qué considera que en los ojos de la Virgen han un mensaje "escondido" para nuestro tiempo, cuando la tecnología es apta para descubrirlo, y cuando dicho mensaje es más necesario. "Este puede ser el caso de la imagen de la familia en el centro del ojo de la Virgen, en una época en que la familia está bajo un serio ataque en nuestro mundo moderno". Un mensaje además -opina Tössmann- profundamente antirracista, pues varias etnias se encuentran reflejadas.
Por otra parte, la posición de las estrellas que decoran el manto de la Virgen, además, era la situación exacta de las constelaciones visibles enel cielo de la aparición ante Juan Diego... ¿alguien puede imaginar más enigmas en un mismo caso
:eolo:
Desde que el antropólogo, y posterior brujo, Carlos Castaneda publicó Las enseñanzas de don Juan, los conceptos chamán y méxicano se hicieron sinónimos. Castaneda explicaba en sus libros que gracias al peyote -un captus alucinógeno local- y a la pericia del indio yaki don Juan Matus, su percepción de la realidad se alteró iniciáticamente para siempre. A partir de ese instante, viajaron hasta México curiosos y estudiosos en busca del peyote.
Algunos de aquellos "viajeros de la conciencia" tuvieron la fortuna de encontrarse en su camino con autoridades en la materia como la bruja Maria Sabina, la sabia de los alucinógenos de Huautla. Este enclave se trata de una comunidad en la sierra mazateca del estado de Oaxaca donde María Sabina trabajaba con los hongos alucinógenos y con el peyote, para producir estados alterados de conciencia.
Actualmente el Instituto Nacional Indigenista de Huautla -tras comprar un terreno de 120 metros cuadrados muy cerca de la casa donde vivió María Sabina-, prepara la construcción de un museo dedicado la peyote, a los hongos alucinógenos y al chamanismo mexica.
Poco antes de fallecer, el 22 de noviembre de 1985, María Sabina advirtió que los nuevos sistemas de cultivo, la contaminación y otros factores mermarían la existencia del peyote y los hongos alucinógenos en los sembrados mexicanos, y también que muchos charlatanes intentarían aprovecharse de la fama del peyote para estafar a los turistas. Y así fue. Sin embargo, en algunos lugares todavía se desarrollan rituales ancestrales, normalmente limitados a los mexicas nativos, donde el peyote es el elemento mágico principal.
Recientemente tuvimos la oportunidad de participar en una toma ritual de peyote con chamanes mexicanos, durante el transcurso de un "temascal de guerreros" (un ancestral ritual del fuego precolombino). Y a pesar de la extrema dureza física de la experiencia, también fuimos protagonistas del extraordinario viaje psíquico que genera el "venado azul" (peyote) en el espíritu de quienes lo ingieren ritualísticamente. Todavía hoy, en las entrañas de algunos bosques mexicanos.
Pero el viajero deberá ser prudente y aprender a discernir entre los oportunistas que le aborden para venderle "rituales iniciáticos" por un puñado de dólares, y los verdaderos chamanes que conciben el peyote como un compañero espiritual con el que no se puede comerciar.
2. La Llorona o la "Santa Compaña" mexicana
"Consumada la conquista -dicen los cronistas de Indias- y poco más o menos pasada la media noche, principalmente cuando había Luna, los habitantes de la gran ciudad de México despertaban espantados al oír, en la calle, tristes gemidos lanzados por una mujer que afligía sin duda, honda pena moral o tremendo dolor físico. Las primeras noches , los vecinos contentábanse con persignarse o santiguarse, al oír aquellos lúgubres gemidos que eran -según ellos- de ánima del otro mundo; pero fueron tantos y repetidos y se prolongaron por tanto tiempo, que algunos osados y despreocupados, quisieron cercionarse con sus propios ojos de qué era aquello; y primero desde las puertas entornadas, de las ventanas o balcones, y enseguida atreviéndose a salir por las calles, lograron ver a la que, en silencio de las oscuras noches o en aquellas en que la luz pálida y transparente de la Luna caía como un manto vaporoso sobre las altas torres, los techos y tejados en las calles, lanzaba agudos y tristísimos gemidos."
Este es el inicio de una leyenda que se prolonga desde la conquista de México hasta nuestros días. La Llorona es un ser espectral al estilo de la española Santa Compaña que vaga por los caminos de todo el paíz azteca, dejándose ver por algunos vivos que tienen la fortuna o desgracia de presenciar tan insólita aparición... La presencia de la Llorona ha contribuido enormemente en la particular concepción que los mexicanos tienen de la muerte.
3. El Valle de las Luminarias
Lo que hoy es Santiago, era conocido como Camémbaro, que significa "país de las siete luminarias". Como explica J.J. Benítez en Mis enigmas favoritos, el nombre Camémbaro se debe a los 7 volcanes extinguidos (en realidad 13, aunque sólo 7 importantes) que se alzan en un margen de 7 kilómetros cuadrados. En torno a estos volcanes, las "siete luminarias", existen todo tipo de misterios. Ya los cronistas de Indias mencionaron leyendas como la de Chan, un mostruo que supuestamente viviría en una de las luminarias, la Alberca, que como las demás ha sustituido la incandescente lava por lagos de aguas profundas. En otro, el Yuriría, según la tradición, poco antes de un terremoto cambia el color de las aguas.
Benítez recoge en su libro testimonios directos de la aparición de Chan, como el de Guillermo García Aguilar, Jose Manuel García Rivera, etc., que nada tienen que envidiar a los relatos sobre el mostruo del lago Ness. Pero tal vez, uno de los enigmas más extraordinarios del Valle de las Luminarias es el que acaparó la atención internacional hace veinte años. En dichas fechas varios campesinos del valle, como Oscar Arredondo o José Carmen García, asombraron a la opinión pública con unos frutos y legumbres de colosales dimensiones. Matas de apio de un metro de altura, hojas de acelga de 1,85 metros, cebollas de 15 kl., y otros prodigiosos vegetales que anonadaron a propios y extraños. No obstante, la presión de la multinacionales hizó que los campesinos del Valle de la Luminarias desapareciesen de los medios de comunicación, dejando de producir aquellos extraordinarios vegetales.
Ante la curiosidad de investigadores como Benítez, algunas voces sugirieron que se trataba de conocimientos legados de seres "no humanos", y relacionados con los ciclos de la astrología aplicados a la agricultura.
Pese a todo, es imposible concluir esta breve referencia al Valle de las Luminarias sin citar el enigma por excelencia, apuntado ya por Ignacio Ramírez en su libro El Nigromante. Y es que lo más curioso es que los siete volcanes que conforman esta región, vistos desde el aire, resultan ser una réplica exacta de las siete estrellas de la Osa Mayor... ¿Cómo puede existir una réplica exacta en el suelo mexicano de la constelación de El Carro? ¿Una casualidad?
4. Volcanes: señales en el cielo y en la tierra
Los volcanes han supuesto siempre un punto de inflexión en la mitología mexica. En algunos se realizaban sacrificios humanos; otros eran considerados una puerta incandescente al infierno, cuando no el hogar de los dioses del abismo. Pero de entre todos los volcanes mexicanos dos resultan especialmente importantes: el Ixta y su "pareja" el Popo o Popocatepetl.
Ya Sahagún, en su Historia General de las cosas de la Nueva España (tomo II, pag. 479 y ss.) se refiere a ellos. En tiempos de la Conquista los aztecas contaban una romántica historia sobre el origen de estos volcanes: el rey azteca tenía una única hija, Ixta, que se desposaría con el mejor de sus guerreros, que resultó ser Popo, quien en plena batalla contra una tribu enemiga de los aztecas fue víctima de una conspiración. Los adversarios hicieron correr el rumor de que Popo había muerto en el combate, e Ixta, llevada por la desesperación, decide suicidarse. Cuando Popo recibe la noticia también muere de amor. Los dioses, apenados por la injusticia, decidieron convertir las pirámides funerarias en dos volcanes, uno frente al otro. Leyendas nativas aparte, está documentado que desde antes de la Conquista se celebraban rituales de sacrificios humanos en ambos volcanes que eran considerados morada de dioses por los antiguos mexicas. Curiosamente, en los últimos cinco años tanto el Ixta, como el Popocatepetl, han sido objeto de numerosas presencias OVNI. Tanto los observatorios sismológicos, que vigilan cada sacudida de los volcanes, como los habitantes de los pueblos cercanos a los mismos, afirman escuchas sonidos extraños provenientes del interior, y observar misteriosas luces sobrevolando los cráteres.
5. Mayas: ayer y mañana de un enigma
El 11 de agosto del 2012 regresarán los dioses... Esto es al menos lo que aseguran los especialistas que han interpretado los grabados de ciertas estelas mayas conservadas en Guatemala y México. Esta profecía es el ariete de los nacionalistas aztecas que intentan relanzar la cultura, el idioma, y las tradiciones arrebatadas por los españoles tras la conquista de México. Sin embargo, ni si quiera los descendientes de aquellos mayas tienen claro cual fue su origen y por qué desapareció su pueblo. Los emplazamientos mayas en la selva del Petén, con Palenque a la cabeza, al igual que los enclaves arqueológicos aztecas del norte y centro del país, todavía encierran muchos misterios. Las construcciones piramidales de Teotihuacán, por ejemplo, poco tienen que envidiar a los recintos funerarios egipcios. Es más, todavía se continúan realizando rituales mágicos en la actualidad.
Chamanes como Ricardo "Gorila" Cervantes nos permitieron asistir a ceremonias heredades de los mayas en los templos subterráneos de algunas tumbas y pirámides. Quien desee asistir a estos rituales debe pasar pruebas mediante las cuales el sacerdote evaluará si es oportuno que el profano acceda a ellos.
México, capital internacional de OVNIs
En México existe una gran cultura ufológica. Procedentes de este país nos han llegado los casos como el de Las Lomas o los OVNIs del Popocatepetl, que se han convertido ya en clásicos para toda la ufología internacional. Y por ello también los mexicanos, sin duda poseedores de un alto grado de "cultura ufológica" han sido los primeros en tener conocimiento de casos tan controvertidos como el de Jonathan Reed, que se han hecho ya un lugar en los clásicos más polémicos de la ufología internacional, junto a otros affaires como Roswell, Meier, Adanski o UMMO.
En la actualidad, los relatos ancestrales sobre los dioses blancos, la serpiente emplumada, los carros voladores de los dioses, e incluso algunas representaciones arqueológicas realmente sugerentes de dichos "carros voladores", son revisados desde la óptica de la ufología, lo que abre un sinfín de posibilidades a la imaginación.
7. Guadalupe, los ojos de un misterio
La inminente canonización del indio Juan Diego, protagonista de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, ha vuelto a generar una encendida polémica en la opinión pública mexicana en torno a los milagros atribuidos a dicha aparición. Según el magistrado católico, la intervención del indígena Juan Diego, beatificado el 6 de mayo de 1990 por Juan Pablo II, habría salvado la vida de un joven de 19 años que había intentado suicidarse en el Distrito Federal. Pero ésta no fue la única noticia "milagrosa" relacionada con Guadalupe que el pasado año llegó a la prensa internacional. La tecnología digital también arrojó nuevas claves para la comprensión de uno de los fenómenos más sorprendentes de la milagrería mexicana: el misterio de los ojos de la Virgen de Guadalupe. Según declaraba a Más Allá el ingeniero José Aste Tönsmann, en el 2001 viajó al Vaticano para presentar el fruto de sus últimas reflexiones y estudios, sobre este asunto ante la Santa Sede. El reflejo transmitido por los ojos de la Virgen es la escena en la que Juan Diego mostraba al obispo fray Juan de Zumárraga y a los presentes el manto con la misteriosa imagen, el 9 de diciembre de 1931. La técnica que ha utilizado este ingeniero para sus últimos estudios es la del procedimiento digital de imágenes usado por los satélites y por las sondas espaciales para transmitir informaciones visivas, y que a la postre confirman el resultado de los análisis ópticos anteriores.
En la presentación de sus conclusiones ante el Vaticano, el ingeniero se aventura a ofrecer por qué considera que en los ojos de la Virgen han un mensaje "escondido" para nuestro tiempo, cuando la tecnología es apta para descubrirlo, y cuando dicho mensaje es más necesario. "Este puede ser el caso de la imagen de la familia en el centro del ojo de la Virgen, en una época en que la familia está bajo un serio ataque en nuestro mundo moderno". Un mensaje además -opina Tössmann- profundamente antirracista, pues varias etnias se encuentran reflejadas.
Por otra parte, la posición de las estrellas que decoran el manto de la Virgen, además, era la situación exacta de las constelaciones visibles enel cielo de la aparición ante Juan Diego... ¿alguien puede imaginar más enigmas en un mismo caso
:eolo: