LAS RECEPCIONISTAS

VISITA

Bovino de la familia
#1
Un amigo que se quejaba amargamente del trato vergonzante de las recepcionistas en los consultorios médicos me relató la siguiente situación:

Teniendo un problema preocupante de salud, fui al consultorio médico y con timidez me acerqué a la recepcionista:
-¡Buenos días señorita!
-Buenos días señor ¿Cuál es la razón de su consulta con el doctor?
-Tengo un problema con mi pene.
Como algunos de los presentes se rieron , la recepcionista se irritó y me dijo: -Perdón Sr pero usted no debería decir cosas como esas delante de la gente.
-¿Por qué no? ...usted me preguntó qué me pasaba y se lo dije.
La recepcionista sonrojada me contestó: -Podría haber sido más disimulado y decir por ejemplo que tenía irritado el oído; y luego discutir su problema con el Dr. en privado.
-¡Y usted no debería hacer preguntas delante de extraños! -le repliqué indignado.
Pero entonces decidí salir de la sala de espera y volver a entrar.
-¡Buenos días señorita!
La recepcionista socarronamente me preguntó: -Sí Sr... ¿Qué lo trae por acá?
-Tengo problemas con mi oído.
Ella asintió sonriente porque había seguido su consejo, pero no pudiendo con su genio volvió a preguntarme: -¿Y qué le sucede a su oído señor?
-¡ME ARDE AL MEAR!
 
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