Las esclavas sexuales de Gadafi

Alej17

Bovino de la familia
#1
Las esclavas sexuales de Gadafi

Violaciones, sadismo y horror eran el destino de las mujeres que caían en las garras del tirano asesinado. Un libro revela sus peores perversidades.



"No lo olvidaré nunca. Profanaba mi cuerpo, pero en realidad destrozó mi alma". Las palabras son lo único que le queda a Soraya. A los 14 años su vida dio un vuelco. No volvió a ir al colegio, no volvió a ver a su familia, no volvió a tener un amigo. Tuvo la desgracia de ser joven, esbelta y bella y de cruzarse con el dictador Muammar Gadafi. Durante cinco interminables años fue su esclava sexual, prisionera de las perversiones y de la voracidad del arrogante beduino. Su tragedia, la de cientos de mujeres libias sometidas, aplastadas y violadas en serie por el tirano, forma parte del libro Las presas: en el harén de Gadafi, que acaba de publicar la periodista francesa Annick Cojean, del diario Le Monde.


Se trata de una compilación de las bestiales inclinaciones sexuales del déspota. Unos días después de la muerte de Gadafi, en agosto del año pasado, Cojean trató de buscar historias de mujeres rebeldes que habían combatido contra la dictadura. Pero se encontró con algo mucho peor, la historia de Soraya. Su testimonio está marcado por el asco: "Gadafi estaba desnudo sobre su cama. ¡Qué horror! Me tapé los ojos y retrocedí. Me tomó de la mano y me obligó a sentarme a su lado. No me atrevía a mirarlo. «¡Voltéate, puta!». No sabía qué significaba, pero presentía que era una palabra horrible, vulgar, para nombrar a una mujer despreciable. No me moví. Intentó voltearme hacia él. Resistí. Me jaló del brazo, del hombro. Mi cuerpo estaba tenso. Entonces me obligó a mover la cabeza jalándome del cabello. 'No tengas miedo. Yo soy tu papá, así es que me llamas ¿no? Pero también soy tu hermano y tu amante. Voy a ser todo eso para ti. Porque vas a quedarte a vivir conmigo para siempre'".


Llamadas las amazonas, estaban entrenadas para defender al líder y nunca lo dejaban solo.

Y durante los siguientes cinco años Soraya, en efecto, vivió en los sótanos de Bab al-Azizia, el complejo de Gadafi. Como ella, el coronel mantenía cientos de jóvenes confinadas en las bóvedas de su residencia donde las obligaban a fumar, a beber, a ver pornografía y a drogarse. El harén de Gadafi se renovaba constantemente. Según Cojean, el dictador enviaba a sus hombres a 'cazar' a las niñas en los colegios, las peluquerías, en las fiestas y matrimonios. A algunas, como Soraya, las escogía personalmente. Bastaba con que les pusiera la mano sobre la cabeza para que sus escoltas entendieran que estaba diciendo "la quiero".

La revista Paris Match investigó las acusaciones de Cojean y entrevistó a una jefe rebelde a la que llama Dina. "Necesitaba cuatro jóvenes diarias, de preferencia vírgenes", cuenta la mujer, quien también aseguró que Gadafi exigía que se le filmara porque quería que sus guardias lo vieran violando a niñas y niños:"Encontramos casetes que sobrepasan la imaginación". Una de ellas cuenta que después de forzarla "(Gadafi) se incorporó y tomó una pequeña servilleta roja, la pasó entre mis muslos y desapareció al baño. Yo entendería mucho más tarde que esa sangre le era preciada para una ceremonia de magia negra".

Algunos testimonios recopilados por Cojean rayan en lo increíble pero la autora, respaldada por una exitosa carrera periodística, asegura que fue rigurosa. En una entrevista con Paris Match, Cojean explica que si bien dudó de la veracidad de las historias de la joven, sabía que en los países musulmanes aceptar una violación es casi como una sentencia de muerte, pues muchos no las consideran víctimas sino culpables de su desgracia. Soraya, de hecho, vive escondida de su propia familia porque teme que sus hermanos la maten para 'salvar su honor'. Y varias de las esclavas de Gadafi son ahora repudiadas por la sociedad. Sin poder volver a su antigua vida, no les queda otra opción que prostituirse.

Un arma de guerra

Para Gadafi, la violación fue una política de Estado y un arma de guerra: "Gobernaba por el sexo. Humillaba por el sexo", ha dicho Cojean. Según los testimonios, desde que comenzó la revolución el líder distribuyó Viagra entre sus soldados y los alentó a abusar de las mujeres de los rebeldes. Al parecer las agresiones eran grabadas y enviadas a los insurgentes como amenazas. A la caída del dictador se hallaron miles de archivos de este tipo. La revista Paris Match recuenta una escena espeluznante encontrada en uno de ellos:

"El soldado debe medir 1,90 y pesar unos 100 kilos. Se ensaña, el pantalón abajo, sobre un cuerpo minúsculo que ya no se mueve. La pequeña parece muerta. Continúa hundiéndose en ella con una brutalidad que ni si quiera se ve en las películas porno. Debe estar muerta. Él y sus camaradas la rompen desde hace tres días. Ha sangrado tanto, ha sido tan golpeada y sacudida...De pronto, él parece darse cuenta que se está ensañando con un cadáver: 'Está muerta'. Cerca suyo, un jefe libio lo tranquiliza: 'Termina, no te preocupes...'".


Cuando cayó el coronel, muchas de ellas dijeron que habían sido violadas y forzadas a trabajar para él.

Es difícil creer que Gadafi logró ocultar sus perversiones sexuales durante cuarenta años de dictadura. Según los testimonios recopilados por Cojean, mucha gente sabía de los gustos del coronel, desde su familia hasta otros jefes de Estado africanos, a quienes recompensaba con dinero y joyas. La esposa de uno de los hijos de Gadafi habría confesado que muchas veces tuvo que acostarse con su suegro y Soraya dice recordar "bellezas africanas, impecablemente maquilladas, que creían que solo iban a saludar al Guía en sus apartamentos, y que salían con la falda rota y el maquillaje corrido".

La ironía es que, aunque Gadafi era conocido como un dictador de mano dura, se preciaba de ser un hombre progresista, incluso feminista para los estándares del mundo islámico. Se ganó esta reputación por tener una guardia de mujeres, a las que llamaban amazonas, que lo escoltaban día y noche. Luego de que cayó, algunas dijeron haber sido violadas y obligadas a formar parte de su cuerpo de élite.

Para tumbar a Gadafi los libios se enfrascaron en una guerra fraticida, que se llevó 20.000 vidas y que duró más de ocho meses, y un año después de la muerte del dictador, aún luchan por reponerse. Pero hay heridas que nunca cicatrizarán. Soraya recuerda la primera vez que Gadafi la sometió: "Estaba anonadada, no tenía más fuerza, ya no podía moverme, lloraba".

http://www.semana.com/mundo/esclavas-sexuales-gadafi/185561-3.aspx

Saludos
:chommy:
 

Deta

Bovino Milenario
#4
ahora entiendo porque lo mataron a sangre fria, en este mundo si existen personas que no merecen vivir...
 

elios

Bovino Milenario
#8
pues no queda mas que decir que que asco de persona, que bueno que aia caido y esperemos que dejen de existir personas como ellos, solo destruyen la vida
 

Mayito-Kun

Bovino de alcurnia
#9
no manches que persona de lo peor fue, pues yo creo que tenía bien merecido lo que le paso... gracias por la nota...
 
#12
Me parece despreciable que dejen tomar el poder absoluto a personas sumisas a los encantos del sexo.

El mundo seria mejor si el sexo no causara tanto placer como para arruinar la vida de miles de mujeres o niñas.
 
#13
Me parece despreciable que dejen tomar el poder absoluto a personas sumisas a los encantos del sexo.

El mundo seria mejor si el sexo no causara tanto placer como para arruinar la vida de miles de mujeres o niñas.
 

me84

Bovino de alcurnia
#18
yo estoy en contra del ojo x ojo diente x diente pero muchas personas merecen algo peor delo k ellos hicieron asus victimas y el amigo vakuno ojos verdes tiene razon aveces las personas al nacer y crecer son buenas personas pero cuando les toca k obtienen poder y dinero eso los enloquece y cometen actos barbaricos y tmb hay personas k no tienen poder y dinero y hacen cosas muy malas asus semejantes no siempre el poder y dinero te lleva hacer cosas imperdonables muchas personas tienen poder y dinero y hacen el bien asus semejantes
 
#19
Y no falta la sucia bastarda que quiere hacer dinero del sufrimiento de otras personas... sí, es de esperarse que un dictador tenga sus desmanes y secretos sexuales secundados por manías perversas, pero ¿hacer un libro de ello? No merece ni mi respeto esta tipa, es una porquería de persona, explotar el sufrimiento, que venga, dirán que es para "sacar a la luz" pero no se debe hacer de esta forma.

Ni Gadafi ni esa Annick Cojean, se merecen mi respeto.
 

fishlam

Bovino Milenario
#20
mal plan por las chavas! pero que asco de persona, bien dicen los demás compañeros se tenia merecido lo que le paso aunque se queda corto con todo lo que hizo.
saludos
 
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