La sonrisa del Nazi...

Dragut

Bovino Milenario
#1
Les comentaba en cierta ocasión que para mí el sentido del humor es un buen indicativo de inteligencia. Y que ejercerlo con la suficiente sensibilidad para no herir a colectivos vulnerables es indicativo de buenas entrañas. Africanos, judíos, homosexuales, mujeres, etnias minoritarias y personas con capacidad diferente como objetivo de chistes ofensivos y crueles: la frivolización de la injusticia, la apología carcajeante del odio.

¿Reírse de los nazis...?

La última vez que los Nazis han hecho esbozar una sonrisa en Alemania fue este verano, cuando la plataforma Exit, que promueve la 'reinserción' de los jóvenes asociados a los círculos de extrema derecha, repartió gratuitamente en un concierto de rock neonazi cientos de camisetas en las que, después del segundo lavado, aparecía la consigna "¡Nazis fuera!". El titular invitaba a reir imaginando la cara del cabeza rapada en cuestión sacando la ropa de la lavadora, y esta acción fue seguida de muchas otras en el mismo tono, como por ejemplo la campaña publicitaria de "los preocupados por la pureza de la manzana alemana", jugando con el apellido del líder neonazi, Holger Apfel ('Apfel' significa manzana en alemán).



Mientras muchos consideran demostrado que el humor, utilizado como arma ideológica, es tremendamente corrosivo. Pero la tesis que defiende Rudolph Herzog es exactamente la contraria. En su opinión, "hacer mofa de lo diabólico que hay en él, en última instancia, sirve para estabilizar el sistema". Su último libro, 'Dead Funny', que triunfa este verano en las librerías, juega con fuego. Se trata de una recopilación de chistes sobre los nazis y los campos de concentración que circulaban por las calles de Berlín durante el Tercer Reich y que demuestran que el grueso de la población era perfectamente consciente de lo que estaba sucediendo en los campos de concentración. Y aún así, se reían.

"Pregunta un cartero a un vecino: '¿Sabe dónde vive Hitler?'. 'No, ¿por qué?', responde. 'Porque le traigo la factura del gas...'" Este es uno de los chistes que triunfaban en los cabarés berlineses durante los últimos años de la guerra, en los que las referencias a Hitler y sus altos cuadros de mando, así como a los judíos y demás perseguidos por el régimen, se había convertido en parte obligada del guión. Hetzog plantea ahora las densas preguntas éticas encerradas en esos chistes y que llegan hasta hoy en día.

¿Puede el Holocausto ser gracioso o el humor sobre este tema es necesariamente inapropiado? ¿Quién tiene derecho a contar chistes del Holocausto? ¿Qué significa la presencia de este tipo de humor persista aún hoy en nuestra sociedad? ¿Podemos permitirnos a nosotros mismos reírnos sobre estos chistes?

"Hitler y Göring se encuentran en la Torre de la Radio de Berlín y el Führer dice que le gustaría hacer algo que de verdad hiciese felices a los alemanes. Göring le responde: ¿Por qué no saltas?". Este chiste le costó la vida a la trabajadora de una fábrica de armamento Marianne Elise K., ejecutada en la guillotina en 1944 acusada de minar el esfuerzo bélico. Hoy, los humoristas no se enfrentan a la persecución del poder. El humor es libre y sus límites éticos dependen de la conciencia de cada uno. Tampoco encuentra la sociedad un punto exacto, la línea roja que en ningún caso debe dejar cruzar a la ideología neonazi. La libertad de pensamiento lleva al NPD, partido xenófobo y racista, a presentarse a las elecciones en Alemania, un país en el que en 2010 se registraron 15.905 delitos violentos con trasfondo neonazi. Y el humor del Tercer Reich sigue fascinando.

El anterior libro de Herzog sobre este mismo asunto, fue traducido al inglés, el italiano y el chino. Sus recopilaciones causan escalofríos, pero también parecen la prueba de que, en contextos inhumanos, el humor es una vía de escape psicológico, quizá necesario.

"Está la Gestapo a punto de fusilar a unos judíos y el comandante se percata de que uno tiene cierto aspecto ario. 'Uno de mis dos ojos es de cristal, si adivinas cuál demostrarás tu inteligencia y te salvarás', le dice. 'El izquierdo', responde el judío. '¿Cómo lo has sabido?', se asombra el comandante. '¡Parece tan humano!'".

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/...8a7eec0e3838e129d20666994&t=1314611964&numero
Les rogaría que no se enzarzaran con disquisiciones históricas sobre el III Reich, gente linda. El punto versa sobre los límites éticos del humor como forma de expresión.

Abrazotes.
 

Ytunieve

Bovino maduro
#4
la apología carcajeante del odio.

en contextos inhumanos, el humor es una vía de escape psicológico, quizá necesario..
..... De miedo.. pero un buenisimo Aporte........ en que situacion Psicologica, se encontraran las personas adeptas a este tipo de humor.

Saolo el chiste de hitler de que se tirara me gusto.. !! fue un reclamo .. lastima que la asesinara por eso.
 

Zephyros

Bovino de la familia
#6
Ese tipo de humor (no sólo con connotaciones Nazi), existe hoy día en todas partes del mundo y en todos los contextos sociales, para no ir demasiado lejos, esta bakita: :eolo: es utilizada por muchos bakunos como señal de ignorancia, muchos de ellos en chistes, cuando solicitan ayuda en X o Y cosa u otras situaciones similares.

El objetivo del artículo es cuestionar la ética de esos chistes debido al contexto de los mismos y ciertamente no es sencillo decir si es o no correcto, porque a fin de cuentas son chistes y el objetivo de los mismos es hacer reír, algo que el mismo artículo apunta como necesario dada la situación en la que eran contados los mismos.

Podríamos extraernos de esa situación y llevarla al contexto social actual y sería muy distinta su interpretación, creo que ese es el punto clave, como todo chiste debe buscarse el momento adecuado para contarlo. El que existan esas expresiones de burla indican que el ser humano siempre buscará a la risa como un escape a su situación, por más fuerte que ésta sea.
Sin embargo no se define la validez de dichos chistes y volvemos al principio. Todo se reduce a la opinión de cada persona y a su propio nivel de comprensión del contexto de los chistes mismos.
 

Joker

Moderador risitas
#7
Esto no es nada nuevo, desde hace mucho tiempo se viene discutiendo sobre la importancia de los chistes como un medio, no solo de hacer mofa del "otro", del "diferente", sino también de su caracter aleccionador y normativizador. Entre los autores que recuerdo se encuentran Moscovicci y Freud. Sea como sea, me encantaría leer este libro que mencionas.
 

Dragut

Bovino Milenario
#8
Esa bakita que mencionas, Zephyros, ¿simboliza a un campesino o a un indígena o algo parecido? Me encantó tu comentario.
Yo por mi parte soy partidario de regular jurídicamente determinadas manifestaciones "humorísticas" cuando son hechas en medios de difusión. Como dice Joker, muchos de los chistes contienen subyacente un sentido adoctrinador en la mayoría de los casos perverso.
Me espanta ver algunos shows televisivos de décadas anteriores en los que se parodiaban a las mujeres maltratadas, a minusválidos y deficientes mentales (no me gusta ninguno de esos dos términos, pero para que me entiendan) a inmigrantes y a personas de etnias minoritarias.
Ese frivolizar y normalizar la discriminación dándole pinceladas cómicas se me antoja una actitud miserable a erradicar.
Abrazotes.
 

WingLess

Bovino de alcurnia
#9
Esa bakita que mencionas, Zephyros, ¿simboliza a un campesino o a un indígena o algo parecido? Me encantó tu comentario.
Yo por mi parte soy partidario de regular jurídicamente determinadas manifestaciones "humorísticas" cuando son hechas en medios de difusión. Como dice Joker, muchos de los chistes contienen subyacente un sentido adoctrinador en la mayoría de los casos perverso.
Me espanta ver algunos shows televisivos de décadas anteriores en los que se parodiaban a las mujeres maltratadas, a minusválidos y deficientes mentales (no me gusta ninguno de esos dos términos, pero para que me entiendan) a inmigrantes y a personas de etnias minoritarias.
Ese frivolizar y normalizar la discriminación dándole pinceladas cómicas se me antoja una actitud miserable a erradicar.
Abrazotes.
Simboliza a un borracho que se creía (en su delirio) dios, y no sé por qué se llamaba 'Eolo' o quién le puso. Busca en youtube 'Dios Eolo' y lo conocerás.

Por mi parte, siento que los chistes que atacan directamente a una minoría, deben ser controlados, por lo menos cuando se cuentan en público, porque creo que las palabras tienen el poder de 'normalizar' las acciones. Si te ríes de la 'desgracia' ajena, la aceptas como parte del ser o pertenecer a determinada 'minoría'.
 

Joker

Moderador risitas
#10
Ese tipo de humor (no sólo con connotaciones Nazi), existe hoy día en todas partes del mundo y en todos los contextos sociales, para no ir demasiado lejos, esta bakita: :eolo:
Esa bakita que mencionas, Zephyros, ¿simboliza a un campesino o a un indígena o algo parecido? Me encantó tu comentario.
Esto:

Simboliza a un borracho que se creía (en su delirio) dios, y no sé por qué se llamaba 'Eolo' o quién le puso. Busca en youtube 'Dios Eolo' y lo conocerás.
Lo cual no le resta importancia al comentario de Zephyros, pero ciertamente, todo chiste o broma siempre tiene la intención de la humillación del otro. Es inherente a ello.
 
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