LA PRESENCIA
Lo que te voy a contar le sucedió a mi novia. Bueno en realidad mi ex-novia puesto que ya no estamos juntos. Llamémosla Berta. En una ocasión Berta me contó que ella tenía una abuela que vivía en su casa y a la cual se sentía muy unida. Era un anciana adorable a los que todos querían muchísimo en su casa hasta que un día falleció por causas naturales mientras dormía.
Una semana después de enterrarla, Berta se encontraba tranquilamente en su casa viendo la televisión con su perro, un pequeño animal cruce entre caniche y grifón echado junto a ella en el sofá. Era de noche y estaba sola en casa. Todo estaba en calma y ella se sentía muy relajada viendo la televisión cuando de pronto el perro levantó la cabeza bruscamente junto con las orejas y se quedó mirando hacia la puerta de la calle. El salón de la casa de Berta estaba en el interior de la casa y lo comunicaba con la puerta mediante un largo pasillo. Berta no le dio importancia porque estaba sola y toda su familia debería llegar en cualquier momento, por lo que se imaginó que estarían a punto de entrar por la puerta.
Esto no sucedió, y el perro se levantó sobre las cuatro patas y empezó a mover la cola como si alguien de la familia hubiera entrado. Berta no había oido ni el timbre ni la puerta y se aseguró de que no hubiera entrado nadie asomándose al pasillo y comprobó que la puerta seguía cerrada y que el pasillo estaba vacío. Sin embargo el perro seguía moviendo la cola y con la mirada clavada en el pasillo.
Extrañada por la actitud del animal, no podía dejar de mirarlo y se dio cuenta de que el perro empezaba a girar la cabeza suavemente sin dejar de mover la cola como si alguien conocido estuviera pasando por delante del sofá frente a ellos. Finalmente el perro se quedó mirando al lado de Berta y comenzó a sentir el olor del perfume que utilizaba su abuela cuando estaba en vida. Comprendió que su abuela estaba allí junto con ella viendo la televisión como solían hacer muchas noches.
No pudo evitar comenzar a llorar tímidamente de la emoción, saludó a su abuela como si pudiera verla y juntas siguieron viendo la televisión como solían hacer.
Es una historia que realmente me emocionó cuando me lo contaron y que sinceramente creo que es real por la emociones de Berta al contármela.
espero que le aya gustado
comentar no cuesta :comillas:
Fuente >>
http://www.facebook.com/pages/PARANORMAL-SOBRENATURAL/225377957507638
Lo que te voy a contar le sucedió a mi novia. Bueno en realidad mi ex-novia puesto que ya no estamos juntos. Llamémosla Berta. En una ocasión Berta me contó que ella tenía una abuela que vivía en su casa y a la cual se sentía muy unida. Era un anciana adorable a los que todos querían muchísimo en su casa hasta que un día falleció por causas naturales mientras dormía.
Una semana después de enterrarla, Berta se encontraba tranquilamente en su casa viendo la televisión con su perro, un pequeño animal cruce entre caniche y grifón echado junto a ella en el sofá. Era de noche y estaba sola en casa. Todo estaba en calma y ella se sentía muy relajada viendo la televisión cuando de pronto el perro levantó la cabeza bruscamente junto con las orejas y se quedó mirando hacia la puerta de la calle. El salón de la casa de Berta estaba en el interior de la casa y lo comunicaba con la puerta mediante un largo pasillo. Berta no le dio importancia porque estaba sola y toda su familia debería llegar en cualquier momento, por lo que se imaginó que estarían a punto de entrar por la puerta.
Esto no sucedió, y el perro se levantó sobre las cuatro patas y empezó a mover la cola como si alguien de la familia hubiera entrado. Berta no había oido ni el timbre ni la puerta y se aseguró de que no hubiera entrado nadie asomándose al pasillo y comprobó que la puerta seguía cerrada y que el pasillo estaba vacío. Sin embargo el perro seguía moviendo la cola y con la mirada clavada en el pasillo.
Extrañada por la actitud del animal, no podía dejar de mirarlo y se dio cuenta de que el perro empezaba a girar la cabeza suavemente sin dejar de mover la cola como si alguien conocido estuviera pasando por delante del sofá frente a ellos. Finalmente el perro se quedó mirando al lado de Berta y comenzó a sentir el olor del perfume que utilizaba su abuela cuando estaba en vida. Comprendió que su abuela estaba allí junto con ella viendo la televisión como solían hacer muchas noches.
No pudo evitar comenzar a llorar tímidamente de la emoción, saludó a su abuela como si pudiera verla y juntas siguieron viendo la televisión como solían hacer.
Es una historia que realmente me emocionó cuando me lo contaron y que sinceramente creo que es real por la emociones de Berta al contármela.
espero que le aya gustado
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