Hola amigos, ahora traigo una historia que no me sucedió a mi; pero la presencie y ayude. Espero les guste.
Me encontraba en Ciudad Victoria, al noroeste del estado de puebla, llegue allí para vivir unos meses con mis tíos; es una ciudad muy bella y tranquila. Mis tíos vivían a las orillas de la ciudad a faldas de un pequeño cerro, son maestros de profesión y como tal conocen a mucha gente.
Uno de esos amigos una vez llego a visitarnos, la platica era interesante, todo acerca del trabajo, la escuela y los alumnos. La plática se alargo y en un momento en especial, salió el motivo real de la visita.
-Julio, pus la verdad que he venido a pedirte un favor-
-Tú dirás Juan- contesto mi tío.
-Pues mi hija se puso mala y no tenemos para curarla-
-¿Cuanto necesitas?-
-Pues unos cuatro mil pesos-
-Es mucho dinero- contesto haciendo una mueca- ¿De que esta enferma Angie?
-No se- el visitante movió la cabeza de un lado a otro- pero ha dejado de comer y casi no juega-
-Te los presto, pero te los doy mañana cuando los saque del banco-
-Esta bien-
La platica continuo, hasta pasados unos minutos la media noche, cuando dijo que tenia que irse. Mañana regresaría por el dinero y lo invertiría en la salud de su hija.
Pasaron varios días y preocupados por la noticia, decidimos ir a visitar a la familia. Saludamos y preguntamos a cerca de Angie, por lo cual la madre soltó un sollozo y limitándose a responder, en cambio el padre, siempre firme nos daría razón de su hija.
-Pues la llevamos y le dieron medicamento, pues dicen que era una infección; pero no ha mejorado-
-Pues llévala otra vez- exclamo mi tía.
-Ya lo hicimos, pero creemos que es algo diferente-
-¿Por que lo dices?-
-Antes de que enfermara hacia cosas extrañas, cosas que yo creía eran normales para su edad. A veces en la noche se pasaba las noches hablando con alguien, claro yo supuse que estaba jugando, pues nunca note nada raro. Lo mas extraño es que todo empezó cuando en la fiesta del pueblo me estacione en una tumba y sin querer rompimos una lapida. El aire se le a de haber subido a mi hija.-
Mis tíos creyentes de ese tipo de cosas le recordaron hacerle una limpia, pero dijeron que ya lo habían intentado, ya lo habían hecho casi todo y no había mejorado. Pasamos a ver a la niña, yacía recostada en la cama, cubierta con la cobijas con su rostro descubierto, estaba pálida, muy blanca y dormía con profunda tranquilidad.
-¿Cuanto tiempo lleva dormida? pregunto mi tía.
-Apenas se durmió, es lo que hace, solamente se levanta se sienta ve la televisión y se acosta a dormir, no era así, antes como le gustaba dar lata, andar de aquí para allá; por eso se nos hace extraño, pensamos que estaba triste o deprimida, pero a su edad.- Se detuvo a pensar un rato y prosiguió - Mañana la vamos a llevar con una señora que dicen que es muy buena para las limpia, ¿No nos haría el favor de acompañarnos?
-Esta bien- respondió mi tía - pero mañana después del trabajo, espero que con eso se mejore.-
Al día siguiente como a las dos de la tarde nos dirigíamos con la señora, yo no me despegaba de ellos tenia mucha curiosidad, el viaje duro una hora aproximadamente, pero llegamos. La casa era normal, no era lo que espera, se localizaba en el centro de un pueblo que no supe su nombre y estaba construida con blocks, se confundía con las demás construcciones. Una señora nos recibió, y el padre de la niña le dio una botella de tequila, a o cual la señora rápidamente nos guio a un pequeño cuarto.
-¿Que desea?- pregunto la señora.
-Quiero que limpie a mi hija, se le subió un mal aire-
-A por supuesto- se levanto y se dirigió a una esquina- Traiga a su hija.-
La niña estaba paradita en el centro del cuarto, la señora tomo un ramillete de hojas y ramas, comenzando a pasar por su cuerpo. Decía unos rezos, unas aves marías y alcance a escuchar unos padres nuestro; dejo el ramillete aparte y se dirigió a su mesa, tomo un huevo y lo paso alrededor de la niña. Al terminar abrió la botella, bebió un poco y con su boca la roció del contenido, tomo un vaso y lo lleno hasta la mitad con agua, después rompió el huevo y vacio el contenido dentro del vaso. Lo observo a contra luz un rato y se dirigió a nosotros.
-Ven eso- ciertamente no veía nada, solo el huevo flotando en el agua. Y el silencio le dio la respuesta.
-Esto de aquí muestra un espíritu, su hija tiene un espíritu.-
-¿Como?, explíquese.- preguntaron los padres.
-Su hija esta bajo la influencia de un espíritu, la fuente no esta aquí pero debe estar en su casa.- dijo la señora dejando el vaso en la mesa - muchas veces un espíritu no pasa a la luz ni a las sombras, queda vagando aquí y para irse necesita que un alma pura lo guie.-
-Pero... ¿Ya esta curada?-
-No, tiene que encontrar donde esta el espíritu y deshacerse del el-
- Y ¿Como lo encontramos?
- Tenemos que hacer la limpia a su hija en su casa-
- ¿Puede ahora?
-Si, pero necesitaran unas veladoras-
Regresamos a la casa de la familia y en el camino le informaron lo de la lapida y lo que hacia la niña. Al llegar el sol ya se ocultaba entraron a la casa y la señora eligió el lugar adecuado, la sala. Prendió las veladoras e hizo un círculo en el centro, coloco a la niña en medio y comenzó a repetir el ritual con el ramillete. Hasta el momento todo se tornaba aburrido y de repente la niña comenzó a gritar que la dejaran en paz, una y otra vez, era lógico ya estaba cansada y harta de eso. Pero su actitud era diferente, era muy agresiva, pataleaba y grita; su padre la controlaba pero sus gritos y lloridos continuaban pidiendo que la dejaran en paz, "ya... ya no quiero", "basta". Es ahí cuando note algo raro, empezaba a decir cosas que no entendía, a diestra y siniestra, a todos los allí presentes. Volteo hacia mi y me miro diciendo algo extraño, mi cerebro no entendió el mensaje; pero mi corazón si, un escalofrió me recorrió la nuca y erizo todos los bellos de mi cuerpo. La niña se canso y se quedo dormida, tal vez se desmayo, no lo supe.
-Cuando su hija desaparece por momentos, ¿Donde aparece?- pregunto la señora o médium.
-Pues siempre en su cuarto-
-Un lugar raro donde la han encontrado-
-Pues una vez no la encontrábamos por ningún lado, ya nos habíamos espantado, la llamábamos y no contestaba, y estaba dormida debajo de la cama.-
-Pues vaya a su cama y saque lo que hay abajo- ordeno la señora.
Minutos después el padre de la niña llego con unos zapatos, un libro para colorear y una muñeca.
-La muñeca, ahí esta el espíritu- miro la muñeca y la tiro al suelo diciendo groserías- Ustedes hombres llévensela y quémenla-
La muñeca era de trapo, sus cabellos de estambre y ojos azules de vidrio era una muñeca normal; no se le veía nada extraño. EL señor la tomo y salimos, en una esquina solitaria la pusimos en el suelo y revisaron sus bolsas.
-No tengo cerillos-
Afortunadamente mi tío fumaba y saco un cigarro, lo prendió y le dio la cajetilla al señor. Extrañamente el señor prendia un cerillo y se apagaba, sin duda era el aire, prendia otro y le sucedía lo mismo. Le pedí la cajetilla para intentarlo, prendí un cerillo lo cubrí con mi mano pero igual se apagaba, era muy extraño. El señor fue a su casa y regreso con una botella, vacio el líquido sobre la muñeca y el olor a gasolina inundo el lugar. Mi tío acerco su cigarro pero no prendió la gasolina, al contrario apago el cigarro, así que se encendió un cerillo y acerco a la muñeca, rápidamente se vio envuelta en llamas y la observamos hasta consumirse y se quedara en cenizas. Regresamos, la niña descansaba; era hora de llevar a la médium a su casa así que los tres hombres fuimos y la dejamos en la puerta de su hogar, donde el señor negocio el pago. Regresando al pueblo nos fuimos a dormir.
Al día siguiente la niña estaba en recuperación, sorprendentemente aquello había funcionado, estaban felices y agradecidos. En la plática salió la pregunta ¿De donde saco tu hija la muñeca?; no sabía, nadie sabía de donde había salido ese objeto ni donde iría a parar el alma que lo poseía. Nunca olvides que algo tan sencillo y tan común podría hacerte pasar un mal rato.
Me encontraba en Ciudad Victoria, al noroeste del estado de puebla, llegue allí para vivir unos meses con mis tíos; es una ciudad muy bella y tranquila. Mis tíos vivían a las orillas de la ciudad a faldas de un pequeño cerro, son maestros de profesión y como tal conocen a mucha gente.
Uno de esos amigos una vez llego a visitarnos, la platica era interesante, todo acerca del trabajo, la escuela y los alumnos. La plática se alargo y en un momento en especial, salió el motivo real de la visita.
-Julio, pus la verdad que he venido a pedirte un favor-
-Tú dirás Juan- contesto mi tío.
-Pues mi hija se puso mala y no tenemos para curarla-
-¿Cuanto necesitas?-
-Pues unos cuatro mil pesos-
-Es mucho dinero- contesto haciendo una mueca- ¿De que esta enferma Angie?
-No se- el visitante movió la cabeza de un lado a otro- pero ha dejado de comer y casi no juega-
-Te los presto, pero te los doy mañana cuando los saque del banco-
-Esta bien-
La platica continuo, hasta pasados unos minutos la media noche, cuando dijo que tenia que irse. Mañana regresaría por el dinero y lo invertiría en la salud de su hija.
Pasaron varios días y preocupados por la noticia, decidimos ir a visitar a la familia. Saludamos y preguntamos a cerca de Angie, por lo cual la madre soltó un sollozo y limitándose a responder, en cambio el padre, siempre firme nos daría razón de su hija.
-Pues la llevamos y le dieron medicamento, pues dicen que era una infección; pero no ha mejorado-
-Pues llévala otra vez- exclamo mi tía.
-Ya lo hicimos, pero creemos que es algo diferente-
-¿Por que lo dices?-
-Antes de que enfermara hacia cosas extrañas, cosas que yo creía eran normales para su edad. A veces en la noche se pasaba las noches hablando con alguien, claro yo supuse que estaba jugando, pues nunca note nada raro. Lo mas extraño es que todo empezó cuando en la fiesta del pueblo me estacione en una tumba y sin querer rompimos una lapida. El aire se le a de haber subido a mi hija.-
Mis tíos creyentes de ese tipo de cosas le recordaron hacerle una limpia, pero dijeron que ya lo habían intentado, ya lo habían hecho casi todo y no había mejorado. Pasamos a ver a la niña, yacía recostada en la cama, cubierta con la cobijas con su rostro descubierto, estaba pálida, muy blanca y dormía con profunda tranquilidad.
-¿Cuanto tiempo lleva dormida? pregunto mi tía.
-Apenas se durmió, es lo que hace, solamente se levanta se sienta ve la televisión y se acosta a dormir, no era así, antes como le gustaba dar lata, andar de aquí para allá; por eso se nos hace extraño, pensamos que estaba triste o deprimida, pero a su edad.- Se detuvo a pensar un rato y prosiguió - Mañana la vamos a llevar con una señora que dicen que es muy buena para las limpia, ¿No nos haría el favor de acompañarnos?
-Esta bien- respondió mi tía - pero mañana después del trabajo, espero que con eso se mejore.-
Al día siguiente como a las dos de la tarde nos dirigíamos con la señora, yo no me despegaba de ellos tenia mucha curiosidad, el viaje duro una hora aproximadamente, pero llegamos. La casa era normal, no era lo que espera, se localizaba en el centro de un pueblo que no supe su nombre y estaba construida con blocks, se confundía con las demás construcciones. Una señora nos recibió, y el padre de la niña le dio una botella de tequila, a o cual la señora rápidamente nos guio a un pequeño cuarto.
-¿Que desea?- pregunto la señora.
-Quiero que limpie a mi hija, se le subió un mal aire-
-A por supuesto- se levanto y se dirigió a una esquina- Traiga a su hija.-
La niña estaba paradita en el centro del cuarto, la señora tomo un ramillete de hojas y ramas, comenzando a pasar por su cuerpo. Decía unos rezos, unas aves marías y alcance a escuchar unos padres nuestro; dejo el ramillete aparte y se dirigió a su mesa, tomo un huevo y lo paso alrededor de la niña. Al terminar abrió la botella, bebió un poco y con su boca la roció del contenido, tomo un vaso y lo lleno hasta la mitad con agua, después rompió el huevo y vacio el contenido dentro del vaso. Lo observo a contra luz un rato y se dirigió a nosotros.
-Ven eso- ciertamente no veía nada, solo el huevo flotando en el agua. Y el silencio le dio la respuesta.
-Esto de aquí muestra un espíritu, su hija tiene un espíritu.-
-¿Como?, explíquese.- preguntaron los padres.
-Su hija esta bajo la influencia de un espíritu, la fuente no esta aquí pero debe estar en su casa.- dijo la señora dejando el vaso en la mesa - muchas veces un espíritu no pasa a la luz ni a las sombras, queda vagando aquí y para irse necesita que un alma pura lo guie.-
-Pero... ¿Ya esta curada?-
-No, tiene que encontrar donde esta el espíritu y deshacerse del el-
- Y ¿Como lo encontramos?
- Tenemos que hacer la limpia a su hija en su casa-
- ¿Puede ahora?
-Si, pero necesitaran unas veladoras-
Regresamos a la casa de la familia y en el camino le informaron lo de la lapida y lo que hacia la niña. Al llegar el sol ya se ocultaba entraron a la casa y la señora eligió el lugar adecuado, la sala. Prendió las veladoras e hizo un círculo en el centro, coloco a la niña en medio y comenzó a repetir el ritual con el ramillete. Hasta el momento todo se tornaba aburrido y de repente la niña comenzó a gritar que la dejaran en paz, una y otra vez, era lógico ya estaba cansada y harta de eso. Pero su actitud era diferente, era muy agresiva, pataleaba y grita; su padre la controlaba pero sus gritos y lloridos continuaban pidiendo que la dejaran en paz, "ya... ya no quiero", "basta". Es ahí cuando note algo raro, empezaba a decir cosas que no entendía, a diestra y siniestra, a todos los allí presentes. Volteo hacia mi y me miro diciendo algo extraño, mi cerebro no entendió el mensaje; pero mi corazón si, un escalofrió me recorrió la nuca y erizo todos los bellos de mi cuerpo. La niña se canso y se quedo dormida, tal vez se desmayo, no lo supe.
-Cuando su hija desaparece por momentos, ¿Donde aparece?- pregunto la señora o médium.
-Pues siempre en su cuarto-
-Un lugar raro donde la han encontrado-
-Pues una vez no la encontrábamos por ningún lado, ya nos habíamos espantado, la llamábamos y no contestaba, y estaba dormida debajo de la cama.-
-Pues vaya a su cama y saque lo que hay abajo- ordeno la señora.
Minutos después el padre de la niña llego con unos zapatos, un libro para colorear y una muñeca.
-La muñeca, ahí esta el espíritu- miro la muñeca y la tiro al suelo diciendo groserías- Ustedes hombres llévensela y quémenla-
La muñeca era de trapo, sus cabellos de estambre y ojos azules de vidrio era una muñeca normal; no se le veía nada extraño. EL señor la tomo y salimos, en una esquina solitaria la pusimos en el suelo y revisaron sus bolsas.
-No tengo cerillos-
Afortunadamente mi tío fumaba y saco un cigarro, lo prendió y le dio la cajetilla al señor. Extrañamente el señor prendia un cerillo y se apagaba, sin duda era el aire, prendia otro y le sucedía lo mismo. Le pedí la cajetilla para intentarlo, prendí un cerillo lo cubrí con mi mano pero igual se apagaba, era muy extraño. El señor fue a su casa y regreso con una botella, vacio el líquido sobre la muñeca y el olor a gasolina inundo el lugar. Mi tío acerco su cigarro pero no prendió la gasolina, al contrario apago el cigarro, así que se encendió un cerillo y acerco a la muñeca, rápidamente se vio envuelta en llamas y la observamos hasta consumirse y se quedara en cenizas. Regresamos, la niña descansaba; era hora de llevar a la médium a su casa así que los tres hombres fuimos y la dejamos en la puerta de su hogar, donde el señor negocio el pago. Regresando al pueblo nos fuimos a dormir.
Al día siguiente la niña estaba en recuperación, sorprendentemente aquello había funcionado, estaban felices y agradecidos. En la plática salió la pregunta ¿De donde saco tu hija la muñeca?; no sabía, nadie sabía de donde había salido ese objeto ni donde iría a parar el alma que lo poseía. Nunca olvides que algo tan sencillo y tan común podría hacerte pasar un mal rato.
