La mansión Winchester

Midael

Bovino maduro
#1


El caso de Samuel Winchester es de esos casos que alimentan el sueño americano. El hombre era inventor, y su primer invento, que le brindó una moderada fortuna fue un método –el cual patentó- que mejoraba y abarataba la fabricación de prendas de vestir, y en 1849 se asocia con John M. Davies para comercializarlo.

Con su fortuna se convierte en accionista de la Volcanic Arms Company. Así la familia se convierte en esas familias adineradas de los Estados Unidos del siglo XIX, que se codeaba con nombres con Carneghie o Ford. Samuel tuvo un heredero, William, un hombre con visión de negocios, y espíritu comercial, que multiplicó varias veces la fortuna de la familia. Le cambia el nombre a la empresa, que se llamará a partir de este momento Winchester Repeating Arms Company, y se dedican de lleno a fabricar el mítico rifle Winchester de repetición, de destacada actuación en la guerra de Secesión, y la conquista del Oeste.

Nada podría salir mal ni para William ni para sus herederos, que tenían su fortuna asegurada de por vida. Pero el destino quiso otra cosa. William se casó con Sarah Pardee, una bella y rica mujer, muy pretendida en la época. El matrimonio estuvo sesgado por la mala suerte. A los quince días de nacer perdieron a su hija, víctima de una enfermedad conocida como marasmo. Sarah comienza a perder la razón. La muerte al poco tiempo de William, víctima de la tuberculosis decreta la suerte de la pobre Sarah. Multimillonaria, sola y enloquecida por la tristeza.

Sarah comienza a interesarse por el ocultismo, y contacta a varios médiums, con el propósito de contactarse con el más allá. Conoce a la espiritista Mina Crandon, conocida como Margery, quien la convence de que era víctima de una maldición, ella y toda su familia. Le dice que los espíritus de aquellos que habían muerto por los rifles Winchester los habían maldecido y los perseguirían eternamente.

Mina le dice que viajase lejos de allí hasta un lugar que le indicaría el espíritu de su difunto esposo, allí debía edificar una mansión donde los martillos nunca dejasen de sonar noche y día, sin descanso. En 1884 llegó al valle de Santa Clara y su marido “le anunció” que allí debía edificarse la mansión Winchester. La única manera de alejar a los espíritus era si nunca terminaba de asentarse en un lugar. Mientras la residencia donde ella estaba no se terminara, los espíritus no podrían hacerle daño. Durante los 38 años restantes de su vida nunca se dejó de construir allí con el fin de escapar de tan temible maldición.

Como resultado, la mansión Winchester terminó siendo una verdadera locura. Tiene 4 pisos, 467 entradas, 47 chimeneas y 2 espejos. Se llegaron a contar hasta 2000 puertas. La casa está llena de escaleras que no conducen a ningún lado, puertas trampa, y puertas pequeñas que conducen a habitaciones ocultas. La casa tiene un solo baño. Supuestamente los espíritus odian a los espejos, por eso solo hay dos.

Es la casa más embrujada de los Estados Unidos. En las noches de Halloween y todos los viernes 13, se realizan excursiones a la mansión, con las luces apagadas, donde los turistas van con pequeñas linternas, con la esperanza de ver a los espíritus que allí supuestamente moran.

Sarah murió mientras dormía a los 83 años. Se dice que durante una larga temporada, Sarah dormía en una habitación diferente a fin de huir de dichos espíritus que no cesaban de buscarla clamando una venganza que siempre quedó en el aire con olor a pólvora y sangre inocente…
 

uzioso

Bovino Milenario
#5
Excelente historia, solo le falta una buena imagen para visualizar la dimensión de la casa. Saludos y gracias por compartirla !!!

 

katmac1999

Bovino adicto
#9
Sara Winchester vivió toda su vida con temor de las almas de áquellos qeu habían muerto por los rifles Winchester. Pobre mujer un alma atormentada ojalá Dios le haya dado Paz a su alma.
 
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