La leyenda de Iztaccíhuatl y Popocatépetl

jesstter

Bovino maduro
#1

Volcanes vivos

En el valle de México había un poderoso emperador con espíritu guerrero. Tenía una hija la princesa Iztaccíhuatl la cual estaba enamorada de un joven valeroso e inteligente guerrero llamado Popocatépetl.

El emperador veía con agrado el matrimonio de su hija con aquel joven guerrero. Cuando Iztaccíhuatl y Popocatépetl iban a celebrar su boda, los ejercitos enemigos decidieron atacar. El emperador reunió a sus guerreros y confió a Popocatépetl la misión de dirigirlos en los combates.
Popocatépetl fue a la guerra y tras varios meses de lucha logró vencer al enemigo. Antes de que el emperador se enterara de la victoria unos guerreros envidiosos le mal informaron que Popocatépetl había muerto en la batalla. Itztaccíhuatl escuchó esta noticia falsa y lloró amargamente. Dejó de comer y cayó en un sueño profundo, sin que nadie pudiera despertarla.
Cuando Popocatépetl regresó victorioso supo lo que había sucedido y buscó a Itztaccíhuatl, la cargó entre sus brazos, tomó una antorcha encendida salió del palacio y de la ciudad. Nadie volvió a verlos.
Después de varios dias, todas las personas del valle de México se asombraron al ver dos montañas muy altas que habían surgido de la nada que lanzaban llamas hacia el cielo. Cuando el emperador vio las montañas dijo a su pueblo:
*Iztaccíhuatl y Popocatépetl murieron de tristeza porque no podían vivir el uno sin el otro. El amor los ha transformado en volcanes y su corazón fiel arderá como una flama para siempre*.




Si no va aqui, algun moderador que lo mueva, pero creo que si cumple con el foro libre XD saludos
 

.:CONDOR:.

Bovino de la familia
#2
Tejuro que por un momento pense que seria algo diferente xD

Pero gracias por compartir

Saludos :nerd:

P@stea Bien!!!
 

HvGoXxX

Bovino de la familia
#5
pos yo me sabia dieferente la historia ya que cuando fui a Tlaxcala me contaron que tambien tuvo que ver la Malinche, y que encontraron los cadaveres de Popocatepetl y de Izta en una posicion como se encuentran actualmente las montañas
 

haoasakura_18

Bovino adolescente
#6
Muy linda historia siempre veo esos volcanes desde mi ventana y me acuerdo de su poesia:

El Ixtaccíhuatl traza la figura yacente
de una mujer dormida bajo el sol.
El Popocatépetl flamea en los siglos
como una apocalíptica visión;
y estos dos volcanes solemnes
tienen una historia de amor,
digna de ser cantada en las complicaciones
de una extraordinaria canción.
Ixtaccíhuatl -hace ya miles de años-
fue la princesa más parecida a una flor,
que en la tribu de los viejos caciques
del más gentil capitán se enamoró.
El padre augustamente abrió los labios
y díjole al capitán seductor
que si tornaba un día con la cabeza
del cacique enemigo clavada en su lanzón,
encontraría preparados, a un tiempo mismo,
el festín de su triunfo y el lecho de su amor.
Y Popocatépetl fuese a la guerra
con esta esperanza en el corazón,
domó las rebeldías de selvas obstinadas,
el motín de riscos al paso vencedor,
la osadía despeñada del torrente,
la asechanza de los pantanos en traición,
y contra cientos de cientos de soldados,
por años y más años gallardamente combatió.
Al fin tornó a la tribu y la cabeza
del cacique enemigo sangraba en su lanzón.
Halló el festín del triunfo preparado,
Pero no así el lecho de su amor;
En vez de lecho encontró el túmulo
en el que su novia dormida bajo el sol,
Esperaba en su frente el beso póstumo
de la boca que nunca en la vida besó.
Y Popocatépetl quebró en sus rodillas
el haz de flechas; y, en una sorda voz,
Conjuró las sombras de sus antepasados
contra las crueldades de su impasible dios.
Era la vida suya, muy suya,
porque contra la muerte la ganó.
Tenía el triunfo, la riqueza, el poderío;
pero no tenía el amor...
Entonces quiso que veinte mil esclavos
alzaran un gran túmulo ante el sol.
Amontonó diez cumbres
en una escalinata como de alucinación;
Tomó en sus brazos a la mujer amada,
y él mismo sobre el túmulo la colocó;
Luego encendió una antorcha y, para siempre,
quedóse en pie alumbrando el sarcófago de su dolor.
Duerme en paz, Ixtaccíhuatl; nunca los tiempos
borrarán los perfiles de tu casta expresión.
Vela en paz, Popocatépetl; nunca los huracanes
apagarán tu antorcha, eterna como el amor...

José Santos Chocano.
 
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