La hacienda maldita... mi historia.

ArchlordZerato

Bovino Milenario
#1
La historia comienza alrededor de 1900, que es hasta donde tengo registro en mis antepasados en la ciudad. La familia de esos entonces, tenía una hacienda fuera de la ciudad (que realmente era muy pequeña) llamada La hierbabuena que era una haciendo próspera de esa época. En algún punto de la historia (que desconozco) y que no puedo investigar bien porque ya mis tías muy mayores ya fallecieron, la hacienda se quedó abandonada y nadie más la habitó. Lo último que supimos es que solo se quedó el casco de la hacienda y se fue "perdiendo" por toda la maleza que fue creciendo. Los lugareños decían que lo que quedaba de la haciendo finalmente y sin razón alguna... desapareció.

Mi mamá en algunas ocasiones me contó de la hacienda, que era de aquellas familias que dieron origen a nuestra actual familia, hace 100 años aproximadamente, pero que lo que mis tías-abuelas decían era que "no se debía hablar de la hacienda" y que "solo desapareció" y que era mejor "no volver a preguntar qué sucedió ahí"; así que se volvió como un tema muy hermético y prohibido en la familia. En algún momento, cuando tenía alrededor de 12 años, mis tías comentaron, junto con mi abuela, que les dijeron que unos lugareños (de donde estaba la hacienda) dijeron que la habían visto de nuevo, toda destruida pero que ahí estaba, que como cada (no recuerdo qué tiempo) la hacienda aparecía por espacio de una semana y se esfumaba de nuevo.

Aquí es donde entro yo en la historia. Un buen día de mis años de joven de secundaria, por ahí de 1994, un compañero del salón nos invitó al rancho de su abuelita, a las afueras de la ciudad, en una zona donde antes había muchas haciendas y grandes casonas de la época de la colonia española, a que pasáramos el fin de semana. Así nos dispusimos y pues ya saben, chavitos realmente y locos por el futbol, nos llevamos tacos, balón, uniforme y demás, todo listo para jugar horas en el campo de la casa de la abuela de nuestro compañero.

Llegamos un viernes (cercano al mes de abril, por eso mi post) a la casa de la abuelita y ya, nos bajamos de la camioneta del papá de nuestro compañero y nos dejó con la señora. Ella muy linda y amable, nos recibió muy bien, comimos con ellos y estuvimos toda la tarde dentro de la casa y salimos un rato para conocer las cercanías de la casona. La abuela solo se limitó a decirnos, "por favor, no se alejen mucho de la casa, sobre todo, no se vayan a meter al terreno de atrás porque está muy feo para allá". Nosotros salimos, jugamos un ratito fut y nos metimos por ahí de las 8 de la noche y cenamos, estuvimos platicando un rato junto a la chimenea y la abuela nos dijo que no nos durmiéramos tarde, que ella tiene sueño ligero. Por lo que a las 10 de la noche nos fuimos a dormir los cinco que íbamos esa ocasión.

Al día siguiente nos levantamos por ahí de las 9 de la mañana, nos vestimos y bajamos a desayunar, ayudamos un rato con los quehaceres y nos salimos de nuevo con el balón de fut a darle a la pelota por un buen rato. Por ahí de las 12 del día dijimos, como ya está bueno no? ya estamos cansados, y uno de mis amigos dijo "bueno, y si vamos a caminar? total, no nos hace mal y sirve que vemos qué mas hay" y nos fuimos. Cabe mencionar que el terreno de los abuelos de mi compañero, eran como unas 5 hectáreas, así que era algo grandecito y bueno, nos pusimos a caminar por el terreno y en eso llegamos a donde terminaba el terreno y había un alambre de púas y dijimos "Y si nos pasamos al otro terreno?" y nos pasamos.

Cruzamos una barrera de árboles y llegamos a un claro, y en el medio se veía una construcción muy muy vieja y llena de maleza y dijimos "Ahhh, una casa abandonada, vamos a ver qué hay". Nos fuimos acercando a la construcción y lo único que se veía eran unas enredaderas muy tupidas cubriendo todo y como pudimos nos metimos. El lugar se veía muy raro, muy oscuro en si pero por unas pequeñas rendijas entraba algo de luz, empezamos a buscar y llegamos a lo que debió ser una gran estancia porque había un comedor enorme y unas cuantas velas, de las cuales tomamos un par y las encendimos para tener más luz. Conforme íbamos explorando el lugar se volvía más frío y nos invadió a los cinco una sensación como de que alguien estaba con nosotros y nos estaba viendo. Decidimos caminar por un pasillo largo y alto a ver qué encontrábamos; había varias puertas pero ninguna se podía abrir, las manijas estaban oxidadas y pegadas y una puerta no tenía mas que un candado de fierro cerrando la puerta. Después de esa puerta se veían unas escaleras que bajaban, pero por más que intentamos iluminar no pudimos ver nada, de pronto subió un aire helado por el hueco de las escaleras y a todos nos dio como escalofríos. Decidimos seguir caminando por el pasillo hasta llegar al fondo y encontramos una puerta grande de madera que estaba sin seguro, al entrar vimos que era una habitación casi vacía, como si fuera un estudio muy antiguo, solo había una mesa, una chimenea y una silla. Colgado en la pared había un rifle muy antiguo y junto una espada, en la hoja de la espada estaba grabado "Sangre, sangre, sacrificio" y en otra pared, gracias a las velas que llevábanos, se leía en letras rojas (color sangre) "A mi amo le gusta la sangre fresca como la tuya". Esto nos dió mucho miedo y mejor nos salimos corriendo por el pasillo, el problema es que ya no se veía nada, las velas se apagaron, se sentía un aire horriblemente helado y apestoso como a humedad y muerto, comenzamos a escuchar murmullos y susurros muy tenues y empezamos a gritar del miedo. Más o menos recordamos por donde habíamos entrado e intentamos salirnos. Pareciera que las enredaderas se hubieran cerrado mucho porque nos costó muchísimo trabajo salir. Cuando atravesamos toda la maleza, vimos que ya casi no había sol, nuestros relojes se habían detenido a la hora que entramos a la hacienda, empezamos a correr hacia los árboles para cruzar al terreno de la casona de la abuela de mi compañero. Mientras corríamos, vimos que una sombra se formaba afuera de la hacienda y se escuchaban susurros y voces como murmullos nuevamente, así que aterrados corrimos todo lo que pudimos hasta llegar cerca de la casona. Cuando llegamos, ya no había sol, eran como las 8, la abuela salió a recibirnos toda espantada y preocupada gritando que dónde estábamos. Nos metimos a la casona y nos quedamos en la cocina tomando té y un bolillo para el susto y la señora no decía nada, solo nos veía con cara de "Ay dios, éstos niños"...

Ya pasado el susto, nos llevó a todos a la sala y prendió la chimenea y dijo, "Hoy llega el abuelo y todos, sin excepción, vamos a dormir aquí en la sala, no saben lo que hicieron muchachos, doy gracias que están bien y regresaron". Cuando llegó el abuelo, la señora le contó nuestra aventura y el abuelo se sentó en un sillón y muy serio nos dijo, "Les voy a contar, la historia de la hierbabuena, una hacienda que solo aparece una semana cada cierto número de años, la hacienda está maldita porque ahí hay dinero enterrado mucho oro dicen, pero que está maldito y muchos espíritus lo protegen, lo puedes sacar, pero lo pagarás muy caro y mucha gente se ha dedicado a buscar la hacienda, pero hasta el momento no he sabido de alguien que saque algo, o que siga vivo, doy gracias a dios que están bien muchachos, pero hicieron una gran estupidéz".

Finalmente, cenamos todos juntos y nos dispusimos a acostarnos en la sala, prendimos la chimenea y de pronto se soltó un aguacero horrible, con muchos truenos y rayos. Toda la noche escuchamos alrededor de la casa sonidos, susurros, murmullos y se veían muchas sombras, unas de árboles y otras de cosas que no sabría decir qué eran... Al día siguiente (domingo) salimos de la casa, todo se veía normal, salvo unas pisadas muy raras en la puerta de la casona... y un pequeño cabo de vela, igual a las que había en la hacienda... tirado en el piso a un lado... Nunca jamás volvimos a ir a la casona de los abuelos de mi compañero... y de la yerbabuena, sigue quedando la leyenda, y ese recuerdo, de que fuimos muy afortunados, en entrar y regresar a casa... con vida... Saludos.
 
#14
Ijole hermano no quiero sonar sangron pero como unos niños que se la pasan jugan pueden tener cerillos o encendedores? para prender unas velas... bueno solo es curiosidad ehh.
 
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