Habrá seguramente quien me tilde de loco o de menos drogado por lo que estoy a punto de decir, pero empiezo de verdad a creer que si no mejor al menos si nos hubiera ido “menos peor” con Don Peje…si así como lo oyen.
Lo que me lleva a pensar esto pues es mi reciente cambio de residencia, deje después de 180 meses una ciudad o mas bien dicho, un municipio, pri-panista. Sectario, clasista, mocho y sobretodo abusivo y autoritario para venir a un pueblo prd-ista. Debo decir que siempre me cayo gordo el PRD se me hacia o se me hace hasta la fecha y en muchos sentidos, un partido populista y oportunista, la falsa izquierda eso se me hacen.
Pero pues en vez de meterme en rollos partidistas que la verdad no me interesa Mejor quiero explicar el porque de tan rara abstracción de mi parte, aquí de verdad que cada amanecer veo a la gente salir a la lucha diaria, con una sonrisa, sin estrés sin ese gesto frunciendo las facciones al manejar y me puse a reflexionar o a hacer un comparativo de porque la diferencia con mi antigua ciudad.
Y es que una de las grandes diferencias que veo, es que en el Caribe Mexicano el propio gobierno deja crecer a las empresas y a los empre-saurios de manera brutal, incluso ayudándolos a inflarse cual monstruo inflable en un concierto de pink floyd, que te pone la bota en el cuello y te reduce a menos que un ladrillo mas en el muro, no eres ni eso. Nadie quiere que crezcas, al contrario, el pastel ya esta repartido y cuidadito oses a pedir mas de las migajas que te tocan
Aquí las empresas están mas controladas y reguladas y por ende su actitud es otra aquí no esta mal visto que crezcas incluso esta permitido, ni siquiera es mal visto el que si es por tu crecimiento y/o formación profesional te cambies de empresa, recursos humanos de las empresas todavía no tiene ese complejo de Dioses que tienen en el caribe, completamente dispuestos a decir tu vida y además con un criterio francamente nulo.
Así que creo que ya no comparto mas el sueño de Ceratto, ya sueño que me sueña el Caribe, ahora mi ilusión y mi esperanza están puestas en la Baja California, este pueblo…este si es, un pueblo libre y justo bajo el sol. Al fin y al CABO es una nueva oportunidad de vida para mí, con mi esposa y mi hijo quien estoy seguro será feliz de crecer en esta ciudad no violenta y llena de oportunidades aun.
Lo que me lleva a pensar esto pues es mi reciente cambio de residencia, deje después de 180 meses una ciudad o mas bien dicho, un municipio, pri-panista. Sectario, clasista, mocho y sobretodo abusivo y autoritario para venir a un pueblo prd-ista. Debo decir que siempre me cayo gordo el PRD se me hacia o se me hace hasta la fecha y en muchos sentidos, un partido populista y oportunista, la falsa izquierda eso se me hacen.
Pero pues en vez de meterme en rollos partidistas que la verdad no me interesa Mejor quiero explicar el porque de tan rara abstracción de mi parte, aquí de verdad que cada amanecer veo a la gente salir a la lucha diaria, con una sonrisa, sin estrés sin ese gesto frunciendo las facciones al manejar y me puse a reflexionar o a hacer un comparativo de porque la diferencia con mi antigua ciudad.
Y es que una de las grandes diferencias que veo, es que en el Caribe Mexicano el propio gobierno deja crecer a las empresas y a los empre-saurios de manera brutal, incluso ayudándolos a inflarse cual monstruo inflable en un concierto de pink floyd, que te pone la bota en el cuello y te reduce a menos que un ladrillo mas en el muro, no eres ni eso. Nadie quiere que crezcas, al contrario, el pastel ya esta repartido y cuidadito oses a pedir mas de las migajas que te tocan
Aquí las empresas están mas controladas y reguladas y por ende su actitud es otra aquí no esta mal visto que crezcas incluso esta permitido, ni siquiera es mal visto el que si es por tu crecimiento y/o formación profesional te cambies de empresa, recursos humanos de las empresas todavía no tiene ese complejo de Dioses que tienen en el caribe, completamente dispuestos a decir tu vida y además con un criterio francamente nulo.
Así que creo que ya no comparto mas el sueño de Ceratto, ya sueño que me sueña el Caribe, ahora mi ilusión y mi esperanza están puestas en la Baja California, este pueblo…este si es, un pueblo libre y justo bajo el sol. Al fin y al CABO es una nueva oportunidad de vida para mí, con mi esposa y mi hijo quien estoy seguro será feliz de crecer en esta ciudad no violenta y llena de oportunidades aun.
