LA EXTRAÑA MISA DEL CARMEN

#1
Esta es una leyenda de mi ciudad.. espero les guste...

Hace mucho tiempo, en la iglesia de la Virgen del Carmen, ubicado en San Cristóbal, sucedió un caso real que a continuación voy a contarles. Como a cuatro cuadras de esta casa de dios, vivía una señora que tenía 50 años de edad, se llamaba María Josefina, era muy católica ella ayudaba mucho a los pobres. Esta señora no tenía problemas económicos pues su difunto esposo le había dejado suficiente dinero. Vivía en una antigua y señorial casona, el piso de esta casa era de ladrillo, el techo de madera y encima tejas, el patio era muy amplio y lleno de flores, en el centro del patio había una hermosa fuente colonial. Pues bien, esta señora tenía la costumbre de asistir diariamente a la misa de las cinco de la mañana a la iglesia del Carmen, jamás doña María Josefina dejaba de cumplir con la obligación de ir diariamente a misa, Siempre al regresar se tomaba un vaso de café muy sabroso, acompañado de unos ricos panecillos. Después de esto se ponía a hacer sus quehaceres domésticos. En cierta ocasión escuchó el toque de las campanas llamando a misa a los católicos, rápidamente comenzó a vestirse, tomó su pequeño libro de rezo y la llave de su puerta de la calle. Minutos más tarde iba ya en la calle que actualmente ocupa la biblioteca municipal y el parque del templo del carmen, siguió caminando hasta llegar a la gran puerta lateral del templo, después de entrar, doña María Josefina se hinco y se persignó. El alumbrado, como de costumbre, era muy claro y todas las bancas estaban ocupadas por los fieles, había un gran silencio. Después de hincarse, doña María Josefina se sentó en una banca y abriendo su libro de rezo comenzó a rezar, pero de pronto sintió un escalofrió. Entrecerró su libro y levantando con miedo la vista se dio cuenta de algo que la lleno de medo y asombro: todos los que estaban en la misa y sentados en las bancas estaban ¡descabezados! Y la mayoría de ellos llevaban túnicas. Sintió que su corazón iba a dejar de latir ante lo que estaba viendo con terror, en esos momentos apareció el sacerdote que iba a dar misa, pero ¡tampoco tenía cabeza!. De pronto sintió una mano se posaba suavemente en su hombro y al voltear la cabeza para ver de quien se trataba, fue aún más el terror que sintió, era un fraile que también estaba descabezado. Pero aún así, pudo sentir que aquella mano cada vez mas se pesaba y en esos momentos el fraile con voz ronca dijo: !ESTA MISA NO ES PARA VIVOS¡ es para difuntos. Después de esto, desapareció. En ese momento doña josefina dejó de sentir la mano sobre su hombro y esto le dio fuerzas para que con gran esfuerzo se pusiera de pie y, sin voltear a ver las otras bancas, lentamente empezó a caminar pues el miedo no e permitía caminar rápido, fue dando sus pasos hacia la salida llegando hasta la puerta de salida. Lentamente y con mucho trabajo, atravesó el pequeño parque cruzando la calle y precisamente llegando a la esquina de la biblioteca pública empezaron a sonar las campanas del reloj del cercano palacio municipal. Sin saber por qué comenzó a contar las campanadas y dieron exactamente las doce de la noche.
Doña María Josefina había pensado que era la misa de las cinco de la mañana, pero se había equivocado, ¡eran las doce de la noche!.
 

HanS0

Bovino maduro
#2
Jajaja por aca por estas latitudes se cuenta los mismo vivo en la Republica de Panama y se cuenta lo mismo casi de una señora muy debota a la iglesia se va a la doce de la noche sin darse cuenta y que se da cuenta que la gente de la iglesia son conocidos que ya fallecieron y se asusta luego la tocan y se fija que es el esposo y le dice oie esta misa no es para los vivos es para los muertos la pobre señora sale toda blanca del susto esta bueno ese cuento la verdad me lo conton mi Abuela saludos y gracias por tu post.
 

edoin

Bovino de alcurnia
#7
Gracias por la historia, muy buena, imaginar que aun en las iglesias ocurren cosas asi... por eso mejor no voy :)
 
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