¿QUÉ MOSCO DEMOCRÁTICO picó a los delincuentes del país?, me comenta la lectora Evelyn Villavicencio, extrañada como muchos de que el domingo más reciente “la pequeña minoría” nos haya ahorrado la pena de ver el incremento de la abultada cifra de asesinatos, levantones, secuestros, decapitaciones…
Fue este 4 de julio, con mucho, el día más tranquilo desde que, unilateralmente y sin consenso, Felipe Calderón se lanzara --como dicen que lo hizo El Borras-- a una dizque “guerra contra el crimen organizado”, ahora rebautizada como “lucha por la seguridad”.
Eje del machacón y cada vez más hueco discurso del ocupante de Los Pinos, el de la amenaza del crimen organizado a la democracia, tuvo un impasse el día de la jornada comicial celebrada en entidades de suyo generadoras de informaciones violentas: Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Durango… Ni un solo muerto. Ningún levantón. Cero secuestros. Ningún decapitado.
Bien podríamos colegir que este “feriado” concedido por la delincuencia organizada –prácticamente un “puente”, pues tampoco la noche del sábado hubo mayor cosa qué lamentar-- obedece a su espíritu democrático… o a que aprovecharon el 4th of July y viajaron a sus matrices estadounidenses a celebrar la Independencia proclamada en 1776.
¡De haber sabido…! Y sí, de haber adivinado que este último domingo los delincuentes no “se matarían entre ellos” llevándose entre sus balas a civiles catalogados como “daños colaterales”, muchos más mexicanos habrían salido de sus casas a votar en las entidades en las que se celebraron comicios.
Porque, en efecto, la amenaza de la violencia –a cada rato invocada por el ocupante de Los Pinos-- sí inhibió a los potenciales votantes
En Chihuahua y Tamaulipas, dos estados en donde hay presencia de cárteles, el abstencionismo llegó a 60%, informa la nota, y apunta que en la primera de estas dos entidades, donde ganó el priísta César Duarte por 54.2% de las casillas computadas hasta ese momento, la participación sólo registró 35.98%, según el Instituto electoral local.
En la segunda de las entidades, en la que triunfó Egidio Torre Cantú --quien suplió a su hermano Rodolfo, asesinado hace una semana--, 39.7% del electorado emitió su voto.
No obstante, en Sinaloa hubo una participación cercana al promedio, pues de acuerdo al PREP del órgano electoral de ese estado, se registró una participación de 57.05%.
Fue en Zacatecas
La entidad, de las 12 que estaban en disputa, donde se registró mayor participación fue Veracruz, con 57.7% de ciudadanos que se acercaron a las urnas a emitir su voto, seguida de Zacatecas, con 57.2%. Con poco menos, están Oaxaca, Aguascalientes.
En Durango, el estado donde los resultados están más cerrados, de acuerdo al PREP local, el 53.9% de la población con derecho a voto sí acudió a las urnas.
Nada mal que el abstencionismo haya tenido expresiones importantes en sólo dos de las entidades que renovaron a sus ejecutivos locales el último domingo.
¿Qué pasó ese día? ¿Por qué la tregua o parcial cese al fuego?
¿Acaso los capos enviaron a sus sicarios a ejercer su “derecho y obligación ciudadana? ¿Dejaron el espacio a los delincuentes electorales?
Debería haber elecciones a diario.
Cambiamos de la violencia de las armas a la menos dañina violencia verbal de los políticos, ¿o no?
El meollo del asunto es que Felipe Calderón comanda ambos bandos de la supuesta "guerra fallida" (Fuerzas Federales y Narcotraficantes) , cuyo propósito es aterrorizar al pueblo de México y de paso eliminar disidentes incómodos al régimen espurio; por lo que en esta ocasión ordeno calma a sus comandados.
Saludos Compas!!!
Fue este 4 de julio, con mucho, el día más tranquilo desde que, unilateralmente y sin consenso, Felipe Calderón se lanzara --como dicen que lo hizo El Borras-- a una dizque “guerra contra el crimen organizado”, ahora rebautizada como “lucha por la seguridad”.
Eje del machacón y cada vez más hueco discurso del ocupante de Los Pinos, el de la amenaza del crimen organizado a la democracia, tuvo un impasse el día de la jornada comicial celebrada en entidades de suyo generadoras de informaciones violentas: Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Durango… Ni un solo muerto. Ningún levantón. Cero secuestros. Ningún decapitado.
Bien podríamos colegir que este “feriado” concedido por la delincuencia organizada –prácticamente un “puente”, pues tampoco la noche del sábado hubo mayor cosa qué lamentar-- obedece a su espíritu democrático… o a que aprovecharon el 4th of July y viajaron a sus matrices estadounidenses a celebrar la Independencia proclamada en 1776.
¡De haber sabido…! Y sí, de haber adivinado que este último domingo los delincuentes no “se matarían entre ellos” llevándose entre sus balas a civiles catalogados como “daños colaterales”, muchos más mexicanos habrían salido de sus casas a votar en las entidades en las que se celebraron comicios.
Porque, en efecto, la amenaza de la violencia –a cada rato invocada por el ocupante de Los Pinos-- sí inhibió a los potenciales votantes
En Chihuahua y Tamaulipas, dos estados en donde hay presencia de cárteles, el abstencionismo llegó a 60%, informa la nota, y apunta que en la primera de estas dos entidades, donde ganó el priísta César Duarte por 54.2% de las casillas computadas hasta ese momento, la participación sólo registró 35.98%, según el Instituto electoral local.
En la segunda de las entidades, en la que triunfó Egidio Torre Cantú --quien suplió a su hermano Rodolfo, asesinado hace una semana--, 39.7% del electorado emitió su voto.
No obstante, en Sinaloa hubo una participación cercana al promedio, pues de acuerdo al PREP del órgano electoral de ese estado, se registró una participación de 57.05%.
Fue en Zacatecas
La entidad, de las 12 que estaban en disputa, donde se registró mayor participación fue Veracruz, con 57.7% de ciudadanos que se acercaron a las urnas a emitir su voto, seguida de Zacatecas, con 57.2%. Con poco menos, están Oaxaca, Aguascalientes.
En Durango, el estado donde los resultados están más cerrados, de acuerdo al PREP local, el 53.9% de la población con derecho a voto sí acudió a las urnas.
Nada mal que el abstencionismo haya tenido expresiones importantes en sólo dos de las entidades que renovaron a sus ejecutivos locales el último domingo.
¿Qué pasó ese día? ¿Por qué la tregua o parcial cese al fuego?
¿Acaso los capos enviaron a sus sicarios a ejercer su “derecho y obligación ciudadana? ¿Dejaron el espacio a los delincuentes electorales?
Debería haber elecciones a diario.
Cambiamos de la violencia de las armas a la menos dañina violencia verbal de los políticos, ¿o no?
El meollo del asunto es que Felipe Calderón comanda ambos bandos de la supuesta "guerra fallida" (Fuerzas Federales y Narcotraficantes) , cuyo propósito es aterrorizar al pueblo de México y de paso eliminar disidentes incómodos al régimen espurio; por lo que en esta ocasión ordeno calma a sus comandados.
Saludos Compas!!!
