Esta historia me la conto mi madre, ahora tengo el gusto de compartirla con el corral, sin duda es de esas historias en la que para disfrutarla, necesitas sentarte con tu taza de cafe y tu costal de galletas animalitos.
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Para cuando mi abuela murió por el cáncer (q.e.p.d.), mi madre tenía 15 años. De los siete hermanos, cinco ya estaban casados, siendo estos los encargados de todo el proceso de vela y entierro, así como el de cuidar a los dos hermanos menores, mi madre y mi tío.
Acabado el entierro todo continuo como de costumbre. El único problema es que por las distancias, los hermanos mayores no siempre podían ir a cuidar o ver como se encontraban los hermanos más pequeños, aun con ese inconveniente, mi madre y mi tío, eran muy independientes, por lo que hacían todo como si su madre siguiera viva.
La casa de mi abuela está en una colina, está construida con varas como de caña o bambú y tablones de madera, forrado con hojas de periódico por dentro, con techo de lamina y cuenta con una sala, un cuarto grande, la cocina, el baño, un patio todo accidentado y un traspatio amplio en la parte de atrás.
Era de noche cuando mi madre abrió los ojos, vio a su hermano recostado en la esquina y del otro lado vio a su madre recostada, extendió el brazo para abrazarla y sintió su piel muy fría, mi madre cerro su ojos pero antes de volver al sueño, recordó que mi abuela estaba muerta, sintió un fuerte escalofrió, pues todavía sentía el cuerpo con su brazo, quito lentamente este, se dio la vuelta y abrazo a su hermanito y como pudo intento dormir sin prestar atención. Amaneció y se lo comento a mi tío, pero pensaron que quizás era un sueño.
Otra noche mi tío llego cansado de trabajar en la panadería, se recostó en su cama al fondo, al parecer no había nadie, quedo leyendo una noticia de los periódicos pegados a la pared, cuando vio que una silueta se levantaba de la cama de su madre, "quizás mi hermana" pensó mi tío, la persona tomo sus sandalias, y camino arrastrándolas hacia la sala, empujo la cortina y la luz del foco de la sala dibujo mucho mejor la figura, era una mujer parecida a su madre, mi tío quedo petrificado, viendo como se alejaba, escucho como se mecían en la mecedora favorita de su mama, curioso por ver a la persona, se levanto y camino silenciosamente, pero al llegar solo encontró a la silla meciéndose y las sandalias debajo, mi tío prefirió esperar a mi madre, afuera de la casa.
Un día llegaron juntos los dos hermanos, y antes de quitar el candado, de la cadena que hacía de seguro a la puerta, escucharon como una mujer lloraba y gritaba dentro de la casa, primero pensaron que quizás era una hermana que había llegado a cuidarles y se había lastimado abrieron la puerta, y se percataron de que los sonidos venían del cuarto, empezaron a gritar los nombres de las hermanas, pero nadie respondía, solo llanto en el cuarto y los gritos que cesaban poco a poco, mi madre fue por un machete y entraron al cuarto empujando la cortina, pero no había nadie.
Fueron varios los días y las noches, en que veían a una mujer similar a mi abuela, recostada en su cama, levantándose de esta, meciéndose en la silla, también la vieron caminar de un lado a otro y desaparecer, así como fueron varias las veces que se escuchaban llantos, gritos, hasta voces de mujeres rezando y hasta sentían el aroma de mi abuela o de hierbas como "ruda" que usaba mucho dentro de la casa , especialmente en el cuarto, pero creo que de todas las cosas que pasaban, lo que más les daba escalofríos, era que cuando ya estaban durmiendo y se encontraba todo silencio, se escuchaba como arrastraban las chanclas de mi abuela, caminaban por la sala y luego se mecían lentamente.
Molestos y cansados de estos sucesos, hablaron con un sacerdote, amigo de la familia, el cual llego a bendecir la casa, dedujo que se tenía que quemar el colchón donde dormía mi abuela por que antes de ser trasladada al hospital paso mucho tiempo en reposo en esa cama mientras sufría, entonces el objeto había guardado mucho sufrimiento, terminaron quemando el colchón y uno que otro objeto que le pertenecieron a mi abuela, por ultimo bendijeron el lugar quedaron los restos calcinados, solo así dejaron de ver a la mujer y de escuchar tantas cosas.
Bueno eso es casi un resumen de todo lo que paso después de la muerte de mi abuela (que en paz descanse) espero les haya gustado, luego continuo contando otras historias.
Otras Historias:
La mala mujer http://ba-k.com/showthread.php?t=733696
Tentacion: http://ba-k.com/showthread.php?t=739697
Proyecto Cosas sobrenaturales http://ba-k.com/showthread.php?t=963249
Lo que vio un amigo http://ba-k.com/showthread.php?t=1151327
Lo que vio un amigo (2da historia) http://www.ba-k.com/showthread.php?t=1155685
Lo que vio un amigo (3ra historia) http://www.ba-k.com/showthread.php?t=1168065
Hacia la montaña http://ba-k.com/showthread.php?t=1153637
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[FONT="]---Hora de la despedida---
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Para cuando mi abuela murió por el cáncer (q.e.p.d.), mi madre tenía 15 años. De los siete hermanos, cinco ya estaban casados, siendo estos los encargados de todo el proceso de vela y entierro, así como el de cuidar a los dos hermanos menores, mi madre y mi tío.
Acabado el entierro todo continuo como de costumbre. El único problema es que por las distancias, los hermanos mayores no siempre podían ir a cuidar o ver como se encontraban los hermanos más pequeños, aun con ese inconveniente, mi madre y mi tío, eran muy independientes, por lo que hacían todo como si su madre siguiera viva.
La casa de mi abuela está en una colina, está construida con varas como de caña o bambú y tablones de madera, forrado con hojas de periódico por dentro, con techo de lamina y cuenta con una sala, un cuarto grande, la cocina, el baño, un patio todo accidentado y un traspatio amplio en la parte de atrás.
Era de noche cuando mi madre abrió los ojos, vio a su hermano recostado en la esquina y del otro lado vio a su madre recostada, extendió el brazo para abrazarla y sintió su piel muy fría, mi madre cerro su ojos pero antes de volver al sueño, recordó que mi abuela estaba muerta, sintió un fuerte escalofrió, pues todavía sentía el cuerpo con su brazo, quito lentamente este, se dio la vuelta y abrazo a su hermanito y como pudo intento dormir sin prestar atención. Amaneció y se lo comento a mi tío, pero pensaron que quizás era un sueño.
Otra noche mi tío llego cansado de trabajar en la panadería, se recostó en su cama al fondo, al parecer no había nadie, quedo leyendo una noticia de los periódicos pegados a la pared, cuando vio que una silueta se levantaba de la cama de su madre, "quizás mi hermana" pensó mi tío, la persona tomo sus sandalias, y camino arrastrándolas hacia la sala, empujo la cortina y la luz del foco de la sala dibujo mucho mejor la figura, era una mujer parecida a su madre, mi tío quedo petrificado, viendo como se alejaba, escucho como se mecían en la mecedora favorita de su mama, curioso por ver a la persona, se levanto y camino silenciosamente, pero al llegar solo encontró a la silla meciéndose y las sandalias debajo, mi tío prefirió esperar a mi madre, afuera de la casa.
Un día llegaron juntos los dos hermanos, y antes de quitar el candado, de la cadena que hacía de seguro a la puerta, escucharon como una mujer lloraba y gritaba dentro de la casa, primero pensaron que quizás era una hermana que había llegado a cuidarles y se había lastimado abrieron la puerta, y se percataron de que los sonidos venían del cuarto, empezaron a gritar los nombres de las hermanas, pero nadie respondía, solo llanto en el cuarto y los gritos que cesaban poco a poco, mi madre fue por un machete y entraron al cuarto empujando la cortina, pero no había nadie.
Fueron varios los días y las noches, en que veían a una mujer similar a mi abuela, recostada en su cama, levantándose de esta, meciéndose en la silla, también la vieron caminar de un lado a otro y desaparecer, así como fueron varias las veces que se escuchaban llantos, gritos, hasta voces de mujeres rezando y hasta sentían el aroma de mi abuela o de hierbas como "ruda" que usaba mucho dentro de la casa , especialmente en el cuarto, pero creo que de todas las cosas que pasaban, lo que más les daba escalofríos, era que cuando ya estaban durmiendo y se encontraba todo silencio, se escuchaba como arrastraban las chanclas de mi abuela, caminaban por la sala y luego se mecían lentamente.
Molestos y cansados de estos sucesos, hablaron con un sacerdote, amigo de la familia, el cual llego a bendecir la casa, dedujo que se tenía que quemar el colchón donde dormía mi abuela por que antes de ser trasladada al hospital paso mucho tiempo en reposo en esa cama mientras sufría, entonces el objeto había guardado mucho sufrimiento, terminaron quemando el colchón y uno que otro objeto que le pertenecieron a mi abuela, por ultimo bendijeron el lugar quedaron los restos calcinados, solo así dejaron de ver a la mujer y de escuchar tantas cosas.
Bueno eso es casi un resumen de todo lo que paso después de la muerte de mi abuela (que en paz descanse) espero les haya gustado, luego continuo contando otras historias.
Otras Historias:
La mala mujer http://ba-k.com/showthread.php?t=733696
Tentacion: http://ba-k.com/showthread.php?t=739697
Proyecto Cosas sobrenaturales http://ba-k.com/showthread.php?t=963249
Lo que vio un amigo http://ba-k.com/showthread.php?t=1151327
Lo que vio un amigo (2da historia) http://www.ba-k.com/showthread.php?t=1155685
Lo que vio un amigo (3ra historia) http://www.ba-k.com/showthread.php?t=1168065
Hacia la montaña http://ba-k.com/showthread.php?t=1153637
saludos
