Historias Sobrenaturales.
- Iniciador del tema glenn126
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Yo tengo todas las historias, pásame un correo y con gusto las comparto.
Al fin y al cabo de eso se trata todo esto.
ah, mi correo mandddo@gmail.com o tuit @armandddo
Al fin y al cabo de eso se trata todo esto.
ah, mi correo mandddo@gmail.com o tuit @armandddo
He estado investigando acerca de la supuesta división donde trabaja el tío glen, así como de los casos que describe, en particular de la famosa casa de la tía toña (me queda muy cerca) y al parecer todo ha sido pura ficción, ahora entiendo porque la ausencia tan prolongada del tío glen.
Lo lamento mucho chavos, todo parecía muy bueno como para ser cierto.
Lo lamento mucho chavos, todo parecía muy bueno como para ser cierto.
Gracias por los comentarios...
Yo en tono neutral les puedo decir que a veces no se sabe a quien creerle porque el Gobierno (todos los gobiernos) ocultan tantas cosas, en fin si Gleen estuvo inventando todo bienvenida sea su imaginación, si hubo algo de cierto pues quizás no lo sabremos.
Pues les cuento el día que se puso rudo en la clínica donde hacía mi servicio social.
Quien tenga parientes médicos, les podrán contar todas las cosas que piden sobre las clínicas, que si censos de mujeres en edad fértil, que si censos por edades, pirámides poblacionales, distribución de población por ocupación, riesgos, enfermedades y un largo etc. Así que llegó esa bonita época del año cuando ya había pasado todo eso, aunque la información rondaba por mi cabeza (ya les diré a que viene al cuento este rollo), así que una noche me acosté a dormir como a las 22:00 hrs aproximadamente, y yo súper tranquilo cuando en eso escuché el maullido de un gato, como comentario al calce toda mi vida en casa habíamos tenido gatos y conozco sus maullidos y la verdad que jamás me dieron miedo o algo por el estilo, así que no le presté mucha importancia hasta que sentí que hacía frío en mi cuarto, ajá frío en una zona costera en pleno verano donde las noches parecían interminables, y mi cuarto donde tenía la ventana tapada para que no entrara ni saliera ni el aire, dormir en un colchón institucional (esos forrados de lona) ya me dirán si había la posibilidad de sentir "frío". Así que se me hizo raro y más que el gato maullaba muy fuerte y junto a mi ventana, de repente comencé a hacer memoria del censo de animales domésticos, de ahí lo que les contaba al inicio, y no recordaba que alguien tuviera un gato cerca de la clínica, es mas pocas personas tenían gatos ahí, había muchos mas perros, burros o cerdos, pero gatos pocos. Así que de repente escuché como el gato maullaba mas fuerte y mas feo pero no escuchaba que se peleara con otro gato o que estuviera en plena cópula, de repente se me ocurrió rezar y conforme yo rezaba el supuesto gato se callaba, cuando yo me callaba el gato maullaba fuerte, ok sucedió una vez, dos veces, podría haber sido coincidencia, tres veces ya no era coincidencia, cuatro y cinco veces ya sonaba a algo diferente, porque conforme me callaba yo en la parte que fuera de la oración el gato parecía que escuchaba y comenzaba a maullar, y yo rezaba en voz baja. Así que con todo el temor del mundo me levanté de la cama y fui por un crucifijo que estaba colgado en una pared, lo tomé como si fuera espada y dije "mira no sé quien seas ni que quieras, pero te advierto que si salgo nos vamos a ver las caras y no importa que suceda pero tus buenos madrazos si te llevas cabrón" y el gato seguía maullando fuerte y feo hasta que al tocar la perilla de la puerta para salir, escuché cómo el gato dio un auténtico aullido y salió corriendo y en eso se comenzaron a escuchar los perros que vivían cerca, todos ladraban y aullaban en la trayectoria en que el supuesto gato había salido corriendo. Aclaro que no me asomé ni salí. Me quedé en la habitación y después cavilaba que durante el tiempo que escuché al dichoso gato no escuchaba ningún otro ruido ni de animales ni nada.
Al día siguiente salí y vi afuera de mi ventana un montón de tierra negra. La barrí y decidí no decirle nada a las enfermeras, sutilmente preguntaba a los pacientes si en esa zona había brujos o naguales pero nadie me supo decir nada, así que ahí dejé en paz el asunto. Después de eso siguieron pasando cosas en la clínica, pero bueno yo intentaba no hacer tanto caso ya que al fin conmigo no se metían.
Yo en tono neutral les puedo decir que a veces no se sabe a quien creerle porque el Gobierno (todos los gobiernos) ocultan tantas cosas, en fin si Gleen estuvo inventando todo bienvenida sea su imaginación, si hubo algo de cierto pues quizás no lo sabremos.
Pues les cuento el día que se puso rudo en la clínica donde hacía mi servicio social.
Quien tenga parientes médicos, les podrán contar todas las cosas que piden sobre las clínicas, que si censos de mujeres en edad fértil, que si censos por edades, pirámides poblacionales, distribución de población por ocupación, riesgos, enfermedades y un largo etc. Así que llegó esa bonita época del año cuando ya había pasado todo eso, aunque la información rondaba por mi cabeza (ya les diré a que viene al cuento este rollo), así que una noche me acosté a dormir como a las 22:00 hrs aproximadamente, y yo súper tranquilo cuando en eso escuché el maullido de un gato, como comentario al calce toda mi vida en casa habíamos tenido gatos y conozco sus maullidos y la verdad que jamás me dieron miedo o algo por el estilo, así que no le presté mucha importancia hasta que sentí que hacía frío en mi cuarto, ajá frío en una zona costera en pleno verano donde las noches parecían interminables, y mi cuarto donde tenía la ventana tapada para que no entrara ni saliera ni el aire, dormir en un colchón institucional (esos forrados de lona) ya me dirán si había la posibilidad de sentir "frío". Así que se me hizo raro y más que el gato maullaba muy fuerte y junto a mi ventana, de repente comencé a hacer memoria del censo de animales domésticos, de ahí lo que les contaba al inicio, y no recordaba que alguien tuviera un gato cerca de la clínica, es mas pocas personas tenían gatos ahí, había muchos mas perros, burros o cerdos, pero gatos pocos. Así que de repente escuché como el gato maullaba mas fuerte y mas feo pero no escuchaba que se peleara con otro gato o que estuviera en plena cópula, de repente se me ocurrió rezar y conforme yo rezaba el supuesto gato se callaba, cuando yo me callaba el gato maullaba fuerte, ok sucedió una vez, dos veces, podría haber sido coincidencia, tres veces ya no era coincidencia, cuatro y cinco veces ya sonaba a algo diferente, porque conforme me callaba yo en la parte que fuera de la oración el gato parecía que escuchaba y comenzaba a maullar, y yo rezaba en voz baja. Así que con todo el temor del mundo me levanté de la cama y fui por un crucifijo que estaba colgado en una pared, lo tomé como si fuera espada y dije "mira no sé quien seas ni que quieras, pero te advierto que si salgo nos vamos a ver las caras y no importa que suceda pero tus buenos madrazos si te llevas cabrón" y el gato seguía maullando fuerte y feo hasta que al tocar la perilla de la puerta para salir, escuché cómo el gato dio un auténtico aullido y salió corriendo y en eso se comenzaron a escuchar los perros que vivían cerca, todos ladraban y aullaban en la trayectoria en que el supuesto gato había salido corriendo. Aclaro que no me asomé ni salí. Me quedé en la habitación y después cavilaba que durante el tiempo que escuché al dichoso gato no escuchaba ningún otro ruido ni de animales ni nada.
Al día siguiente salí y vi afuera de mi ventana un montón de tierra negra. La barrí y decidí no decirle nada a las enfermeras, sutilmente preguntaba a los pacientes si en esa zona había brujos o naguales pero nadie me supo decir nada, así que ahí dejé en paz el asunto. Después de eso siguieron pasando cosas en la clínica, pero bueno yo intentaba no hacer tanto caso ya que al fin conmigo no se metían.
Pues ya investigué también en la Iglesia Católica con algunos sacerdotes con los que tengo contacto en misiones y con un pastor evangélico amigo mío o mas bien conocido, y nadie conoce o recuerda a alguien que haya colaborado con el gobierno en casos sin explicación lógica, es mas platiqué largo y tendido con el pastor evangélico y me dijo que ellos ni siquiera tocan el tema de lo paranormal, mucho menos de fantasmas, chamanes, brujería, etc., etc., su respuesta fue muy parecida a la de la Iglesia Católica, en la Iglesia Católica solo se limitaron a decirme que el mal existe y puede hacerse presente de muchas formas, pero de eso a que las energías queden impregnadas en algún lugar suena mas a charlatanería, es prácticamente imposible que existan almas en pena de gente murió de forma violenta, en cuanto mueres eres juzgado y te vas a donde te toque, pero tu alma no queda penando, y mucho menos se quedan en las casas por lo tanto es prácticamente imposible que existan casas o lugares embrujados, si alguien llega a contactar a un espíritu no es el de una persona mas bien se trata de un demonio, pero eso es muy pero muy difícil que suceda, de los sacerdotes que entrevisté ninguno recuerda un caso posesión demoniaca y mucho menos de lugares embrujados.
Pues para no dejar que se muera el post, les contaré algo que me sucedió hace ya bastantes años, lo curioso es que cuando le suceden cosas a una sola persona podemos decir incluso que es sugestión, que vimos mal, podemos atribuir muchas cosas, pero cuando dos personas comparten un fenómeno incluso estando separados, quiere decir que algo en realidad sucedió aunque no tengamos la respuesta a qué es.
Lo que les voy a narrar sucedió cuando yo estudiaba la carrera, en ese entonces mi madre era bastante estricta con los horarios de televisión, nada de desvelarse viendo televisión, a mas tardar 22:10 se apagaba la televisión y si me desvelaba era sólo por estudiar (ahora se lo agradezco pero en su momento eran tan enfadosas esas reglas). Así que un día ella se fue a un retiro espiritual por parte de su religión y yo estaba más que contento porque era viernes y sábado y por fin podía desvelarme viendo televisión (¡que ñoño!) y me emocioné porque iban a pasar Vanilla Sky y su contraparte española, una después de la otra, así que me dispuse con todo para ver las películas. En la tarde que se fue mi mamá se despidió y me dijo que me portara bien, así que cuando ella se fue, corriendo fui al súper por palomitas de microondas, refresco y cosas para ver la película ¡me iba a desvelar viendo películas!, así que era una gran ocasión.
Unos quince minutos antes de las películas por ahí de las 22:30 comenzaron a pasar comerciales de esos que son reseñas-trailers de películas, yo con mi tazón enorme de palomitas y sentado en el piso sobre un cojín esperando ansioso el inicio de las películas cuando de repente mi cuerpo saltó como si me hubieran picado las costillas, fue algo raro-gracioso porque yo no sentí nada, les mentiría si les dijera que sentí la presencia de un ser extraño o algo así, sólo mi cuerpo reaccionó en automático y salté, me comencé a reír porque no le dí importancia o no le relacioné con algo sobrenatural, incluso pensé que era por la emoción de la película. Segundos después sentí la típica piloerección, es decir la famosa carne de gallina, en mis brazos y en todo mi cuerpo, nuevamente pensé que era porque hacía frío o era de noche o equis cosa, así que jalé una sudadera que tenía en el sillón y me la puse, sin perder de vista la pantalla por supuesto. Así que de repente, de reojo del lado derecho en el umbral que divide la sala donde me encontraba y la siguiente habitación, distinguí una figura de blanco parada, ahí si fue cuando me asusté y volteé, no vi nada, yo seguía sintiendo frío pero al estar de frente no vi nada, así que atribuí la visión a un reflejo en mis lentes, quizás el reflejo de la televisión, en fin un largo etc de probabilidades, cuando me puse nuevamente a mirar la televisión vi la figura ahí parada, pude distinguir de reojo que era un hombre alto, moreno, de turbante blanco y una gran blanca larga que llegaba hasta su pecho. El verlo nuevamente me puso nervioso, volteé y de frente no vi nada, nuevamente volteé hacia la tv y de reojo lo seguí viendo ahí parado. Así que con todo el nervio del mundo pregunté "¿qué quieres?", a mis adentros pensé, "si este me contesta segurito me orino del miedo", así pasé no sé cuanto tiempo, minutos que parecían eternos, entre que esa figura estaba ahí de pie y no decía ni hacía mas nada. De repente escuché un sonido como cuando se desinfla un globo o algo así, el ambiente frío se quitó y hasta se movieron las cortinas que estaban en el umbral, el ambiente se sintió mas ligero y ya no ví al sujeto en cuestión. Acto seguido agarré mi tazón de palomitas y lo dejé en la mesa, apagué la tele y me subí a mi cuarto (si el miedo no anda en burro), logré conciliar el sueño y me dormí.
El sábado que regresó mi mamá en la tarde-noche, estuvimos platicando y ella me dijo que había tenido un sueño "bastante raro", me dijo que en la noche le había tocado compartir la habitación con una señora que ella no conocía pero que según era para que se hicieran lazos de convivencia. El caso es que al dormir, soñó que un hombre se paraba entre las dos camas. En ese momento le describí al hombre que yo había visto, y ella me dijo que exactamente así era el hombre de su sueño, un hombre moreno alto, vestido de blanco, con turbante y una gran blanca, que se paraba entre las dos camas y mi madre en el sueño y sabiendo que estaba soñando le preguntó que si quería que rezara por él o si era un alma en pena que necesitara algo y lo único que hizo fue señalarle una esquina de la habitación donde al verla se podía ver la sala de mi casa, y al ver ella hacia donde le señalaba, se despertó de ese sueño. Ya después le conté lo que había sucedido y nos quedamos pensativos en qué o quien pudo haber sido ese ente.
Como ven, ambos coincidimos en el evento de haber visto al mismo señor, incluso me atrevería a pensar que a la misma hora, pero en lugares distintos, yo en la sala de mi casa y ella en un sitio que usaban para los retiros espirituales. La descripción podría coincidir con la de los yoguis o personajes hindús. En fin después de eso no volvimos a saber de este personaje.
Lo que les voy a narrar sucedió cuando yo estudiaba la carrera, en ese entonces mi madre era bastante estricta con los horarios de televisión, nada de desvelarse viendo televisión, a mas tardar 22:10 se apagaba la televisión y si me desvelaba era sólo por estudiar (ahora se lo agradezco pero en su momento eran tan enfadosas esas reglas). Así que un día ella se fue a un retiro espiritual por parte de su religión y yo estaba más que contento porque era viernes y sábado y por fin podía desvelarme viendo televisión (¡que ñoño!) y me emocioné porque iban a pasar Vanilla Sky y su contraparte española, una después de la otra, así que me dispuse con todo para ver las películas. En la tarde que se fue mi mamá se despidió y me dijo que me portara bien, así que cuando ella se fue, corriendo fui al súper por palomitas de microondas, refresco y cosas para ver la película ¡me iba a desvelar viendo películas!, así que era una gran ocasión.
Unos quince minutos antes de las películas por ahí de las 22:30 comenzaron a pasar comerciales de esos que son reseñas-trailers de películas, yo con mi tazón enorme de palomitas y sentado en el piso sobre un cojín esperando ansioso el inicio de las películas cuando de repente mi cuerpo saltó como si me hubieran picado las costillas, fue algo raro-gracioso porque yo no sentí nada, les mentiría si les dijera que sentí la presencia de un ser extraño o algo así, sólo mi cuerpo reaccionó en automático y salté, me comencé a reír porque no le dí importancia o no le relacioné con algo sobrenatural, incluso pensé que era por la emoción de la película. Segundos después sentí la típica piloerección, es decir la famosa carne de gallina, en mis brazos y en todo mi cuerpo, nuevamente pensé que era porque hacía frío o era de noche o equis cosa, así que jalé una sudadera que tenía en el sillón y me la puse, sin perder de vista la pantalla por supuesto. Así que de repente, de reojo del lado derecho en el umbral que divide la sala donde me encontraba y la siguiente habitación, distinguí una figura de blanco parada, ahí si fue cuando me asusté y volteé, no vi nada, yo seguía sintiendo frío pero al estar de frente no vi nada, así que atribuí la visión a un reflejo en mis lentes, quizás el reflejo de la televisión, en fin un largo etc de probabilidades, cuando me puse nuevamente a mirar la televisión vi la figura ahí parada, pude distinguir de reojo que era un hombre alto, moreno, de turbante blanco y una gran blanca larga que llegaba hasta su pecho. El verlo nuevamente me puso nervioso, volteé y de frente no vi nada, nuevamente volteé hacia la tv y de reojo lo seguí viendo ahí parado. Así que con todo el nervio del mundo pregunté "¿qué quieres?", a mis adentros pensé, "si este me contesta segurito me orino del miedo", así pasé no sé cuanto tiempo, minutos que parecían eternos, entre que esa figura estaba ahí de pie y no decía ni hacía mas nada. De repente escuché un sonido como cuando se desinfla un globo o algo así, el ambiente frío se quitó y hasta se movieron las cortinas que estaban en el umbral, el ambiente se sintió mas ligero y ya no ví al sujeto en cuestión. Acto seguido agarré mi tazón de palomitas y lo dejé en la mesa, apagué la tele y me subí a mi cuarto (si el miedo no anda en burro), logré conciliar el sueño y me dormí.
El sábado que regresó mi mamá en la tarde-noche, estuvimos platicando y ella me dijo que había tenido un sueño "bastante raro", me dijo que en la noche le había tocado compartir la habitación con una señora que ella no conocía pero que según era para que se hicieran lazos de convivencia. El caso es que al dormir, soñó que un hombre se paraba entre las dos camas. En ese momento le describí al hombre que yo había visto, y ella me dijo que exactamente así era el hombre de su sueño, un hombre moreno alto, vestido de blanco, con turbante y una gran blanca, que se paraba entre las dos camas y mi madre en el sueño y sabiendo que estaba soñando le preguntó que si quería que rezara por él o si era un alma en pena que necesitara algo y lo único que hizo fue señalarle una esquina de la habitación donde al verla se podía ver la sala de mi casa, y al ver ella hacia donde le señalaba, se despertó de ese sueño. Ya después le conté lo que había sucedido y nos quedamos pensativos en qué o quien pudo haber sido ese ente.
Como ven, ambos coincidimos en el evento de haber visto al mismo señor, incluso me atrevería a pensar que a la misma hora, pero en lugares distintos, yo en la sala de mi casa y ella en un sitio que usaban para los retiros espirituales. La descripción podría coincidir con la de los yoguis o personajes hindús. En fin después de eso no volvimos a saber de este personaje.
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buenas noches para todos los seguidores del forro
la verdad siempre he sido un fiel seguidor pero nunca había pensado en comentar mis experiencias pero en estos momentos le escribo para saber si existe alguien que haya pasado por lo mismo o tenga conocimiento de algo parecido.
bueno hace como uno mes y medio me dio por ir donde una señora que es adivina para preguntar el porque no me iba bien en mis proyectos y sobre todo porque no consigo un empleo o chamba como uds llaman, ella al leerme las cartas dijo que había un espíritu que me atormentaba y que deberíamos hacer otra sección, la verdad no le creí a pesar que me dijo muchas cosas de mi vida intima.
en la otra sección me informo que yo tenia dos espíritus de dos mujeres desde hacia mucho tiempo en un primer momento me asuste pero luego considere que no era cierto pero al salir a la calle no les miento cuanta mujer se cruzaba por mi camino llevaba el mismo rostro es decir era como ver en cada mujer a la misma persona como si todas fueran hermanas, no le tome importancia porque considere que era psicosis mía y ya.
pero ella "adivina" me dijo que en mi caso yo había nacido en un punto algo así como el centro en donde el bien y el mal estaban a cada lado mio y que de mi dependía escoger, lo extraño es que lo mismo me lo dijo un cura o padre al confesarme; el me recomendó acérquese a la iglesia porque ud esta en un lugar donde es tentado por los dos poderes.
después de esto en mi casa siempre han sucedido casos de ruidos sin explicación pero después de confesarme por una semana los casos se sentía mucho mas fuerte yo escuchaba una mujer sollozar en la mesa del comedor y después para un martes escuche claramente cuando llamaron a la puerta de la casa como a las 1:30 o 2:30 am y se escucho hablar a una mujer pero no se entendía que decía, mi familia también lo escucho pero consideraron que eran los vecinos y no le dieron mucha importancia al asunto porque la verdad todos ellos son muy cobardes y les da miedo lo mas mínimo y niegan cualquier evento.
después de esto el jueves de esa misma semana trabajando en la mesa del comedor con el portátil como a las 12:10 am escuche como al lado de mi silla una mujer hablaba de manera muy risueña y se reía no entendí nada pero mas que miedo me pregunte si se dejaba ver pero no, revise debajo de la mesa pero nada miraba al lado mio pero nada, al frente y nada así que no le di importancia hasta que se callo el evento no duro mucho tan solo unos dos minutos o menos.
como les dije estoy acostumbrado a estos sucesos y ya no me da miedo o no le doy importancia.
pero al otro día al ir de misa de liberación o "exorcismos" le comente al padre lo sucedido y el mi hizo oración y después de ese día duermo bien no importa la hora antes de eso no lo podía hacer antes de las 2:30 o 3:00 am a menos que un gallo cantara o alguien de la casa se levantara e hiciera ruido, sin decir que se sentía mas que miedo era la sensación que algo lo mira y que en cualquier momento lo atrapara
y así he seguido asistiendo a misa y normal pero ayer una persona me dijo que lo que había comenzado debía terminarlo y debía volver donde la adivina para que me expulsara todo lo malo y la verdad el padre habla que no esta bien ir a estos lugares
y pues aun no entiendo dicen que tengo un don pero no se cual ni nada........
alguien sabe algo sobre estar en medio del bien y del mal y que ambas partes van a estar luchando por a traerlo es que la verdad no tengo miedo de la situación sino que estoy cansado de la situación cuando por fin me siento en paz conmigo me dicen que aun debo terminar con todo los eventos
porque o sino eso mismo dice el padre que ya no me puedo alejar ni por chiste de la iglesia o mejor de DIOS
24 Cuando el espíritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Me volveré á mi casa de donde salí. 25 Y viniendo, la halla barrida y adornada. 26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, habitan allí: y lo postrero del tal hombre es peor que lo primero.
yo no he jugado con la ouija ni nada parecido pero esa es mi situación
al ver la película LIBRANOS DEL MAL me recordó sobre eso del "don" que tienen algunos
la verdad siempre he sido un fiel seguidor pero nunca había pensado en comentar mis experiencias pero en estos momentos le escribo para saber si existe alguien que haya pasado por lo mismo o tenga conocimiento de algo parecido.
bueno hace como uno mes y medio me dio por ir donde una señora que es adivina para preguntar el porque no me iba bien en mis proyectos y sobre todo porque no consigo un empleo o chamba como uds llaman, ella al leerme las cartas dijo que había un espíritu que me atormentaba y que deberíamos hacer otra sección, la verdad no le creí a pesar que me dijo muchas cosas de mi vida intima.
en la otra sección me informo que yo tenia dos espíritus de dos mujeres desde hacia mucho tiempo en un primer momento me asuste pero luego considere que no era cierto pero al salir a la calle no les miento cuanta mujer se cruzaba por mi camino llevaba el mismo rostro es decir era como ver en cada mujer a la misma persona como si todas fueran hermanas, no le tome importancia porque considere que era psicosis mía y ya.
pero ella "adivina" me dijo que en mi caso yo había nacido en un punto algo así como el centro en donde el bien y el mal estaban a cada lado mio y que de mi dependía escoger, lo extraño es que lo mismo me lo dijo un cura o padre al confesarme; el me recomendó acérquese a la iglesia porque ud esta en un lugar donde es tentado por los dos poderes.
después de esto en mi casa siempre han sucedido casos de ruidos sin explicación pero después de confesarme por una semana los casos se sentía mucho mas fuerte yo escuchaba una mujer sollozar en la mesa del comedor y después para un martes escuche claramente cuando llamaron a la puerta de la casa como a las 1:30 o 2:30 am y se escucho hablar a una mujer pero no se entendía que decía, mi familia también lo escucho pero consideraron que eran los vecinos y no le dieron mucha importancia al asunto porque la verdad todos ellos son muy cobardes y les da miedo lo mas mínimo y niegan cualquier evento.
después de esto el jueves de esa misma semana trabajando en la mesa del comedor con el portátil como a las 12:10 am escuche como al lado de mi silla una mujer hablaba de manera muy risueña y se reía no entendí nada pero mas que miedo me pregunte si se dejaba ver pero no, revise debajo de la mesa pero nada miraba al lado mio pero nada, al frente y nada así que no le di importancia hasta que se callo el evento no duro mucho tan solo unos dos minutos o menos.
como les dije estoy acostumbrado a estos sucesos y ya no me da miedo o no le doy importancia.
pero al otro día al ir de misa de liberación o "exorcismos" le comente al padre lo sucedido y el mi hizo oración y después de ese día duermo bien no importa la hora antes de eso no lo podía hacer antes de las 2:30 o 3:00 am a menos que un gallo cantara o alguien de la casa se levantara e hiciera ruido, sin decir que se sentía mas que miedo era la sensación que algo lo mira y que en cualquier momento lo atrapara
y así he seguido asistiendo a misa y normal pero ayer una persona me dijo que lo que había comenzado debía terminarlo y debía volver donde la adivina para que me expulsara todo lo malo y la verdad el padre habla que no esta bien ir a estos lugares
y pues aun no entiendo dicen que tengo un don pero no se cual ni nada........
alguien sabe algo sobre estar en medio del bien y del mal y que ambas partes van a estar luchando por a traerlo es que la verdad no tengo miedo de la situación sino que estoy cansado de la situación cuando por fin me siento en paz conmigo me dicen que aun debo terminar con todo los eventos
porque o sino eso mismo dice el padre que ya no me puedo alejar ni por chiste de la iglesia o mejor de DIOS
24 Cuando el espíritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Me volveré á mi casa de donde salí. 25 Y viniendo, la halla barrida y adornada. 26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, habitan allí: y lo postrero del tal hombre es peor que lo primero.
yo no he jugado con la ouija ni nada parecido pero esa es mi situación
al ver la película LIBRANOS DEL MAL me recordó sobre eso del "don" que tienen algunos
"La Cola del Diablo".
EN EL HOSPITAL las horas se sucedían muy lentamente, sobre todo en el turno de noche, y las enfermeras tenían la costumbre de contarse historias entre ellas, de todo tipo: divertidas, dramáticas, de terror y de amor. Pero eran las historias de terror las que preferían las novatas. Una vez, una de las enfermeras más viejas, Mercedes, durante una noche contó lo siguiente:
“Hace mucho tiempo, en la década de los setenta, tuvimos como paciente a un anciano de unos ochenta años, el señor Moore, que llegó al hospital con un cuadro agudo de peritonitis. Lo operaron de urgencia y en esa misma operación descubrieron que sus tripas estaban carcomidas por el cáncer. Los doctores cerraron la herida y luego lo pusieron en la sala del pabellón tres, donde generalmente van a parar los pacientes que ya no tienen más remedio.
Nadie quería atender al señor Moore. Las drogas y el dolor lo habían vuelto loco. Era muy agresivo y mordió en varias ocasiones a las enfermeras más distraídas. Lo ataron a la cama, pero aún así trataba de mordernos si nos acercábamos demasiado. Sus dientes castañeaban en el aire y aún recuerdo ese ruido escalofriante que hacían al chocar entre sí: “tic tic tic tic”.
Una noche, escuché el timbre de uno de los pacientes y al ver el tablero me di cuenta que se trataba de la habitación de Moore. Como yo era la más nueva generalmente me mandaban a mí, por lo que no tuve más remedio que ir a ver qué pasaba. Pero cuando llegué a la habitación me encontré con una sorpresa. La cama de Moore estaba vacía, y había sangre en el centro de las sábanas. Mucha sangre. El paciente que compartía la habitación con él era quien había apretado el timbre, para alertarnos. Salí de la habitación para buscarlo, y de repente me sentí embargada por un terror inexplicable, que me sacudió de pies a cabeza. Ustedes saben que el pabellón tres es un lugar de por sí tétrico, la gente muere ahí todos los días, se escuchan lamentos, llantos, gemidos. Los pasillos siempre están mal iluminados y huele muy mal, aunque una termina por acostumbrarse. Miré hacia abajo y vi que un rastro de sangre se dirigía hacia los ascensores. Seguí el rastro con la mirada y al llegar al extremo del pasillo, donde hay una curva, vi que algo se arrastraba sobre el suelo. Parecía una serpiente, al principio pensé que era una serpiente, pero luego, con horror, me di cuenta que se trataban de las tripas del señor Moore.
Se le había abierto la herida y arrastraba las tripas como una horrible cola de unos diez metros de longitud. Se tambaleaba en dirección a la puerta abierta del ascensor, con aquella asquerosidad siguiéndolo. Corrí hacia él y resbalé en la sangre del piso. Y creo que fue una suerte, porque cuando el señor Moore se metió al ascensor se dio vuelta y me sonrió. Fue la sonrisa más maligna y demencial que vi en mi vida. Sus ojos estaban negros por el dolor o la locura. Apretó el botón de la planta baja, y las puertas del ascensor se cerraron. Y gran parte de sus tripas había quedado afuera.
No necesito decirles lo que ocurrió cuando el ascensor bajó, tampoco quiero hacerlo, porque fue repugnante y estremecedor. Incluso los médicos más experimentados vomitaban al ver el interior del ascensor. Pero el horror no terminó allí. Al cabo de una semana de haber muerto el señor Moore, una enfermera dijo haber visto a un anciano caminando por el pasillo del pabellón tres, con las tripas siguiéndolo como un rabo. La enfermera renunció algunos días después, y el mito del fantasma del señor Moore quedó, aunque nadie volvió a verlo”.
Apenas la enfermera Mercedes terminó de contar esto, una de las novatas señaló con cara de espanto hacia el pasillo. Allí, a través de la puerta entreabierta, podía verse un intestino largo y ensangrentado, que con lentitud de gusano se arrastraba sobre el suelo en dirección a los ascensores
FUENTE: lalo de anda
https://plus.google.com/communities/105948971224713973963
EN EL HOSPITAL las horas se sucedían muy lentamente, sobre todo en el turno de noche, y las enfermeras tenían la costumbre de contarse historias entre ellas, de todo tipo: divertidas, dramáticas, de terror y de amor. Pero eran las historias de terror las que preferían las novatas. Una vez, una de las enfermeras más viejas, Mercedes, durante una noche contó lo siguiente:
“Hace mucho tiempo, en la década de los setenta, tuvimos como paciente a un anciano de unos ochenta años, el señor Moore, que llegó al hospital con un cuadro agudo de peritonitis. Lo operaron de urgencia y en esa misma operación descubrieron que sus tripas estaban carcomidas por el cáncer. Los doctores cerraron la herida y luego lo pusieron en la sala del pabellón tres, donde generalmente van a parar los pacientes que ya no tienen más remedio.
Nadie quería atender al señor Moore. Las drogas y el dolor lo habían vuelto loco. Era muy agresivo y mordió en varias ocasiones a las enfermeras más distraídas. Lo ataron a la cama, pero aún así trataba de mordernos si nos acercábamos demasiado. Sus dientes castañeaban en el aire y aún recuerdo ese ruido escalofriante que hacían al chocar entre sí: “tic tic tic tic”.
Una noche, escuché el timbre de uno de los pacientes y al ver el tablero me di cuenta que se trataba de la habitación de Moore. Como yo era la más nueva generalmente me mandaban a mí, por lo que no tuve más remedio que ir a ver qué pasaba. Pero cuando llegué a la habitación me encontré con una sorpresa. La cama de Moore estaba vacía, y había sangre en el centro de las sábanas. Mucha sangre. El paciente que compartía la habitación con él era quien había apretado el timbre, para alertarnos. Salí de la habitación para buscarlo, y de repente me sentí embargada por un terror inexplicable, que me sacudió de pies a cabeza. Ustedes saben que el pabellón tres es un lugar de por sí tétrico, la gente muere ahí todos los días, se escuchan lamentos, llantos, gemidos. Los pasillos siempre están mal iluminados y huele muy mal, aunque una termina por acostumbrarse. Miré hacia abajo y vi que un rastro de sangre se dirigía hacia los ascensores. Seguí el rastro con la mirada y al llegar al extremo del pasillo, donde hay una curva, vi que algo se arrastraba sobre el suelo. Parecía una serpiente, al principio pensé que era una serpiente, pero luego, con horror, me di cuenta que se trataban de las tripas del señor Moore.
Se le había abierto la herida y arrastraba las tripas como una horrible cola de unos diez metros de longitud. Se tambaleaba en dirección a la puerta abierta del ascensor, con aquella asquerosidad siguiéndolo. Corrí hacia él y resbalé en la sangre del piso. Y creo que fue una suerte, porque cuando el señor Moore se metió al ascensor se dio vuelta y me sonrió. Fue la sonrisa más maligna y demencial que vi en mi vida. Sus ojos estaban negros por el dolor o la locura. Apretó el botón de la planta baja, y las puertas del ascensor se cerraron. Y gran parte de sus tripas había quedado afuera.
No necesito decirles lo que ocurrió cuando el ascensor bajó, tampoco quiero hacerlo, porque fue repugnante y estremecedor. Incluso los médicos más experimentados vomitaban al ver el interior del ascensor. Pero el horror no terminó allí. Al cabo de una semana de haber muerto el señor Moore, una enfermera dijo haber visto a un anciano caminando por el pasillo del pabellón tres, con las tripas siguiéndolo como un rabo. La enfermera renunció algunos días después, y el mito del fantasma del señor Moore quedó, aunque nadie volvió a verlo”.
Apenas la enfermera Mercedes terminó de contar esto, una de las novatas señaló con cara de espanto hacia el pasillo. Allí, a través de la puerta entreabierta, podía verse un intestino largo y ensangrentado, que con lentitud de gusano se arrastraba sobre el suelo en dirección a los ascensores
FUENTE: lalo de anda
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