Historia de Terror 2 - El "Hospital"

maurix

Bovino adicto
#1
Estamos mi comañero Alberto y yo subiendo el Nevado de Toluca a las 4 de la tarde del día martes diez de abril del dos mil siete. Apenas estamos empezando y noto que Alberto está subiendo muy acelerado, su arnés no deja de hacer un extraño ruido, trato de no hablar para reservar energías así que solo espero que pueda tomarle el ritmo y no quedarme muy atrás. Siento que el sol me está quemando la nuca así que suspendo un momento; Alberto ya va demasiado adelantado así que no tengo esperanzas de tomar de nuevo distancia antes de llegar al primer descanso por lo que empiezo a subir de manera más relajada sin prisa cuando de pronto unos trozos de pequeñas rocas chocan contra mi casco, volteo y veo con horror como mi compañero yace colgado de su arnés suspendido en el aire inconsciente, pero a la distancia que me encuentro es inútil tratar de reanimarlo así que empiezo a subir desesperado. ("Que torpe soy"), dejé que mi desesperación me controlara y olvidé ajustar el arnés; ya es muy tarde para percatarme de ello, me encuentro cayendo a una velocidad tan vertiginosa que siento al corazón salirse por la boca. De pronto de me ocurre tratar de sujetar la cuerda de algún modo ya que el arnés parece trabado, maldigo mi mala suerte pero no me queda otro remedio; poseo brazos fuertes así que espero puedan soportar la fuerza generada por mi peso y la aceleración gravitacional; sujeto fuerte la cuerda con ambas manos, "aahhh! mierda": siento que los hombros se me han roto y las manos me queman terríblemente; la fricción y el dolor me impiden un segundo intento pero la cuerda se ha movido bastante, estoy a punto de caer. Desesperado muevo mis piernas como último recurso, logro enrollar la cuerda a una de ellas y trato de soportar el dolor, me detengo un poco, ("puedo sujetar la cuerda"); con esfuerzo logro incorporarme y en un movimiento logro tomar la cuerda con mis manos que arden de dolor al igual que mi pierna y mi hombro, no me importa y enrollo la cuerda en uno de mis brazos para sujetarla con el otro. Olvidándome de lo fundamental para cualquier alpinista volteo hacia abajo, estoy tan cerca del suelo limpio que puedo ver la punta de la cuerda, me siento a la vez aliviado y alarmado. De pronto la cuerda se empieza a agitar fuertemente, casi se me escapa de las manos, volteo hacia arriba y veo a Alberto caer hacia mi; tal vez el movimiento brusco de mi caida safó su arnés de seguridad y ahora está a punto de morir y posíblemente yo también. Me preparo para el impacto, su cuerpo de setenta y tres kilogramos golpea contra el mio de frente a una velocidad increible y ambos caemos golpeando contra el suelo, al momento pierdo la consciencia.
("Qué peste!") el peor olor que he sentido en mi vida, huele a muerto. Escucho la voz de un hombre pero no comprendo lo que dice, mi cabeza da mil vueltas. Siento que me están llevando, me estoy moviendo y escucho el rechinido de lo que parecen ser llantas; no puedo abrir los ojos aunque tengo la intensión, algo me los cubre o simplemente no tengo fuerzas para poder abrirlos, estaré sedado? de pronto me detengo.
Me duele el estómago y la cabeza, no puedo mover mi brazo derecho, arde demasiado y siento mi cara muy rara, también me arde horriblemente, será tal vez por un respirador que tengo. El dolor cada vez es mayor, no puedo soportarlo; puedo oir de nuevo la voz del mismo hombre, pero esta ves si puedo comprender lo que dice: "ya despertó?" siento unos dedos frios tocar mi frente y mi cuello, será doctor? porque no usa guantes? "No ha parado de temblar desde hace unos minutos" le contesta una señora, por su voz calculo que es de unos cuarenta años. "Suministrele siete miligramos de morfina vía intravenosa" siento un liquido frío entrar por mis venas, poco a poco el dolor va desapareciendo. De nuevo no puedo abrir los ojos que me arden demasiado; trato de mover mi mano, apenas puedo. Pasan los minutos o serán horas? pero ya puedo mover mi mano izquierda,la derecha parece no reaccionar. Siento que alguien me vigila, como si no pararan de verme fíjamente; mi brazos no responden muy bien aún, solo puedo mover mi mano izquierda y un poco mi brazo izquierdo que tiene un catéter de diálisis. Me siguen viendo, lo puedo sentir. Pronto ya el movimiento de mi brazo es lo suficiente para poder tocar mi rostro; descubro que tengo mi ojo izquierdo tapado con cinta y el derecho... parece cubierto con un protector ocular algo humedo, mejor no lo toco, pero el izquierdo me lo destapo de inmediate con un jalón fuerte. Poco a poco abro el ojo; una luz tenue amarillenta me rodea, en segundos puedo reconocer la pared de la habitación, y alguien sentado junto a mi que me mira fíjamente aunque de momento no puedo ver bien, pero ese sujeto me da miedo, no está bien. Se levanta de forma muy extraña y camina hacia mi, noto entonces que su andar es muy extraño, camina chueco de un lado, me espanta un poco. "no despiertes, no te muevas" me dice con una voz tranquila y muy ronca, tomándome la mano derecha con una de sus manos, pnoto que no era una mano cualquiera, le faltaban dedos. "mejor hazte el muerto, ellos te mataran rápidamente si no reaccionas", de pronto se marchó y yo me siento aliviado por eso.
La visión la recupero totalmente, y puedo reconocer el techo de la habitación, esta muy sucio. Mi cabeza me sigue doliendo y puedo sentir que el dolor en mi estómago en realidad es un dolor muy agudo en mi vientre; la cabeza la muevo apenas unos centímetros, está mi cama cubierta por una cortina ignífuga color blanco, muy descuidada y sucia. Recuerdo lo sucedido y, por alguna razón, me da la impresión que este no es un hospital, que había sucedido con mi compañero Alberto? seguro que la caída debió haberlo matado, aunque la amortiguación de mi cuerpo posiblemente le salvó la vida. Pronto escucho que alguien viene y recuerdo las palabras del extraño hombre, ("que hago?") me dió la impresión de que debía obedecerlo por el momento, hasta saber que era lo que ocurría, cubro de nuevo mi ojo con la cinta, la tenía todavía pegada en mi mano. "Aún no despierta?" de nuevo esa desagradable voz tan fastidiosa, "parece que el golpe en la cabeza lo indujo a un coma, como habiamos predicho". ("No habras los ojos, espera") escucho como el sujeto se me acerca, pronto siento un fuerte golpe en mi rodilla, no me muevo; luego en mi brazo derecho que me duele bastante, no me muevo. "Con un carajo, si no despierta para mañana puede desconectarlo". se marcha unos pasos "así no les agrada a los clientes" los dos se marchan, el respirados empieza a fastidiarme, es muy incómodo. Descubro mi ojo izquierdo y me encuentro con el mismo sujeto de antes, pero ahora que lo veo bien... es Alberto.
"Ellos no regresarán por ahora, tienen que atender gente" se para junto a mi; está terríblemente golpeado, su rostro no es el de antes aunque aun puedo reconocerlo. "En poco tiempo ellos me llevarán al cuarto de cobro, no tengo ya mucho que ofrecerles a los perros así que será mi última vuelta; lamento haberte metido en esto, sé que fue mi culpa. Por alguna razón perdí el conocimiento cuando estaba escalando... yo. Siempre has estado arriba de mi, sabes. Desde que eramos niños siempre fuiste el inteligente, el atractivo, el hijo preferido, el sano... por ello quise sentir que te ganaba, la sensación de dejarte atrás, pero fue demasiado esfuerzo. No pude soportar la presión y por ello caí". ("mi hermano... pero que dices?").
Pronto quedamos en silencio y el se rie un poco, "Hiciste bien en no moverte, los malditos perros no te tendrán a ti, por lo menos". No comprendo lo que dices, a que te refieres con tenerme? me estoy cansando un poco; el dolor empieza de nuevo a fastidiarme, no puedo hablar para decirte por lo menos que te perdono por lo sucedido. "Ellos... ellos hacen un negocio con la gente, sabes? estamos en el Sanatorio Galenus, pero ellos nos tienen como ganado... coff!" su voz es muy debil y ronca, cada vez tiene más problemas para hablar "Estamos en el sótano del hospital, saben que vivimos solos y por ello nos hacen esto. Ya solo quedamos tres con vida incluyéndote, pero pronto traerán a más. A ti te han extripado una cornea y un riñon por lo que he escuchado, lo venden a buen precio los perros. A mi me han tomado como costal de box; hay quienes pagan por torturar a la gente, sabes?". No puedo creerlo, es cierto lo que me dices? "Me tengo que ir, no quiero que se enteren que estás consciente, no te vayas a mover por ningún motivo, no les es el gusto" no te marches, no me dejes solo. Pensar que antes me alegré de que se fuera. El dolor es cada vez más fuerte, estoy cansado.
Pasa el tiempo, me siento mal. Escucho que vienen, rápidamente me pongo la cinta en el ojo pero esta vez se dirigen a otro lugar de la habitación, puedo saberlo por sus sonidos y el reflejo de su silueta en la cortina. "Tráiganlo" dice la voz que tanto odio "Otra vez no! por favor ya no soportaré más; le daré dinero, tengo dinero, pero no me haga esto. No, déjeme, por favor!" escucho como lo arrastran por el suelo, afortunadamente no es mi hermano. Escucho como abren la cortina de mi cubículo, tengo miedo. El dolor es ahora demasiado, tanto que quisiera morir rápido, pero tengo que hacer caso del consejo de Alberto, me quedo quieto. "aún sigue inconsciente, que desgracia. Cada vez tenemos más demanda y menos producto. Esperemos que reaccione pronto, no quisiera perderlo así nada más" se marchan de mi habitación ("Malditos desgraciados!"). Quisiera saber si es de día o de noche; con la luz siempre la misma no puedo saberlo. Ellos dijeron que me desconectarían en la mañana, pero cuando será en la mañana?
Me quito el respirador y la cubierta del ojo izquierdo y llamo a mi hermano muy despacio; no contesta, entonces grito con lo poco que tengo de voz "Alberto!", alguien viene. Veo con horror a una enfermera obesa que me sonríe con una jeringa en la mano "así que ya despertaste, nos tenías muy preocupados. Deja llamo al doctor para que te atienda, tuviste un feo accidente" el miedo me invade mientras ella cierra la cortina, que me harán? entonces veo que una silueta se aproxima a la enfermera que se marchaba, con un fuerte golpe la derriba; no para de golpearla, ella grita y entonces aparecen dos sujetos. Es mi hermano seguro, ellos tratan de separarlos pero el no deja de golpearla; de donde sacó esa fuerza? entonces ella deja de hacer ruido, los sujetos no pueden contenerlo y le dan un golpe en la cabeza. "Que sucede!?" de nuevo esa maldita voz, todo queda en silencio, levantan a la obesa enfermera cuya siluta de distingue fácilmente en mi cortina y se la llevan; que le sucedió a Alberto? los dos sujetos se marchan. Trato de incorporarme, el me salvó de lo que me pudiesen haber hecho. Esta vez puedo inclinarme un poco a pesar del horrible dolor; trato de no hacer ruido y tragarme el sufrimiento. No puedo levantarme, el dolor me derrumba por completo. Afortunadamente no se les ocurrió a los estúpidos asomarse a ver como estaba, me hubiesen descubierto sin el respirador ni la cinta en el ojo, la cinta! donde está? oh no... ("Que torpe soy") la deje caer en el suelo al momento de tratar de levantarme, que hago? entonces escucho como Alberto trata de moverse, hace un gemido espantoso. A la vez me sentía feliz y triste de que siguiera con vida; no puedo ayudarlo.
Pasa el tiempo y mi dolor es insoportable, escucho entonces que alguien llega. "Tráiganlo" oh no. Entran dos sujetos, posiblemente los mismos que le dieron la paliza a mi hermano; se lo llevan arrastrando, ("Adiós Alberto").
Me pongo el respirador en ese momento y cierro mi ojo mientras escucho como se acercan a mi. Abren la cortina ("Que no se de cuenta de la cinta en el ojo, por favor"). Entonces se marcha. Agradezco que no se hubiese dado cuenta, y es que mi ojo tiene la marca de la cinta.
Ya no soporto el dolor, siento que muero; quiero que ya me maten. Dentro siento que el estómago se me revuelve, la cabeza es una bomba y pronto me doy cuenta que no paso de temblar, será eso normal en pacientes en estado de coma? pasa el tiempo, siento que estoy en una especie de pesadilla, que despertaré en mi cuarto tapado con una suave cobija en mi cama cálida, pero el dolor es real. Escucho que alguien viene, ya no me importa, el dolor me tiene incapacitado para pensar en ello. Abren la cortina de mi cubículo, una mano fría toca mi cuello y golpea mi brazo izquierdo, me burlo en mente del dolor tan diminuto que me ocasionan sus golpes. "carajo, era el último que quedaba" como lo sospechaba, el maldito perro había matado a mi hermano; ya lo quisiera ver muerto. El respirador deja de funcionar y me retira el catéter de mi brazo, y así nada más se marcha, el idiota no espero haber si moría. Es una pena que en ese momento me encontrara en un estado tan mal, ya no podía hacer nada. Me doy cuenta que el respirador en realidad si me servía, cada vez batallo más para respirar, estoy perdiendo en sentido.
La jeringa, la enfermera tenía una jeringa en su mano cuando me descubrió; que contendrá?. Ya no estoy tan sofocado, estoy respirando por mi cuenta; podré hacerlo? trato de mover mis piernas, poco a poco van respondiendo y el dolor... bueno, parece que ha cesado un instante. Trato de incorporarme, "mierda" me duele el vientre, logré inclinarme, puedo mover un poco mis piernas; ahora logré sentarme. Bajo mis pies y tocan el suelo frío y sucio, dios, está lleno de mugre mezclada con lo que parece ser sangre. "uno, dos, tres" me trato de parar pero mis piernas no me responden y caigo al suelo, ("Que torpe") tal vez me hayan escuchado, tal vez no. Espero un momento y me di cuenta que no habían escuchado mi caída, me arrastro hasta donde mi hermano golpeó a la enfermera y descubro que la jeringa está en una esquina cerca de la cortina que da a otro cubículo. ("Qué peste!")huele a muerto. Me arrastro hasta la jeringa y descubro que tiene un líquido dentro, ("que comezón tengo en el vientre"), sin pensar un momento me inyecto la jeringa, será morfina, supongo. De nuevo un frio líquido entra por mis venas, trato de tomar fuerzas de mis piernas, porque las tengo tan débiles? Comprendo que llevo ya bastante tiempo en ese lugar. Trato entonces de buscar una camilla, abro la cortina que tenía frente a mi ("Mierda!"), no había una camilla detrás de esas cortinas, la cierro rápidamente; siento mi estómago revuelto. Voy a vomitar, pero no deben escucharme... me aguanto. Empiezo entonces a tratar de incorporarme ahí mismo, el dolor se acababa léntamente. Me está tomando algo de tiempo pero por fin he logrado pararme, me dirijo unos pasos a la puerta y escucho por unos segundos: silencio. La abro lentamente; un pasillo largo sin ninguna ventana, nadie alrededor. Avanzo por la izquierda? o por la derecha. izquierda supongo, la derecha me duele más.
De pronto entre pasos escucho un fuerte grito, esa voz. Es el sujeto que se llevaron antes que mi hermano, me asomo por una puerta y veo como lo tienen atado a una camilla, está destrozado. Sigo avanzando en sigilo, encuentro a mi derecha una habitación vacía con la puerta abierta, entro. Busco por todos lados, pero solo hay carpetas y plumas, tomo una sin más remedio. Antes de marcharme observo una de esas carpetas, es un registro. La abro y descubro el registro de los clientes que han solicitado sus servicios; también aparecen los datos de las víctimas de tales servicios. La tomo sin pensarla dos veces y salgo apresurado. Veo entonces a mi izquierda una escalera, gracias a Dios. Temía tener que me encontraran o encontrar yo el cadáver de mi hermano mutilado. Subo sigilosamente; al final estoy en una oficina, la escalera estaba detrás de una puerta que parecía ser un armario de documentos. Esta vacía, gracias a Dios de nuevo. Veo por la ventana la luz solar que me encandila un momento, es ya tarde. En una silla detrás del escritorio noto que está colgada una camisa limpia; me la pongo. "El monto presupuestal estará destinado prioritáriamente al área de cardiología este año" esa voz, el perro viene hacia la oficina, me esconderé entonces detrás de la puerta falsa. Escucho que entran dos sujetos, cierran la puerta. "Ya se teminó el tiempo del señor Gütierrez, ve a despedirlo y deshazte de ambos cuerpos" rápidamente bajo la escalera hasta quedar fuera de la vista justo en el momento en que un hombre baja, tomo la pluma fuertemente, lo haré. Sin pensarlo dos veces se la encajo en la cara muriendo al instante, ("no tuviste ni tiempo de gritar desgraciado"). Se me ocurre matar al tal señor Gütierrez, me dirijo con una sensación de venganza que no había sentido jamás en mi vida hacia donde se encuentra, tomo de nuevo fuertemente la pluma; estás de espalda destripando al pobre cadáver, que repugnante ser. En un movimiento le la encajé en el torso, al desgraciado le dolió ("Ahora verás!") tomo entonces el bisturí que estaba utilizando y lo apuñalo una y otra vez sin descanso ("Así debió haber sentido Alberto cuando golpeó a la enfermera") por cierto, que le sucedió a la enfermera? posiblemente la mató de tanto golpe, eso espero.
Detrás de la puerta al final de la escalera con un bisturí en mi mano llena de sangre. En un parpadeo abro la puerta, me dirijo deprisa a donde se encuentra el maldito perro trabajando unos documentos en su elegante escritorio y se lo encajo en la cara, una y otra vez sin cesar ("Ya murió"). Para salir bien de ahí necesitaría no verme tan mal. Se me ocurre quitarle la ropa al maldito perro y usarla para poder escapar; así, le quito todo y me lo pongo y descubro que en el bolsillo de la camisa tiene unos lentes de sol ("Perfecto!"). Me quito el protector ocular y sin abrir el párpado me pongo los lentes, estoy listo para largarme.
El viernes 11 de mayo del 2007 fui atendido en la Clínica Médica de San Carlos; sin un ojo y con un solo riñón lograron salvar mi vida. Las autoridades del estado desmantelaron el hospital después de proporcionarles los documentos que había guardado hasta ese día de los negocios que hacían con la gente y el mismo cerró sus puertas una semana después quedando completamente abandonado. Los que participaron en el negocio, tanto organizadores como clientes fueron localizados y expuestos ante las autoridades, por lo que a mi respecta... me siento feliz de poder hablar con mi hermano todos los días, saben que el logró sobrevivir también? y no está deforme como lo recuerdo, está bien y puede hablar bien. Bueno, creo que es hora de despedirme de ustedes. Desde la Clínica Psiquiátrica Caza Azul.
 

maurix

Bovino adicto
#2
Debido a que me cuesta algo de tiempo preparar cada una de estas historias (solo piensen que para escribir esta me tomo casi 3 horas), solo se harán los días Viernes en la noche, todas las semanas hasta que el foro cierre o yo muera, lo que primero suceda.
Asimismo les pido que si detectan algún error me avisen, por favor, para corregirlo de inmediato.
 
P

paul :O

Visitante
#3
Al igual que siempre, tus historias tan ''entradoras''.
Me gusta meterme mucho en la trama de tus relatos , son buenas!!
Solo alcanzé a notar como tres errores, pero no te preocupes, con la dislexia de las personas te salvas jajajajaja .
 

gusnao

Bovino de la familia
#4
chida tu historia carnal solo te recomendaria darle mas espacios para que no apresca todo junto, fuera de eso excelente saludos
 

maurix

Bovino adicto
#10
chida tu historia carnal solo te recomendaria darle mas espacios para que no apresca todo junto, fuera de eso excelente saludos
Si lo hiciera quedaría demasiado larga en el foro, si ya de por si ocupa demasiado espacio. Lo que olvidé hacer fue cambiarle el tipo de letra a una especializada para leer, ahora mismo la cambio.
 

maurix

Bovino adicto
#12
Un detalle. Mañana saldré de viaje a TJ con unos amigos y no espero tener acceso a internet todo el día, así que la siguiente Historia de Terror 3 - El Sótano la realizaré el día Sabado 17 de Abril a las 7 P.M.
 

Terszebet

Bovino Milenario
#13
Waaaoooooo...
¡Que historia!...:WTF:
Excelente....
Conforme iba leyendo.. me fui imaginando el hospital..
-y me recordo a la de Hostal.. :p
Gracias por compartila...esperemos que pronto pongas más historias..
Saludos
 
Arriba