Historia de Terror 1 - Las muñecas de mi hermana

maurix

Bovino adicto
#1
Fue hace 3 años en el cumpleaños número 4 de mi pequeña hermana Carmen que ocurrió esta historia. Era ya la víspera de su cumpleaños, había muchos invitados y regalos y mis padres habían acordado regalarle una lujosa casa de muñecas que ella tanto quería; lo raro fue que al darle su preciado obsequio ella parecía algo distante mostrando un rostro perplejo muy extraño debido a su carácter tan poco expresivo. Pasaron los días y mis padres notaron que ella casi no jugaba con la casa de las muñecas que le habían regalado, por lo cual mi madre un día le preguntó si no le gustaba. Mi hermana le contestó: "si me gusta, lo que pasa es que a Melisa le da miedo entrar, a ti te gusta mi casita mamá?" a lo cual mi madre le contestó que sí (con algo de indiferencia); mi hermana al percaterse de ello le dijo enojada que no le creía, que su padre era el único al que si le gustaba la casa; no le tomo mucha importancia y las cosas continuaron normalmente.
Mi hermana tenía 2 muñecas que ella llamaba Cucky y Melisa, muy parecidas la una a la otra, de una estatura de 15 cm en promedio, con el pelo largo y la misma cara que expresaba una sonrisa de lucidez, excepto que una era morena (Melisa) y la otra rubia (Cucky) gracias a mis padres que desde joven decidieron inculcarle los valores de la solidaridad y la equidad.
Una tarde llegué algo cansado del colegio como en eso de las 6 de la tarde y me senté a ver la televisión, mi hermana estaba al lado del sillón platicando con sus muñecas cuando me llamó la atención algo que le dijo a una de ellas: "ya te he dicho Cucky que no debes pegarle a Melisa, se asustó mucho por lo que le hiciste ayer en la noche, si no quiere entrar a la casa no la obligues". Me quedé pensando en ello y recordé que mi hermana no suele jugar con sus muñecas en la noche, ni duerme con ellas sino que las suele dejar en un rincón en la sala junto a la casa de las muñecas que mis padres le regalaron en su cumpleaños, así que pensé que solo se trataba de un simple juego y le dije que se alejara un poco de esa mugrosa casita que me parecía tan ridícula, ella me miró con desprecio y siguió jugando. Esa noche me desperté alarmado debido a que escuché gritos de terror de mi hermana pequeña. Eran casi las 2 de la mañana y mis padres y yo corrimos a la sala donde mi hermana yacía tendida de rodillas inclinándose hacia adelante una y otra vez cual vil maníaco traumado y frente a ella estaba la Cucky, la muñeca rubia sentada mirando fijamente la abandonada casita que le habían regalado mis padres, la cual estaba en muy mal estado, con una pared rota y las sillas del comedor tiradas y muy desordenada. A la mañana siguiente mis tratamos de hablar con ella, pero solo decía:"le hizo algo muy feo, le dije que no lo hiciera pero no me hizo caso" temblando con la voz solloza. Mis padres decidieron entonces llevarla ese mismo día con un psicólogo, el cual les comentó que la causa de su trauma era su enorme imaginación que ocasionó que un simple juego de muñecas se convirtiera en una horrible escena y les dio una serie de recomendaciones como el deshacerse inmediatamente de las dos muñecas y la casa de muñecas y hablar con su hija de lo sucedido, que les contara todo; aparte de una serie de sesiones con un psicoterapeuta del mismo instituto médico. Mi madre y mi hermana llegaron a casa como a las 4 de la tarde y notaron con horror como la casa de las muñecas estaba en completo orden, todas las cosas que habían sido tiradas, rotas, etc. estaban ahora bien acomodadas y Melisa, la muñeca morena estaba sentada en una pequeña silla del comedor de la casita; entonces mi madre noto horrorizada como a la muñeca le faltaban las piernas y tenía lo que parecía ser unos moretones en el rostro que ya no expresaba una sonrisa, sino una cara triste. Entonces recibí la llamada de mi mamá que me contó lo sucedido y afirmé que yo no me había parado aún a mi casa, yo salía a las 4 del colegio. También llamó a mi padre, un enorme leñador que poseía una grandiosa colección de hachas que consiguió en un viaje a Alaska, le dijo entonces que no había ido a casa en todo el día; en ese momento mi madre le contó lo sucedido e incrédulo le dijo que lo discutirían en la noche, que se deshiciera de las muñecas y la casa como le había recomendado el psicólogo. Mi madre llamó a una vecina debido a que tenía algo de miedo y juntas desbarataron la casa para que cupiera en el bote de la basura. Al depositar la casa y la muñeca Melisa en el bote mi madre se preguntó en donde estaba la otra muñeca así que las 3 juntas, mi madre, su vecina y mi hermana, empezaron a buscarla, pero no la encontraron. Después de un rato mi madre notó como su hija bajaba la escalera temblando de miedo y mirando fijamente donde solía estar la casa de muñecas dijo:"la veo, está llorando por su amiga muerta, lo la quería matar", mi madre empezó a agitarla fuertemente muy nerviosa y le dijo que parara con eso, que la estaba asustando; en ese momento llegué del colegio y sorprendido les indiqué que la vecina estaba en la terraza del frente de la casa sentada con la cabeza metida entre las piernas y cubriéndola con sus manos. Al llegar a donde se encontraba descubrimos que algo le había sucedido, estaba temblando y en las manos tenía una de las hachas de mi padre, nos alejamos un poco de ella a lo cual se levantó, soltó el arma y se marchó a su casa siguiéndola tratando de preguntarle que le sucedía y sin decir nada se encerró con llave.
La situación se había vuelto muy extrema y entonces escuchamos un ruido enorme, muy fuerte que provenía de la casa como si se hubiese caído la vitrina. Ninguno de los 3 nos atrevimos a entrar, estábamos terriblemente asustados. Para ese momento llegó mi padre el cual pareció molesto por lo que le contamos, entonces entró a la casa y pasaron unos minutos cuando salió para indicarnos que pasáramos, su rostro se veía algo indiferente y al no tener opción entramos y todo estaba en orden, la vitrina estaba en su lugar y todo parecía normal, entonces mi padre indicó que mañana mismo consultaríamos los 4 con el terapeuta, no toleraba que esas cosas estuvieran pasando así de la nada.
Llegó la noche y yo no aguantaba el temor, las cosas que me habían comentado y lo de la vecina que no salía de su casa me llenaron la mente de un temor muy intenso, me encontraba viendo la tele como a las 9 cuando mis padres me dieron las buenas noches, entonces me quedé solo ya que mi hermana dormiría con ellos obviamente. Cerraron con llave la puerta de su habitación y comprendí que me encontraba solo, de noche.
Con el corazón apunto de salir por mi boca me encerré en mi cuarto con llave y rápidamente prendí el foco, parecía todo tan diferente a hace unos días, ya no me sentía seguro en mi cuarto sino que me daba temor el estar ahí. Me senté y subí los pies en mi cama y me convencí a mi mismo que el temor era absurdo, que a fin de cuentas tendría que dormir tarde o temprano, así que sin apagar la luz de mi habitación me tapé de pies a cabeza y me dispuse a cerrar los ojos, tratando de pensar en otra cosa para evitar el terror. Poco a poco me fui quedando dormido.
Eran las 2 de la mañana de nuevo, cuando escuché a mi hermana gritar. Rápidamente recordé lo sucedido al día anterior y tomé una flauta que tenía en mi tocador, abrí la puerta de mi cuarto y entonces escuché un estruendo enorme como el que se había escuchado el día anterior; me quedé paralizado frente a mi habitación, un frío intenso recorrió mi cuerpo y sentía como todo se movía; entonces vi como mi padre venía hacia mi con un rostro de miedo que jamás en mi vida había visto, el me abrazó temblando y gritando a todo pulmón:"¡es una muñeca, es una muñeca!" sentí entonces como todo mi cuerpo se volvía muy ligero y caí desmayado.
Desperté con un dolor en el vientre muy fuerte, estaba algo aturdido así que cerré mis ojos un momento tratando de recuperar el sentido, me sentía bastante ligero y muy extraño la verdad, entonces escuchaba un desliz muy tenue, como si una serpiente se estuviera arrastrando, entonces abrí los ojos y me encontré con mi hermana a mi lado cubierta por vaselina lo cual le daba una apariencia como de plástico, tenía las manos ensangrentadas y a Cucky, la muñeca rubia en uno de sus brazos y me dijo:"Si te hubiera gustado mi casita como a Cucky no te hubiera cortado las piernas".
 
P

paul :O

Visitante
#6
pero que historia más buena!!!
podrias complementar algo más??? estaria de lujo bro.....
 

ZaurionZ

Bovino maduro
#7
Valla muy interesante, como para una pelicula de terror!!
Solo no me gusto el final, hubiese sido mejor algo aca mas terrorifico que la nena tragera la otra muñeca de la basura o que la hubiesen encontrado en las esacaleras o no se tantas cosas que te puee aportar la imaginacion. Aun asi estubo muy buena :)
 
#11
Estuvo buena la historia brother, muy bien contada aunque por ahí se te fueron unos "horrores" de ortografía muy groseros me cae. Haber si subes otra después ¡Gracias!
 

maurix

Bovino adicto
#13
Gracias por los comentarios. La adición de más historias se harán los días Viernes y Sábados alrededor de las 8 P.M.
Me disculparán por la pésima calidad de esta historia, es debido a que tuve que tomar un autobús de 23 horas y no me dio tiempo de pulir algunos detalles ni de darle el final que quería, aún así me alegra ver que a la mayoría le agradó y esperen más material de mejor calidad.
 

rik57

Bovino de alcurnia
#16
k genial historia me kede pica haber si despues dices k paso con la muñeca y sobre todo si puedes aportar mas historias seria estupendo.....
Saludos :)
 
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