Halloween y Brujas en fiesta

#1
Era un Jueves 30 de octubre de 1997, la banda de la carrera siempre estaba dispuesta a la peda y al cotorreo y en el plan de estudios que teníamos el jueves era el equivalente al viernes en otras universidades, ya que los viernes solo teníamos una o dos clases y pues la "party" empezaba desde el jueves, y esa era una buena ocasión y un buen pretexto para hacer una pachanga, era cercano al Halloween y pues aun faltaba para el fin de semestre un rato.
Los papás de uno de los camaradas tenían una casa a las afueras de la ciudad donde en un tiempo vendieron lotes a precios de regalo, ellos compraron un buen terreno y alrededor no había mas que nopales, mezquites y pirules ellos cercaron el terreno con una barda de ladrillo, hicieron una especie de kiosko al centro del terreno, donde se llevó a cabo la fiesta, al final estaba el espacio para una alberca que aun no empezaban y a un lado de la entrada principal construyeron uno departamento con 2 recamaras, un comedor y una sala.
Ahí organizamos esa fiesta, podíamos hacer lo que quisiéramos ya que no molestaríamos a nadie al estar en total lejanía de zonas urbanas, la voz se comenzó a correr y de 20 a 25 personas que se supone íbamos a ir, llegaron casi el doble.
Comenzamos temprano como a las 20:00 h y todo era clásico, corría el alcohol, la botana, uno que otro churro y probablemente mas cosas que yo no llegué a ver.
La estábamos pasando de poca madre, yo iba con mi novia, estaban mis mejores amigos algunos con pareja otros solos, en fin que el cotorreo estaba en su apogeo y algunos se pusieron cariñosos, y se pasaron adentro del depa, entre ellos el dueño del terreno y se encerró con su chava en uno de los cuartos, no sin antes decirnos se quedan en su casa, yo los veo luego.
Pasadas las 2:00 am ya del viernes 31 ya todo estaba mas tranquilo, algunos ya estaban dormidos dentro del depa, otros ya de briagos en el kiosko y unos pocos seguíamos platicando y oyendo música mas tranquilos alrededor de una fogata que habíamos prendido atrás del kiosko.
Del kiosko hacía la barda trasera del terreno había un buen trecho, cerca de 300 m y por la parte exterior de la barda se veían las copas de algunos árboles, no había alumbrado exterior en todo el terreno, la noche era hermosa, muy despejada y podíamos admirar las estrellas de una forma espectacular.
Uno de los cuates estaba muy callado y se puso como en estado de alerta, muy nervioso, todo muy repentino, él siempre se decía que era gnóstico y que era de espíritu débil, y en ese momento yo me puse también en alerta, aunque pensé que se había pasado de copas, raro ya que él siempre se medía, y le pregunte:
-¿qué onda estas bien?
-no sé, siento algo raro- me respondió
-¿cómo qué?
-como si nos estuvieran viendo- fue su escueta respuesta
apenas dijo esto y comenzamos a escuchar unos golpes en las bardas laterales, no muy fuertes, pero hicieron que las cerca de 15 personas que aun estábamos despiertos nos pusiéramos en alerta; apagaron el sonido y todos nos preguntábamos quien eran y que querían.
alguien gritó:
-Que pasó? ¿que se les ofrece? es una fiesta privada.
Silencio.
Luego volvieron los golpes a las paredes, pero se oía un golpe en un lado, luego en la barda contraría, luego en la de atrás, por eso suponíamos que eran varias personas.
Un valiente fue a sacar un bastón de seguridad de su carro y otros 2 lo acompañaron, uno mas sacó una linterna del suyo y los 4 salieron a ver quienes eran.
Al abrir el portón de la finca, los golpes dejaron de escucharse y a lo lejos los que nos quedamos dentro solo escuchábamos a lo lejos que los aventados preguntaban que quien eran y que querían, pero no escuchamos ninguna respuesta, la finca era larga pero no muy ancha, así que se fueron a ver por ambos lados del terreno y regresaron corriendo, cerraron el portón y cuando se acercaron los vimos verdaderamente muy asustados, hasta la peda se les bajó.
-No hay nadie wey, no hay nadie- dijo uno
-no mames- le contestó otro -se han de haber escondido
-¿en dónde? si no hay mas que Pinches espinas y hierba -dijo otro
-han de haber corrido cuando oyeron que iban a salir, solo nos quieren asustar -dije yo
-VE tu para que veas -me retó el segundo -ya gritando muy asustado
Seguíamos discutiendo cuando volvieron los golpes pero esta vez parecían hacerlos con un marro, como si quisieran derribar las bardas y se escuchaban también al frente, en las cuatro paredes, intercaladamente; golpe atrás, golpe a la derecha, golpe a la izquierda, golpe al frente.
Una de las chavas se puso histérica y comenzó a llorar gritando que eran brujas que que querían de nosotros.
La quisimos calmar sin mucho éxito y alguien sugirió que la llevaran al depa para que se calmara, tocamos la puerta y nadie abrió, comenzamos a gritarles que abrieran, nadie respondió, tocamos por una ventana, quisimos abrirla no fue posible.
Se puso peor y se desmayó a la entrada y 2 chavas la auxiliaron queriendo reanimarla sin mucho éxito, durante todo ese tiempo los golpes no pararon y parecían cada vez mas fuertes.
Un wey comentó:
-si hoy es 31 de octubre y hacen sus fiestas, si han de ser brujas
-no mames pendejo, mejor cállate -le dijo otro
-entonces explícame que es - le gritó
-a ver, a ver cálmense, -quise poner paz, ya que todos estábamos muy nerviosos y lo peor que podía pasar es que nos agarráramos a madrazos en esa situación.
El gnóstico dijo: -Ay wey, ¿ya vieron? -apuntó afuera del terreno y por la parte de atrás como si estuvieran muy lejos se veían cuatro diminutas bolas anaranjadas como acercándose, pero no sé si en realidad se estaban acercando o solo se estaban haciendo mas grandes, eran como bolas de fuego, sin embargo nunca llegaron a traspasar la barda trasera, llegó un momento como que se frenaron a unos cortos metros de la frontera del terreno.
Todos nos quedamos impávidos, mi novia se abrazó muy fuerte de mi y la sentí temblar del miedo, puso su cara en mi pecho y comenzó a rezar.
-Si son brujas -dijo alguien
-que te calles-le volvió a decir, pero ya menos convencido el que lo había callado antes.
-Dicen que se van con maldiciones.
Ahora los golpes eran por todas partes y casi al mismo tiempo, ensordecía el ruido y nos tenía a todos muy juntos pegados a la casa-departamento y que seguíamos sin recibir respuesta de los inquilinos.
No dejábamos de ver las bolas de fuego temiendo que traspasaran la propiedad cuando de repente simplemente se apagaron y los golpes cesaron, respiramos aliviados pero aun así, nerviosos y con miedo no dejábamos de mirar, nos quedamos mudos, hasta que como humo 4 sombras negras, lentamente comenzaron a acercarse y todos comenzamos a maldecirlas, haciendo caso a la sugerencia anterior.
Mi novia al contrario comenzó a rezar un Padre Nuestro con todas sus fuerzas y no se si uno u otro de los métodos dio resultado pero quedaron flotando en el aire y dejaron de avanzar.
Eso se prolongó por unos minutos interminables y repentinamente comenzaron a retroceder ante nuestra sorpresa lo que nos motivó a seguir haciendo lo mismo a todos, se unieron a mi novia las otras 2 chicas y el resto seguíamos maldiciéndolas.
Así como empezó, todo acabó, repentinamente un silencio total y poco a poco fuimos bajando el volumen de nuestros insultos y rezos otra chica no aguantó y se soltó llorando, mi novia y yo nos abrazamos, en eso volvió en si la otra chava desmayada, despertó un borracho que en todo el rato siguió dormido en el kiosko, golpeamos la puerta tan fuerte que la queríamos tirar, nos abrieron todos sacados de onda los de adentro y salió el dueño todo modorro preguntando que que pasaba que por que los golpes en la puerta tan fuertes.
Les explicamos lo que habíamos vivido y dicen que ellos ni oyeron los golpes en las paredes ni a nosotros pidiendo posada que todos estaban profundamente dormidos, estaban entre sacados de onda, asustados algunos dijeron que que nos habíamos metido, o que era un delirium tremens masivo, lo cierto es que nos encerramos en la casa y ya nadie durmió, y tan pronto aclaró la mañana huimos hacia la civilización.
Volvimos a la semana siguiente con el morbo de ver si pasaba otra vez, y se hizo tan grande el chisme en la escuela que fueron mas de 100 personas en esta ocasión, sin embargo, nada pasó.
 
#3
Interesante en que parte de México sucedió. La verdad he escuchado que esas bolas de fuego les llaman Brujas, no me parece apropiado maldecirlas, sino lo contrario rezar. Y nunca más regresaste al lugar una tercera ocasión; sabes si alguien más las ha visto desde entonces.

Muchas gracias una historia muy buena saludos.
 

HAOS

Baneado :(
#5
No sera que entre la mezcla alcohol-churro empezo la histeria masiva... como sea muuy buena historia

Saludos
 
#6
Es en el centro del país, en SLP para ser exactos en un lugar que le llaman "la Florida" regresamos varias veces a hacer fiestas ahi, pero no, nunca las volvimos a ver
 
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