Grabaciones de papá: nunca digas sí

dito de best

Bovino adicto
#1
que inda bakunos aca les dejo una nueva entrega de estos relatos, creditos a su autor


Ya escribí y reescribí esto varias veces, no sé qué hacer. Pero decidí publicarlo porque sé que muchos de ustedes han estado esperando para leer esto, y quizá puedan ayudarme. Durante las pasadas vacaciones me pasó algo muy raro. Desde que empezó mi periodo de descanso pasé mucho tiempo redactando las transcripciones, hasta el punto de casi no sentir los dedos. En realidad no lo estoy haciendo siguiendo un orden particular, simplemente trabajo en la primera cinta que tomo de la caja. Bueno, la última que transcribí es un poco diferente al resto. Tengo el número del caso pero no el nombre. Planeaba capturar la conversación pero necesitaba el nombre para poner a la otra persona en la entrevista.




Entonces creí que podría llamar a la comisaría donde trabajó mi padre y pedir el nombre. En caso de que se lo estén preguntando, estaba terriblemente equivocado. Pero primero quiero que lean la transcripción de la cinta, y después les diré lo que sucedió cuando intenté saber el nombre. Espero que alguien pueda ayudarme. Llamaré a la otra persona Sr. Amable pues me parece que recuerdo ese nombre de alguna parte. Recuerden, el nombre de mi padre es Danny.



Un poco de información sobre esta cinta: claramente comienza a la mitad de la conversación. Para ser honesto, muchas de las cintas parecen empezar o terminar en distintos momentos, pero esta es una de las más evidentes.

Danny: Me encantaría que fuera así de fácil.

Sr. Amable: Podría ser, si estás de acuerdo. (Sé que le estoy dando la identidad de un hombre, pero para ser sinceros no pude distinguir su género. Su voz va desde un tono profundo hasta uno alto).

Danny: No estoy de humor para juegos. Sabes perfectamente por qué estoy aquí.

Sr. Amable: Y tú sabes por qué estoy aquí.

Danny: Estás aquí por qué asesinaste a tres hombres. (Pausa) ¿Estás de acuerdo?

Sr. Amable: No estoy de acuerdo con nada.

Danny: Está bien, está bien. No estás de acuerdo. ¿Pero tan solo podrías decirme, qué tenías contra esos hombres?

Sr. Amable: Eran presumidos. Se creían mejores que yo. Eso no me gusta.

Danny: Pero ya has pasado por esto antes. Y jamás habías asesinado hasta ahora. ¿Qué lo hizo diferente?

Sr. Amable: Amigo, eres demasiado inteligente como para solo hacer esto que haces. Podrías unirte a nosotros. Me gustaría complacerte.

Danny: Sé que lo mejor es no negarse a tus peticiones.

Sr. Amable: Oh amigo. Quizá no seas uno de nosotros, pero conoces tan bien nuestras formas.

Danny: He estado haciendo esto durante mucho tiempo.

Sr. Amable: Demasiado tiempo.

Danny: Quizás.

Sr. Amable: Te diré que, si haces las preguntas indicadas yo las responderé. ¿De acuerdo?

Danny: No estoy de acuerdo con nada.

Sr. Amable: (Riendo) Mi buen amigo inteligente.

Danny: El primer sujeto… Henry. Era un banquero.

Sr. Amable: Su dinero tenía un sabor exquisito.

Danny: ¿Querrás decir sus manos, no? Las comiste.

Sr. Amable: Las manos dicen mucho sobre las personas. Las manos de algunas personas saben a tierra, las de otras tienen un sabor a agua. Las del banquero sabían a dinero. Tan codicioso, amigo.

Danny: ¿Qué hay del siguiente?

Sr. Amable: Dejé sus manos y comí sus ojos. Era un fotógrafo. Creí que sus ojos tendrían un sabor a lugares lejanos. Pero tenían un sabor a plástico. Los escupí.

Danny: No pudimos encontrarlos en la escena.

Sr. Amable: Nunca dejamos huellas.

Danny: ¿Y el tercero? No hemos podido encontrar nada de lo que falta de él.

Sr. Amable: No han buscado lo suficientemente bien.

Danny: Pero no había marcas en el cuerpo.

Sr. Amable: No dejamos marcas. (Pausa) ¿Te gusta mi nueva voz? Las cuerdas vocales eran tan gruesas. Las mordí durante horas. Tenían un sabor ahumado.

Danny: Jamás pudiste haberlas masticado durante horas. Estuvimos allí en cuestión de minutos.

Sr. Amable: Tu tiempo no me afecta.

Danny: Bueno, tendrás que acostumbrarte a que lo haga. Ahora te tenemos. No dejáremos que te vayas.

Sr. Amable: Estúpido amigo.

Danny: También tenemos a otros de ustedes. Tenemos a sus víctimas. Aquellas que dejaron vivir.

Sr. Amable: No permitimos que nadie viva. Quizá estén respirando, pero están más que muertos.

Danny: Creo que tenemos diferentes conceptos sobre la muerte.

Sr. Amable: Eso es por qué yo trato con ella y tú no. Pero eso está a punto de cambiar.

Danny: ¿De qué forma va a cambiar?

Sr. Amable: (Riendo) Tonto amigo. Me caes bien.

Danny: ¿Por qué?

Sr. Amable: Por qué no me tienes miedo.

Danny: Trato con gente como tú todos los días. No puedes asustarme.

Sr. Amable: Aunque a tu hijo si le provoco temor, amigo.

Danny: No tengo ningún hijo.

Sr. Amable: Lo tendrás. Él está escuchando en este momento. Sé que te echa de menos, amigo.

Danny: Ya te dije que no estoy para juegos.

Sr. Amable: Él lo hace. Él no conoce nuestras reglas. Tú-

Danny: Nunca voy a decir que sí. He terminado con esto.

Sr. Amable: No puedes. No mientras permanezca en este cuerpo. ¿Verdad?, amigo.

Danny: (Pausa) No diré que sí.

Sr. Amable: Pero lo anhelas. Piensas en ello. Tu humanidad te traiciona. (Se ríe) Estúpido amigo. Amigo temeroso.



Esta es la cinta. Ahora probablemente entiendan por qué busco saber el nombre de la otra persona. Generalmente cuando termino de transcribir un caso busco algo de información. Pero nunca pude encontrar nada sobre alguien que asesinó a tres hombres y comió algunas partes de los cuerpos. Particularmente sus manos, ojos y cuerdas vocales.

Después de investigar en vano llamé a la comisaría de papá. Pregunté sobre el caso que señalaba la cinta. El oficial que me respondió me aseguró que no tenían un caso con ese número, y que si lo tuvieran no me darían ningún detalle pues soy un civil. Le dije que no se preocupara, que era el hijo de Danny y que solo estaba siguiendo su trabajo (evidentemente también le mencioné el apellido de mi padre). El oficial me dijo que jamás había escuchado de mi padre.

Solicité hablar con el sargento, pues evidentemente el oficial no tenía idea de con quién estaba hablando. El sargento me dijo tres cosas, cada una de las cuales fue increíblemente perturbadora:

Me confirmó que el número de caso que tenía no podía ser correcto, pues los casos penales jamás se han escrito en latín.
Me dijo que las cintas no podían ser interrogatorios policiales, pues todos los interrogatorios son videograbados. No hay forma de que solo exista una cinta de audio en una entrevista policial.
Me aseguró que alguien con el nombre de mi padre jamás había trabajado en la comisaria. Nunca.
Evidentemente esto es algo que me perturba. ¿Podría ser verdad? Quizá llamé a la comisaría equivocada…
 
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