Hace algunas semanas, los responsables de la grabación del documental sobre los cartuchos del videojuego de ET para la consola Atari 2600 dieron con la ubicación exacta del enterramiento en el desierto de Alamogordo, en el estado de Nuevo México. Ahora, el responsable de enterrar los videojuegos ha desvelado su identidad en una entrevista con la emisora estadounidense KBOI.
James Heller es el nombre del empleado de Atari a quien se encomendó la tarea de deshacerse de todas las copias que no se habían podido vender del videojuego del extraterrestre amigo de Elliot.
"Me encargaron deshacerme de ellos de la forma más rápida y barata posible y es lo que hice. Ese fue mi trabajo", contó Heller a la emisora.
Heller también contó que muchas de las cosas que hoy en día sabemos del momento en que se enterraron los cartuchos -como que se hizo a media noche porque Atari quería ocultar algo- son sólo parte de la leyenda urbana que ha ido tomando forma en los 31 años que los juegos llevan bajo la arena del desierto de Nuevo México.
Lo que sí es cierto que la compañía para la que trabajaba Heller se propuso que nadie encontrara ninguna de las 750.000 copias de las que deshicieron y, así, mandó echar cemento sobre el agujero donde se situaron los cartuchos.
Heller ha explicado que la razón por la que no ha dado su nombre antes es porque simplemente no sabía que los estaban buscando hasta que vio un artículo en el que contaban que las productoras Xbox Entertainment Studios, Fuel Entertaiment Studios y LightBox Entertainment estaban buscándolos para grabar un documental.
Sobre el hallazgo, el ex empleado de Atari ha declarado que se ha encontrado todo lo que enterró, que "no era sólo ET. Estaban Missile Command y Centipede Warlords".
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