Con la llegada de Ubuntu 10.10, la lista de razones para probar Linux en tu casa o empresa acaba de hacerse un poco más larga. El sistema operativo de código libre y abierto es ahora más fácil de usar que nunca y sigue ofreciendo seguridad y muchas otras ventajas que tiene sobre sus competidores. Si estás entre las legiones de nuevos usuarios de Linux, felicidades por tomar una decisión inteligente! Ahora que ya estás en camino a una vida libre de los altos costos, los constante ataques de malware y las muchas otras desventajas relacionadas con Windows y Mac OS X, debes estar enterado de algunos de los clásicos errores que a veces cometen los nuevos usuarios de Linux y aqui te los presentamos para ayudarte a evitar frustraciones innecesarias. 1. Esperando Windows
Los seres humanos somos criaturas de hábito, así que después de años de uso de Windows o Mac, es difícil no esperar lo que acostumbras cada vez que utilices una computadora.
Las recientes distribuciones de Linux han incorporado muchas características de Windows y Mac en los últimos años, por lo que en realidad vas a encontrar algunas similitudes, pero debes estár claro que Linux no es Windows, y no debes esperar que lo sea.
Esto no significa que las cosas son más difíciles. Linux no es más difícil de usar, especialmente si estás en una distribución moderna como Ubuntu. Sin embargo, es diferente. Te puede llevar un poco de tiempo acostumbrarte a su forma ligeramente diferente de hacer las cosas. No dejes que eso te limite, con una pequeña curva de aprendizaje vas a ganar toda una vida de ventajas.
2. Iniciar como root innecesariamente
Una de las grandes diferencias entre Linux y Windows es que los usuarios de Linux normalmente no tienen acceso como “root” o administrador. Eso es algo muy bueno para la seguridad, y es algo que debes preservar al no iniciar como root sin necesidad.
Dicho esto, no debes temer a ejecutar como root, tampoco. Hay algunas tareas que requieren privilegios de root, y por buenas razones. Sólo asegúrate de hacerlo sólo cuando sea necesario.
3. Usar Google para encontrar software
Si te cambiaste a Linux desde Windows, por ejemplo, estás acostumbrado a la búsqueda de nuevos paquetes de software en línea y sin duda, a pagar un alto precio por ellos. Una de las bellezas de Linux, es que hace este proceso mucho más fácil, sin mencionar, generalmente gratuito.
La mayoría de las distribuciones de Linux tiene un gestor de paquetes, y esa es una de las primeras cosas que necesitas encontrar en tu distro. Con el gestor de paquetes, serás capaz de encontrar cualquier tipo de software que necesites, y probablemente de forma gratuita.
4. Temor a la línea de comandos
Linux, y los sistemas operativos en general, se han adaptado hasta el punto en que muchas personas nunca han tenido que utilizar una línea de comandos. Sin embargo, no vivas con el temor a la consola. No es más difícil escribir un comando de lo que es hacer unos pocos clicks a través de las pantallas necesarias en una interfaz gráfica de usuario, y puede ser más rápido y más eficaz. No estoy diciendo que hagas todo a traves de la consola, pero si surge algo que lo requiera, no te estreses.
5. Darse por vencido con demasiada facilidad
El cambio puede ser difícil, sin importar lo simple que sea la tecnología a la que te estás cambiando. Es importante recordar que no se nace sabiendo cómo ejecutar Windows o OS X, igualmente tuviste que aprender y acostumbrarse a ellos.
Lo mismo ocurre con Linux. Se puede sentir un poco diferente de lo que estás acostumbrado, pero eso no quiere decir que sea malo o dificil, es simplemente diferente. Dale la oportunidad y mantente con él un poco más y pronto dejarás de darte cuenta de las áreas en las que es diferente de Windows o Mac. Después de eso, no querras volver.
Fuente: http://www.ubuntizados.com/?p=841
