entierro ala cubana

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Toda la familia en Cuba se quedó sorprendida cuando llegó de Miami un ataúd con el cadáver de una tía muy querida. El cuerpo estaba todo apretado en el cajón con la cara aplastada contra el cristal de la tapa. Al abrir el cajón, la familia encontró una carta prendida a la ropa con una aguja que decía:
Queridos papá y mamá:

Estoy enviando el cuerpo de la Tía Jimena, para que hagan el entierro en Cuba, tal como ella quería, disculpen por no poder acompañarla, pero los gastos fueron muchos con todas las cosas que, aprovechando las circunstancias, les estoy enviando.
Debajo de la tía encontrarán:
12 latas de atún Bumble Bee.
12 botellas de acondicionador.
12 de shampoo Pantene anti-caspa.
12 frascos de Vaselina Intensive Care (muy bueno para la piel, ojo, no sirve para cocinar).
12 tubos de crema dental Colgate.
12 cepillos de dientes.

12 latas de frijoles Span (españolas, de las mejores).
4 latas de chorizo de verdad.

Dividan con la familia (¡sin peleas!).

En los píes de Tía Jimena están un par de tenis Reebok nuevos talla 9, son para Juan (pues con el cadáver del Tío Esteban no le mandamos nada, y se quedó enojado).

En su cabeza hay cuatro pares de calcetines nuevos para los hijos de Antonio, son de colores diferentes.
La Tía Jimena está vestida con 15 sudaderas Ralph Lauren; una es para Rembertito y las otras para sus hijos y nietos.
Ella también lleva una docena de sostenes Wonderbra, dividan entre las mujeres, igual que las 20 botellitas de esmalte para uñas Revlon que están en las esquinas del ataúd.

La tía también lleva puestos nueve pantalones Dockers y tres jeans Levi’s. Papá, quédese con tres y le regala los otros a mis hermanos.
El reloj Seiko que Papá me pidió, lo lleva puesto en la muñeca izquierda; también usa los aretes, pulseras y anillos que mamá me pidió.

La cadena en el cuello es para mi prima Carlota; los ocho pares de medias son para repartir con mis amigas y vecinas, o si quieren pueden venderlas; por favor, no las den baratas, que son de las caras.
La dentadura que le pusimos es para la abuela, que hace años está sin dientes y no puede masticar.

Los lentes bifocales son para Alfredo, pues son del mismo grado que él usa; también es de él la gorra de los Orioles que la tía lleva puesta.

Los aparatos para la sordera que usa la tía son para la Tía Carola; no son exactamente los que necesita porque son de segunda mano, los nuevos están carísimos.
Los ojos de la tía tienen lentes de contacto; quítenselos que son de Marcela, se los debía desde sus 15 años.

En los dedos de los pies, van los anillos de oro para el casamiento de Josefina, para que esté hermosa ese día.
Espero que esta vez no haya quejas, no le cuenten a nadie todo esto y sáquenlo rápido, antes de comenzar a velar el cadáver.
Con mucho amor,
Su hija María Dolores.
P.D. Por favor consigan ropa vieja para vestir a Tía Jimena para el entierro y manden decir una misa para el descanso de su alma, pues ella les ayudó hasta después de muerta. Como verán el cajón es de muy buena madera; no agarra termitas, desháganlo y hagan las patas de la cama de mamá y cómprenle un cajón de los baratos, pues a ella le gustaban las cosas sencillas. Saquen el cristal de la tapa y arreglen el portarretratos de la abuela que está roto hace años; una bolsa plástica será suficiente para volverlo a arreglar.

Con el forro del cajón, que es de satín blanco de 20 dólares la yarda, Josefina se puede hacer su vestido de novia.
Para terminar sólo dos cosas más, la primera es que no dejen que con toda esa alegría se les olvide vestir a la tía para el entierro. La segunda es que con la muerte de la Tía Jimena, la Tía Blanca se quedó muy triste y enferma, así que creo que pronto les estaré mandando más cositas:metal::metal:
 
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