Frontera, Coah.- Un conductor que al parecer manejaba ebrio y a exceso de velocidad murió la madrugada de ayer, luego de estrellar su automóvil contra el poste metálico de una luminaria del camellón central de la Carretera Federal 30, a 10 kilómetros de distancia del lugar donde una hora antes ocurrió un terrible accidente que dejó como saldo tres personas muertas y tres lesionadas.
Sin embargo, un joven que viajaba como acompañante en el auto que terminó partido en dos, dijo a las autoridades que el chofer de la unidad se asustó y perdió el control del volante al escuchar que desde el asiento trasero le hablaba el fantasma de una mujer que se subió al vehículo en movimiento sin que ellos se dieran cuenta y posteriormente se desvaneció.
El ahora occiso fue identificado con el nombre de Obed Jonathan González Cárdenas, trabajador de Takata de aproximadamente 34 años que tenía su domicilio en la calle Allende 205 del Ejido 8 de Enero, de acuerdo con los informes que dio su hermano Daniel, quien lo reconoció al verlo inerte en el interior del destrozado auto.
Luis Alfonso Boone González, de 22 años de edad y con domicilio en la misma calle, pero en el número 207, quien viajaba en el asiento del copiloto, terminó tirado en el pavimento con serias lesionas, por lo que los socorristas de Ángeles Voluntarios le brindaron los primeros auxilios y luego lo condujeron a la sala de Urgencias de la Clínica 7 del Seguro Social de Monclova.
El padre del lesionado, Luis Alfonso Bonne Duarte, dijo que poco menos de una hora antes los jóvenes estuvieron conviviendo juntos en su casa.
Las autoridades establecieron que el trágico accidente se debió al exceso de velocidad y al aparente estado de ebriedad de Obed Jonathan, quien se impactó contra una luminaria del camellón central y el coche terminó partido por la mitad. Las partes del auto quedaron regadas en un radio de aproximadamente 50 metros.
Por la fuerza del impacto, el chofer fue proyectado hacia atrás y quedó tendido en el asiento trasero, sin vida, mientras que Luis Alfonso fue expulsado de la cabina y quedó tirado a la orilla de la carretera, seriamente lesionado, pero consciente.
Mientras era atendido por los paramédicos, dijo que una mujer se subió al auto sin que ellos hubieran detenido la marcha. Una vez a bordo, la extraña y aparecida mujer les habló y Obed se asustó, por lo que perdió el control del vehículo y salió del camino.
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Cobra siete vidas el ‘tramo maldito’
Frontera, Coah.- Siete víctimas mortales se han registrado en lo que va del año en la Carretera 30, Frontera-San Buenaventura; y a pesar del escepticismo que prevalece en autoridades policiacas, para algunos habitantes del ejido 8 de Enero aquí habitan fantasmas causantes de las tragedias, otorgando sin vacilar el mote de ‘El tramo maldito’ a este lugar.
Pero para el subdirector de Seguridad Pública de Frontera, Juan Antonio Garza Sifuentes, la mortal combinación no llega de seres de ultratumba rondando por el kilómetro 14 hasta el 22 de dicha arteria federal y el terror que éstos producen, sino de la inmoderada ingesta de alcohol y el exceso de velocidad, quienes provocan los accidentes automovilísticos.
“En este año llevamos cuatro accidentes, lamentablemente todos fatales falleciendo siete personas; pero las versiones de fantasmas es cuestión personal, eso no quita responsabilidad a los conductores al manejar sin precaución”, manifestó el funcionario público.
Sin embargo, para otro sector de la población, la versión de seres del más allá que penan sobre ‘El tramo maldito’ es real, materializan de vez en cuando su energía en una fugaz figura que se apodera del último aliento de los desdichados automovilistas que se cruzan a su paso; tal como lo declaró Luis Alfonso Boone, uno de los sobrevivientes de los dos accidentes suscitados el domingo pasado.
“Hace como nueve años yo vi a la mujer cruzando la carretera, 200 metros más adelante ya se había subido a mi carro, perdí el control del volante pero lo recuperé, me concentré en la música para no pensar en ella, pero por poco me cuesta la vida. Yo sí creo lo que dijo el muchacho, porque a mí también me pasó”, afirmó Juanita, oriunda del citado ejido.
Fuente. Periodico el Zócalo
