Elena Poniatowska: Ayotzinapa "nos recuerda a Auschwitz"

jarochilandio

Bovino de la familia
#1
DW
Daniel García Marco
16/11/2014

Décadas después de la matanza de estudiantes que plasmó en "La noche de Tlatelolco", la desaparición de 43 jóvenes aviva en la escritora mexicana el recuerdo de los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial.


Poniatowska, que hace pocos días visitó Nueva York (foto), asegura entender que las protestas estén siendo violentas en ocasiones: "Estoy en contra del vandalismo, pero es muy duro pensar que no hay salvación."

"Que 43 jóvenes sean asesinados de esa forma, no sólo asesinados, sino quemados en un basurero, como basura, como si fueran mierda, es una gran vergüenza personalmente y para el país. ¿Cómo el país va a enfrentar al mundo después de esto?", se preguntó Poniatowska en una charla con un reducido grupo de medios en Miami, donde este domingo es la invitada a la inauguración de la Feria del Libro.

"Lo que ha sucedido en mi país además de una tragedia es un retroceso espantoso", aseguró la escritora, ganadora del Premio Cervantes 2013. "Después de la matanza de Tlatelolco, estaba persuadida de que no habría otra masacre, pero claro que en mi país es muy fácil, porque la muerte siempre anda muy cerca por la cantidad de armas y por una cierta filosofía de la vida, por una cercanía con la muerte", aseguró Poniatowska.

"Nos recuerda a los campos de concentración, a Auschwitz, a Birkenau, a Treblinka, nos recuerda a la Segunda Guerra Mundial, la eliminación de seres humanos", dijo apesadumbrada la escritora, que documentó la masacre de estudiantes por las fuerzas gubernamentales mexicanas en 1968 en su obra "La noche de Tlatelolco". Aunque ahora, a los 82 años, dejará esa misión a otros periodistas más jóvenes, dice, algo cansada de que en México la consideren como "la viuda de todas las desgracias".

Puede entender la violencia...

Los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre. Según la reconstrucción oficial de los hechos, la policía de Iguala, en el sur de México, los detuvo supuestamente por orden del alcalde, José Luis Abarca, para evitar sus protestas y los entregó a un grupo de narcotraficantes conocido como Guerreros Unidos. De acuerdo al testimonio que las autoridades aseguran haber obtenido de tres miembros de la banda, los jóvenes fueron quemados vivos y sus cenizas arrojadas al río. Las familias de los jóvenes desaparecidos rechazan la versión oficial, ya que todavía no hay pruebas científicas que la corroboren. Los pocos restos hallados serán analizados por un laboratorio en Austria para determinar si se trata de los jóvenes.

La impunidad, la equivalencia entre delincuentes y autoridades y la ausencia de justicia, reclamada por las familias de los desaparecidos, es algo "desesperanzador" para Poniatowska, que asegura entender que las protestas estén siendo violentas en ocasiones. "Estoy en contra del vandalismo, pero es muy duro pensar que no hay salvación. Se justifica en cierto momento por la desesperación de la gente, que es enorme, por la rabia. Es comprensible. Si no tienes una parte que se rebela, quiere decir que estás muerto", dijo.

Corrupción enraizada en "Estado fallido"

Poniatowska destacó como problema básico de México el "abismo" entre las clases sociales. "Tenemos al hombre más rico del mundo (Carlos Slim) y luego está la gente que no tiene nada, ¿cómo va a avanzar un país con esto?", se preguntó antes de destacar lo enraizada que está la corrupción en el país. "Robar es una fuente terrible de podredumbre, de quitarle sus raíces a un país, de enlodarlo", criticó. "Un funcionario honesto es casi como una aguja en un pajar".

La escritora, que ha mezclado la ficción con la no ficción a lo largo de su carrera, aseguró que la realidad en México es tan fuerte que no hay necesidad de inventarla. "Es como de Shakespeare. Hace años bajan a (el candidato presidencial Luis Donaldo) Colosio (en 1994). Le dan un balazo, a su mujer le da cáncer y muere tres meses después. ¿Qué ficción necesitas? Tienes toda una tragedia ahí en poco tiempo. Una ficción como la de cualquier obra de Shakespeare. No somos un país en el que nunca sucede nada. Ojalá sucedieran también cosas buenas. Ojalá les pudiera contar cosas de las que estoy orgullosa", lamentó la escritora.

Poniatowska afirmó que le duele "demasiado" que definan a México como un "narcoestado", pero admitió: "Es un Estado fallido, es totalmente inferior a su pasado".


Fuente


Lo mismo he dicho: la realidad en este país sobrepasa a la fantasía. Si Lewis Carroll hubiese vivido en este México del siglo XXI, nunca hubiese escrito Alicia en el País de las Maravillas; hasta el gato de Cheshire resulta más real que lo que sucede en este país. Carroll mejor hubiese escrito acerca del México de hoy, y su novela sería más fantasiosa.
 
#2
Pff... solo dejaré esto por aquí...

El libro de Carlos Salinas de Gortari, Democracia republicana. Ni Estado ni mercado, nos regresa a una polémica que francamente, como está la situación política en México, no parece valer la pena. Hablamos de la relación del intelectual, el artista, con el poder político y económico. Una discusión que en Europa y EU carece de sentido, pero que en América Latina llegó para quedarse. Cada tanto reaparece con monotonía. Ahora el pretexto fue el capítulo de Salinas “La batalla de las ideas”, donde habla de destacados intelectuales que estuvieron de su lado cuando era un hombre poderoso: Enrique Krauze, Jorge Castañeda y Sergio Aguayo, entre otros, quienes modificaron su conducta. Pero eso es la punta del iceberg, el mar oculta a cientos de escritores, pintores o académicos que han concentrado su tarea en ser útiles al poder, no importa quién lo tenga en sus manos. Hay, por ejemplo, fotografías memorables de Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska, del brazo y sonriendo con Salinas en su época presidencial. Luego los encontramos clamando por López Obrador y recibiendo recompensas de parte del PRD capitalino, es decir, de López Obrador y Ebrard.

El poder busca apoyo de los intelectuales; es un sector importante, por lo regular tienen admiradores, los medios los siguen y gozan de una fuerte influencia sobre la población. Si en 1968 la inteligencia mexicana se puso a favor del movimiento estudiantil que se enfrentaba al autoritarismo de Díaz Ordaz y de un PRI cerrado y antidemocrático, con Luis Echeverría se cambió de sitio y masivamente pensó que estaban ante un salvador de la patria. Carlos Fuentes y Fernando Benítez gritaron a dúo: “¡Echeverría o el fascismo!”. Y escritores y artistas plásticos se sumaron a una nueva causa. Benítez llevó más lejos las cosas y escribió una dulce y cordial biografía del político y empresario de muy dudosa reputación, Carlos Hank González, para colmo terminó siendo embajador como antes lo fuera Carlos Fuentes en Francia.

Tengo la impresión de que las perversiones políticas que estamos presenciando, alianzas de total indignidad a las que hemos llegado, nos alejan un tanto del tema sobre el papel del intelectual. Añadamos que somos un país de pésima memoria, todo con tal de tener héroes y caudillos culturales y no sólo políticos. Necesitamos en todos los campos hombres fuertes, altezas serenísimas, emperadores y dictadores. Allí están por ejemplo Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, ambos protegidos por Salinas, hoy lo niegan tres veces. El segundo fue encontrado con las manos en la masa, dice el lugar común, cuando Miguel Badillo publicó en El Universal las pruebas de su intensa relación económica que le era de utilidad a su empresa: Nexos. El poder en México concede premios jugosos, recompensas, posibilidades de negocios o dinero entregado de maneras cautelosas. ¿Por qué entonces ponerse del lado de la sociedad que con frecuencia es desorientada por los medios de comunicación?

Tanto el PRI en sus momentos de gloria como hoy el PRD han sabido de la importancia que implica atraer a los intelectuales, ponerlos a su servicio, ostentosa o discretamente. Al PAN parece no importarles, se mantiene lejos, alardea su ignorancia, su desafecto por la lectura y las salas de arte. López Obrador supo atraerlos, finalmente, como buen político formado en el PRI. Pero hay algo que me desconcierta, que muchos de ellos, saltimbanquis, campeones de la intriga, que van de un mandatario a otro, que coquetean con diversos partidos mientras están en la cumbre, también sean honrados sin parar por la academia, en concreto por las universidades públicas. ¿Cuántos doctorados honoris causa han recibido y cuántos premios les dan, la mayoría en metálico? Infinidad, se los reparten de modo organizado y sistemático. El periodista y escritor Federico Campbell señaló hace unos días que “Salinas arropó y buscó intelectuales como Héctor Aguilar Camín y Rolando Cordera para legitimar su gobierno”. Me asombra que ahora en los círculos universitarios, tan sensibles al perredismo y tan distantes de Salinas, hoy los promuevan para recibir doctorados. ¿Realmente merecen uno más?

La pugna sobre el papel de los intelectuales ha desaparecido del campo teórico y de la lucha de las ideas. Muerto el socialismo, pareciera que ya no tiene sentido, que la libertad y la pluralidad que ahora brinda el capitalismo (¿?) nos aleja de la tentación del intelectual orgánico, según la interpretación del pensador italiano Gramsci; es decir, de aquél que se aferra a una causa y la sirve. No era en realidad la idea central de sus tesis, pero lo que nos ha quedado es un escritor, académico o artista que se acerca al poder o a un caudillo. En los tiempos de Lenin la discusión tuvo intensidad, con Stalin se radicalizó y les asignó una tarea: ser esclavos del Estado. Con Fidel Castro ocurrió algo parecido: Nada contra la revolución, todo con ella. Los resultados están a la vista: el socialismo se derrumbó y en Cuba sólo se ven obligados a permitir la disidencia intelectual para evitar las críticas.

El papel político del intelectual es uno: servir a la sociedad y ser crítico del poder. Lo demás es gusto por los cantos de sirenas.
Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2011/558167.html


Y es totalmente cierto, la política busca el cómo atraer a sus artistas, y válgame que no solo los de Televisa y corporaciones aliadas! Nooo, hay que hacer sentir a esos seudo-intelectuales, intelectuales realmente, atrayendo a aquéllos que vendan pluma sin problema alguno, venga, que ni éstos se salvan del deseo del poder y la arrogancia que les genera -si no es que ya la tenían- el recibir premios y reconocimientos.
Digo... Elena, la hipocresía andante, cada uno ladrando al contrario de su nuevo amo. (Uyy, ya veo a ess dos o tres aferrados que me querrán acusar de mil cosas :memeo:)

Tiene razón, princesas del honor y la salvación mexicana no se me lancen aún...! Elena tiene razón, es una porquería la situación, una masacre, y se debería caer de espaldas todo político mexicano que se atreva a negar tales afirmaciones, sin embargo, así como se ponen de princesas con otros "personajes" que se pronuncian en contra del gelboy por haber estado "bajo sus brazos en algún momento", así deberían hacerlo con ella, que no olvidemos, andaba en pro de la Trevi (sí señores, la Trevi... ¿o solo se lee lo que uno quiere y omite lo que no le conviene?)... anduvo tomadita casi de la mano con el Salinas... fue la que argumentaba que "los niños de la calle en calzones se ven bonitos, ojalá les quitaran las barditas a la fuente para que chapotearan...", que acepta premios dados por la derecha de hueso colorado (España), y con ello es como apoyar una ley que es casi igual a la que tanto critican aquí en México; digo, tantita dignidad, ¿no?
 

steve jobs

Bovino maduro
#3
Así es el desmadre esta a todo lo que da, pero cierto es que entre el demadre como siempre se cuelan los intelectualoides que solo buscan el protagonismo. Y lo que menos les interesa es el bien de la nación.

Cuando deciden servir y ser servil con algo o alguién, normalmente todo lo demas lo mandan a la chingada.
Eso no es madurez ni ecuanimidad, esas son ganas de chingar a costa de lo que sea.
 
#4
Pff... solo dejaré esto por aquí...



Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2011/558167.html


Y es totalmente cierto, la política busca el cómo atraer a sus artistas, y válgame que no solo los de Televisa y corporaciones aliadas! Nooo, hay que hacer sentir a esos seudo-intelectuales, intelectuales realmente, atrayendo a aquéllos que vendan pluma sin problema alguno, venga, que ni éstos se salvan del deseo del poder y la arrogancia que les genera -si no es que ya la tenían- el recibir premios y reconocimientos.
Digo... Elena, la hipocresía andante, cada uno ladrando al contrario de su nuevo amo. (Uyy, ya veo a ess dos o tres aferrados que me querrán acusar de mil cosas :memeo:)

Tiene razón, princesas del honor y la salvación mexicana no se me lancen aún...! Elena tiene razón, es una porquería la situación, una masacre, y se debería caer de espaldas todo político mexicano que se atreva a negar tales afirmaciones, sin embargo, así como se ponen de princesas con otros "personajes" que se pronuncian en contra del gelboy por haber estado "bajo sus brazos en algún momento", así deberían hacerlo con ella, que no olvidemos, andaba en pro de la Trevi (sí señores, la Trevi... ¿o solo se lee lo que uno quiere y omite lo que no le conviene?)... anduvo tomadita casi de la mano con el Salinas... fue la que argumentaba que "los niños de la calle en calzones se ven bonitos, ojalá les quitaran las barditas a la fuente para que chapotearan...", que acepta premios dados por la derecha de hueso colorado (España), y con ello es como apoyar una ley que es casi igual a la que tanto critican aquí en México; digo, tantita dignidad, ¿no?
Te acuso de tener toda la razón, Elenita Poniatowska que vivio las revueltas estudiantiles en la comodidad de su sala de niña bién y que cita al 68 con la nostalgía de no haber estado ahí, mezclando por supuesto fantasía y realidad se asume de izquierda y lucra generalmente con ello, para después exigir lo que ella no da.

Una verdad a medias siempre es una buena mentira, ella lo sabe muy bien.
 

chafalito

Bovino maduro
#5
Elena Poniatowska es ella misma muy feminazi. Ha llegado a organizar colectas para liberar a mujeres procesadas por masculinicidio. También ha promovido la ley de aborto.
 
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