Erase una vez un viejito de billetes que se casa por quinta ocasión, como de unos 80 años, con una nena bien despampanante. Pues bien, la noche de bodas ya está la novia bien sexy, esperando no tener mucha acción cuando de repente llega el ruquito y la sorprende un chingo: aparece en cueros, con nada más que un condón puesto, unas pinzas en la nariz, tapones en los oidos y una erección marca diablo!!! Y la chava le dice: wow, sorprendente!!! pero, para que son las pinzas y los tapones de oido??? Y el viejito le contesta: es que en la vida hay 2 cosas que no soporto: 1.- una mujer gritando, y 2.- el olor a látex quemado... :histerica:
