Este no es en realidad un chiste, esto más bien es una historia que presencié:
Yo había llegado muy tarde a Plaza del Sol en Guadalajara, Jalisco, alrededor de las 10:30, esperando el camión 371 que me dejaba por la Calle Circunvalación a la altura del ahora Soriana Circunvalación...
El chiste es que llegan prostitutas y prostitutos, solo que los prostitutos se quedan alrededor de la escuela UNE.
Ocurre que a eso de casi las 11 llega una prostituta, entrada en carnes, con ropa semi reveladora, con short corto y blusa pegada, no muy agraciada, entonces llega a platicar con los taxistas que se detienen y platican bastantes a esa hora.
Entre ellos sale el típico galán pedante que se las da de Don Juan. Este amigo platique y platique con la señora, hasta le da un par de besos y la mujer creyendo que tenía un cliente accede a dos que tres manoseos.
Al ver que era puro taco de lengua, decide hacerse tonta en la acera y pronto agarra un cliente, al rato llega el taxista con aire triunfal.
Uno de ellos le pregunta, y que onda, le diste un beso, ¿cabrón?
Y como todo un semental responde, ¡a huevo!
A esto un cabrón con toda las ganas de chingar le pregunta:
- Y ¿no te supo a leche?
Yo había llegado muy tarde a Plaza del Sol en Guadalajara, Jalisco, alrededor de las 10:30, esperando el camión 371 que me dejaba por la Calle Circunvalación a la altura del ahora Soriana Circunvalación...
El chiste es que llegan prostitutas y prostitutos, solo que los prostitutos se quedan alrededor de la escuela UNE.
Ocurre que a eso de casi las 11 llega una prostituta, entrada en carnes, con ropa semi reveladora, con short corto y blusa pegada, no muy agraciada, entonces llega a platicar con los taxistas que se detienen y platican bastantes a esa hora.
Entre ellos sale el típico galán pedante que se las da de Don Juan. Este amigo platique y platique con la señora, hasta le da un par de besos y la mujer creyendo que tenía un cliente accede a dos que tres manoseos.
Al ver que era puro taco de lengua, decide hacerse tonta en la acera y pronto agarra un cliente, al rato llega el taxista con aire triunfal.
Uno de ellos le pregunta, y que onda, le diste un beso, ¿cabrón?
Y como todo un semental responde, ¡a huevo!
A esto un cabrón con toda las ganas de chingar le pregunta:
- Y ¿no te supo a leche?
