El Principio de Pareto o cómo conseguir excelentes resultados (Extenso)

Alej17

Bovino de la familia
#1
El Principio de Pareto o cómo conseguir excelentes resultados

Pocos tienen mucho y muchos tienen poco



¿Te has preguntado alguna vez cuál es el secreto de determinadas personas para conseguir cosas muy importantes haciendo muy poco? Seguro que conoces a alguien que emplea muy poco tiempo estudiando y saca unas notas estupendas o ganando mucho dinero trabajando pocas horas o siendo altamente productivo trabajando y/o estudiando aunque trabaje y/o estudie durante 2 ó 3 horas al día (de lunes a viernes) solamente. ¿Qué es lo que hacen estas personas que no haces tú?, ¿cuál es su secreto?, ¿cómo lo consiguen? Lo más importante: ¿qué puedes hacer para conseguirlo tú también? La respuesta está en aplicar el Principio de Pareto.

Joseph M. Juran introdujo el nombre en honor del sociólogo, economista y filósofo italiano Vilfredo Pareto (1848-1923). Pareto se dio cuenta de que en la Italia de su época el 20% de la población tenía el 80% de la riqueza del país. Hoy en día eso mismo se sigue aplicando no sólo a Italia, sino a todo el mundo con alguna variación en las cantidades. Pero la idea es la misma, unos pocos tienen mucho y el resto, que son muchos, tiene poco.

Antes de seguir explicándote en profundidad voy a contarte lo que me ocurrió tras empezar a aplicarlo activamente en mi trabajo de hace unos años como Ingeniero de Software. Antes de eso, yo trabajaba mucho, demasiado. No sólo por el esfuerzo y empeño que ponía en ello sino por la dedicación y el número de horas. Se podía decir que yo era una de esas personas que se quedaba el último oficina habiendo llegado el primero. Me llevaba el trabajo para casa y me ponía con ello por las noches y en los fines de semana. A pesar de eso, yo no me llevaba la gloria. Los logros y el reconocimiento los conseguían otras personas. Que además trabajaban ”únicamente” durante las horas que ponía en su contrato.

Yo me frustraba y me decía: “Luis, tienes que trabajar más duro. Tienes que hacer más, emplear más tiempo y poner más empeño”. Pero a la siguiente revisión de objetivos de empresa, me volvía a ocurrir lo mismo. Fue entonces cuando me dije: “Espera un momento, aquí hay algo que no estás haciendo bien, Luis. No puede ser que estés trabajando de esta forma y consiguiendo estos resultados tan pobres cuando hay otras personas que no son ni más ni menos inteligentes que tú y que dan mucho menos que tú. Tiene que haber algo que puedas hacer al respecto” Y en efecto lo había. Empecé a fijarme en este grupo de personas. Siempre (y en cualquier empresa) son unos pocos así que lo tenía fácil. Los tenía a todos identificados. Empecé a ver qué era lo que hacían, cómo y en qué se diferenciaba de lo que yo hacía. En todos los casos, la diferencia estaba por un lado en que estas personas hacían lo que debían hacer y por otro en que lo hacían como se debía.



Y yo simplemente hacía otras cosas o de otra forma de manera que los resultados eran distintos. Por ejemplo: a mí me parecía que había que describir con muchos detalles lo que ocurría en un problema técnico que tenía entre manos y además que había que adornarlo un poco para hacerle agradable la lectura a quien viniese después a revisarlo o a trabajar en ello. Al compararlo con lo que hacía el grupo de “los elegidos” me di cuenta de que ellos no sólo no daban tantos detalles sino que sólo incluían lo estrictamente necesario y nada de adornos. ¿Qué conseguían con ello? Ahorrar tiempo y esfuerzo.

Podría seguir dándote muchos más ejemplos pero no quiero centrar el contenido de este artículo en mis experiencias profesionales. Aunque sí quiero que sepas que mi trayectoria profesional cambió radicalmente según empecé a aplicar el principio de Pareto. Entonces empecé a formar parte del grupo de “los elegidos”. Como verás más abajo, este principio se aplica perfectamente al campo de los estudios, no sólo al del trabajo. ¿Quieres conseguir lo que hacen otras personas que sacan las notas más altas sin dejarse la vida en ello? Pues sigue leyendo.

¿En qué consiste?

El principio de Pareto también se conoce como la “regla del 80/20″, “regla del 80-20″ o el “principio del factor de parquedad” (factor sparsity en inglés). No es algo estricto en el sentido de que siempre se cumpla la proporción 80/20. Unas veces la regla es del 70/30,

90/10,

99/1, …

Pero tomaremos el 80/20 como punto de referencia.

Todo se refiere a lo mismo: Un 20% de lo que haces produce el 80% de los resultados que obtienes y viceversa, un 80% de lo que haces produce el 20% de los resultados.

Esto lo vas a ver enseguida con un ejemplo. Yo jugaba al fútbol en el equipo del barrio. Me gustaba mucho. Me lo tomaba muy en serio. Siempre me esforzaba por ser el mejor. Entrenaba duro, incluso solía hacer un día o dos extra de entrenamiento por mi cuenta. Para mí era frustrante ver cómo otros compañeros de equipo conseguían la gloria porque marcaban goles. Yo trabajaba enormemente durante todo el partido. Corría sin parar. Subía la banda, la bajaba, daba pases de gol, robaba balones al contrario. No me consideraba un mal jugador. Mi técnica no era la de Diego Maradona pero sí podía decir que estaba por encima de la media (de un equipo de barrio). De todas formas, los laureles se los llevaban otras personas y siempre coincidía con el número de goles marcado.

¿Qué hacía mal? Entrenaba más que ellos. Me esforzaba más. Corría más. Ésto es lo que me ocurría: El 80% de lo que yo hacía para prepararme para los partidos estaba relacionado con la forma física, el control del balón, las asistencias a los demás.

¿Qué conseguía? Un 20% de la gloria en el equipo. Porque no marcaba goles.

¿Qué hacían aquellas una o dos personas que lideraban al equipo y se llevaban los elogios de los demás? Corrían poco, perdían balones y entrenaban mal. Pero !marcaban goles! Y eso es lo que se necesita para ganar los partidos. No estoy diciendo con ésto que hay que volverse un egoísta y no dar ningún pase de gol al compañero para meterlos todos nosotros. A lo que me refiero es a que yo no concentraba mis esfuerzos en trabajar lo que producía los resultados que yo tanto ansiaba. No me preparaba los remates a puerta, no pensaba en marcar yo el gol. Siempre buscaba a alguien más para pasar el balón. Por el contrario, trabajaba en cosas que aun siendo buenas, no me llevaban a donde yo quería.

Para terminar con el relato personal, decir que en los últimos dos años que estuve jugando, no sólo me divertí mucho más que en todas las temporadas anteriores sino que fui el máximo goleador del equipo. No porque me hubiese vuelto el mejor. El cambio fue que pensé en marcar goles y me preparé física y mentalmente para ello. En cuanto había una oportunidad, allá iba. Fallaba muchas, pero también marcaba en muchas. Me esforzaba menos, corría menos. Pero con lo poco que hacía, conseguía “la gloria”

Otros ejemplos :

[La proporción 80/20 es sólo orientativa, modifícala a tu gusto]


Las comidas azucaradas te dan mucha energía para el momento después de comerlas. Pero enseguida tienes que volver a comer porque la energía se ha esfumado. Puedes pasarte el día comiendo bizcochos, pasteles y tartas pero te encontrarás con un nivel bajo de energía la mayor parte del tiempo. El principio de Pareto entra en acción: El 80% de lo que comes (azúcares), te da únicamente el 20% de la energía que necesitas

El 20% de la ropa que tienes es la que te pones. El restante 80% se queda en el armario
Utilizas el 20% de todas la funcionalidades de tu teléfono móvil último modelo en el mejor de los casos. El restante 80% está ahí pero nunca lo utilizas

Cuando bebes una cerveza, el 20% de lo que ingieres te sirve para algo, el otro 80% tu cuerpo lo deshecha. Éste seguramente sea un caso en el que una proporción de 95/5 sería más realista
El 80% del tiempo que empleas viendo la televisión te da un 20% de información nueva o que necesitas o que te gusta. Sólo es útil el 20% del tiempo que te pasas delante de la televisión. A mí no me gusta la televisión y en mi caso la proporción es del orden de 99/1. Por lo que no la veo nada

Aplícalo cuando estudias (trabajas / haces deporte / haces la compra/…):

Si el 80% de la nota del examen sale del contenido de un documento escrito que tienes que presentar al profesor antes del examen y el 20% de la nota sale de los 4 libros que forman la bibliografía de la asignatura, trabaja en el documento y deja los 4 libros en un segundo plano

Si el profesor te da 10 libros que te pueden servir para aprobar la asignatura y te dice que en 2 de ellos está todo lo que necesitas saber para sacar la máxima nota pero que con los otros también se puede conseguir, ve a por los 2 que te dice y, si tienes tiempo o te apetece, luego puedes ir a por los otros.

Si con 2 horas de estiramientos y ejercicio de fuerza y aeróbico a la semana desde casa tienes suficiente para mantener tu nivel de energía alto, sentirte sano y ágil, ¿por qué no hacerlo en lugar de apuntarte al gimnasio, la piscina y tomar complementos vitamínicos en cápsulas? Imagina que el tiempo de ida, ejercicio y vuelta del gimnasio y piscina son 8 horas (no sólo eso, también tienes que contar el dinero de ambas cosas y de las cápsulas). ¿Ves a qué me refiero?
Si resulta que reunirte con el profesor en su despacho y pedirle que te resuelva algunas dudas que tienes, te va a conseguir por un lado que ya no tengas esas dudas y por otro que el profesor sepa quién eres y que pones gran interés en su asignatura (sobre todo en la Universidad, son tantos los alumnos que tienen los profesores que no conocen ni de vista al 80% de sus alumnos); ¿por qué no hacerlo?

Si una camisa preciosa que acabas de ver en una tienda cuesta 3 veces más que otra cualquiera y no vas a tener oportunidad de lucirla a menudo por la razón que sea, ¿por qué hacer ese gran gasto si apenas vas a usar lo que compras?
¿Cómo aplicar el principio de Pareto con éxito?

Muy sencillo. Sólo tienes que:

Observar fuera. Mira lo que hacen otros para conseguir esas notas altas, esos resultados (en la Universidad, en el trabajo, en el deporte, …)

Observar dentro (de ti). Fíjate en lo que mejor resultado te da. Ten en cuenta lo que haces y lo que consigues con ello. Dale un repaso al día, por ejemplo

Practicar. Pon en práctica lo que has visto que les sirve a otros y a ti mism@ y quédate con lo que te sirva

http://www.elartedelamemoria.org/2009/01/02/el-principio-de-pareto/

P:eek: El articulo lo comparto tal como lo encontré, el relato es del autor.

Saludos
:chommy:
 
#8
Pues aqui hay muchos que utilizan ese principio. Hay muchos que vienen a que los demás usuarios de ba-k les hagan el 80% de la tarea que les dejaron en la escuela.

5aludo2
 
#13
recordé mis clases de control y calidad, hay otros sistemas parecidos a ese, y conceptos como el denominado kaizen (mejoramiento continuo)
 
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