El espejo es en efecto el símbolo más directo de la visión espiritual, de la contemplatio, y en general de la gnosis, pues a través de él se concreta la relación entre el sujeto y el objeto.
¿Qué es ese espejo en el que el símbolo aparece como imagen de un arquetipo eterno? Ante todo la imaginación, si se piensa en el carácter figurativo, "plástico", del símbolo, contrariamente al de la noción abstracta. Pero en un sentido más amplio es la razón, que, en tanto que capacidad para conocer y discernir, refleja el espíritu puro; y, en un sentido aún más amplio, el espíritu mismo es el espejo del Ser absoluto. Plotino dice del espíritu absoluto (noûs) que mira al Uno infinito y que, con esta visión, que jamás llega a asimilar enteramente su objeto, pone en evidencia el mundo como una imagen siempre incompleta; es como un reflejo quebrado ininterrumpido.