El Extraño Caso de la Dra. Beatriz y la Sra. Paredes

xamaneksan

Bovino Milenario
#1
Como en la famosa novela de Robert Louis Stevenson, “El Extraño Caso de Dr. Jeckyll y el Sr. Hyde”, Beatriz Paredes parece ser víctima del desorden de personalidad múltiple. Un día pronuncia palabras progresistas y al siguiente asume conductas conservadoras. Un día se presenta como mujer de avanzada y al otro defiende las posturas más retrógradas. Debajo del huipil hay una mujer rota, desarticulada, contradictoria. Una Beatriz audaz que enarbola las mejores causas y otra Beatriz atávica que las sabotea. Alguien que, si se sentara sobre un diván psiquiátrico, sería diagnosticado con ese mal caracterizado por la coexistencia —en un solo cuerpo— de identidades distintas que se pelean entre sí. Es como si dentro de la lideresa del PRI hubiera dos o más personalidades en contienda perpetua. Y el pleito produce una persona incapaz de mantener posiciones coherentes, confiables, o siquiera inteligibles. Allí está la Beatriz Feminista que defiende el derecho de las mujeres a decidir, pero comparte el huipil con la Beatriz Claudicadora que está dispuesto a sacrificarlo en 17 estados donde el PRI apoya la penalización del aborto.
Allí está la Beatriz Juarista que defiende la separación Estado-Iglesia, pero cohabita con la Beatriz Electorera que está dispuesta a minar esa línea divisoria si de conseguir votos se trata. Allí está la Beatriz Demócrata que dice apoyar la competencia, pero vive lado a lado con la Beatriz Autoritaria que quiere frenarla cuando entraña alianzas electorales contra el PRI. Allí está la Beatriz Progresista que se jacta de defender las mejor causas, pero tiene la trenza entrelazada con una Beatriz Acomodaticia encargada de archivarlas cuando entrañan costos políticos. Durante el siglo 19, se pensaba que las personas que exhibían síntomas de lo que hoy se llama “Desorden de Identidad Disociativa” estaban poseídas.
Se creía que algún demonio les susurraba en el oído, obligándolas a actuar en contra de su voluntad. Al escuchar a Beatriz Paredes, se antoja argumentar algo similar. Sólo así podría explicarse la conducta errática, las fobias inexplicables, el enojo incontenible, la bipolaridad política, las contradicciones evidentes, las alucinaciones de las cuales se ha vuelto presa la presidenta del PRI. Va por la vida promoviendo posiciones de izquierda en unos temas y de derecha en otros.
Defendiendo principios que luego no tiene el menor rubor en traicionar. Enarbolando el discurso del nacionalismo revolucionario mientras toma decisiones que llevarían a los ganadores de la Revolución a revolcarse en la tumba. Jactándose de su progresismo mientras asume posturas que los conservadores aplauden. Beatriz Paredes habla de “nuestra realidad hiperpresidencialista” cuando la presidencia imperial ha sido remplazada por la presidencia acorralada.
Habla de la necesidad de “controles y fiscalización” a nivel local, cuando en la última negociación presupuestal su partido los rechazó. Habla de la necesidad de fomentar “la transparencia en el manejo de los recursos públicos”, cuando los estados controlados por el PRI son hoyos negros de opacidad. Habla de la “influencia creciente de los poderes fácticos”, cuando el pre-candidato presidencial del PRI ya se ha encamado con ellos. Habla de acrecentar los derechos ciudadanos, al mismo tiempo que se opone a las candidaturas independientes. Critica “la propaganda como subterfugio para la manipulación social”, cuando Enrique Peña Nieto la usa con ese objetivo.
Argumenta que los estados democráticos “son laicos”, cuando ella misma ha contribuido a poner en jaque la laicidad en México. Una sola mujer con tantas corrientes internas, con tantas subcontrataciones corporales, con tantas vidas variopintas percibiendo e interactuando con la realidad. Pero no es que a Beatriz la muevan fuerzas del más allá, o siga las instrucciones de algún diablo guardián. El mal que padece es congénito; es parte de la herencia priísta y afecta a todos sus miembros en mayor o menor medida. Los desórdenes mentales disociativos siempre están acompañados por la amnesia, la pérdida selectiva de memoria, la incapacidad para recordar lo dicho, lo hecho, lo prometido, lo incumplido. Y según los expertos, la personalidad múltiple es causada por antecedentes traumáticos.
En el caso de Beatriz Paredes es la historia misma del PRI en México y la marca que ha dejado tras de sí. 71 años de caciques y cotos y corrupción que ella es incapaz de reconocer, incapaz de procesar, incapaz de enfrentar.
71 años de gobierno como distribución del botín, que la transición no ha logrado cambiar. No sorprende entonces que Beatriz Paredes parezca esquizofrénica; lo es.
Tanto o más que su propio partido. Tiene que serlo para seguir formando parte de una camarilla que dice fomentar la modernización, pero ha hecho todo lo posible obstaculizarla. Tiene que mantener la dualidad para pertenecer a una organización que se vanagloria de las instituciones que creó, al mismo tiempo se dedicó a prostituirlas. En el mismo partido cohabitan la retórica democrática y las pulsiones autoritarias, los gloriosos discursos celebrando a la ciudadanía y las medidas instituidas para negarle representación, la crítica a la corrupción y la protección a quienes se han enriquecido con ella.
Beatriz Paredes y el PRI que encabeza tratan de ocultar el lado oscuro de su naturaleza pero no lo logran. Buscan disfrazar a la bestia que llevan dentro tanto como lo intentó hacer el Dr. Jeckyll con el Sr. Hyde, pero sin éxito.
Cuando Beatriz declara que “no se vale usar los programas sociales para el chantaje electoral” – una práctica que su partido instituyó – no queda más remedio que declararla enferma. Cuando defiende la laicidad pero acepta que su partido busque congraciarse con la Iglesia, no queda más opción que llamarla esquizofrénica. Dividida. Desmemoriada. Una mujer cuya única definición es cambiar de carácter moral como alguien cambia de calcetín.


Denise Dresser

Fuente
 

daigual

Bovino maduro
#2
Extraño es que a Denise le sorprenda ya que ese es el rostro de todos los politicos mexicanos maestros del camaleonismo y capaces de vender a su propia madre con tal de satifacer sus fines econimicos y de poder aún a costa de decir que un dia el verde es verde y al otro resulta que es rojo

Saludos
 
#6
Esta es la mayoria de los rostros de toda la clase politica, te miran de frente y te dan una sonrisa y te volteas y te encajan el puñal de los aumentos, etc., etc., que puede extrañarnos de semejante clase de seres "humanos" esta de pensarse llamarlos asi.
 

braulio899

Bovino maduro
#7
La desmemoria es una patología característica de los políticos mexicanos. Hace 6 meses muchos de los ahora diputados prometieron una reforma política. Ahora, esos mismos se niegan a hacerlo.

Ojala algún día México tenga políticos congruentes con lo que dicen y hacen. Pero bueno, creo que es demasiado pedir.

Saludos
 

paco1503

Bovino maduro
#8
cierto me disculpo por mi vana respuesta, mas sin embargo me resulta molesto el como siempre se la pasan criticando a gente de la politica y no e spor ddefenderlos ni nada solo que me repugna ver gente que se preocupa por estas mirando los defectos de los demas si cuando llegaran a estar donde stos señores estan serian aun mucho peor
 

xamaneksan

Bovino Milenario
#9
cierto me disculpo por mi vana respuesta, mas sin embargo me resulta molesto el como siempre se la pasan criticando a gente de la politica y no e spor ddefenderlos ni nada solo que me repugna ver gente que se preocupa por estas mirando los defectos de los demas si cuando llegaran a estar donde stos señores estan serian aun mucho peor
Bonita generalización,¿en que te basas para decir eso? ¿entonces no los criticamos por el supuesto insostenible de que todos los que los criticamos somos peores que ellos? espero que nos cuentes como hiciste para conocer a todos los críticos de los políticos, cuando menos que lo compruebes conmigo pues yo subí el tema.
 

WingLess

Bovino de alcurnia
#10
cierto me disculpo por mi vana respuesta, mas sin embargo me resulta molesto el como siempre se la pasan criticando a gente de la politica y no e spor ddefenderlos ni nada solo que me repugna ver gente que se preocupa por estas mirando los defectos de los demas si cuando llegaran a estar donde stos señores estan serian aun mucho peor
Pues no creo que haya algo o alguien que te lo asegure ¿o sí?

En cuanto al tema, no creo que a alguien le extrañe que pasen estas cosas, mucho menos con el PRI. Bastante tenemos aún qué ver con peña nieto.
 
M

maramargo

Visitante
#11
Siempre los politicos juegan con las palabras y las distorcionan de tal manera que inventan nuevos diccionarios y todo por tratar de ocultar el transfondo, todo es una negociación entre los diferentes poderes del país, (iglesia, politica, empresarios, etc)
 

alihanz

Bovino de la familia
#12
cierto me disculpo por mi vana respuesta, mas sin embargo me resulta molesto el como siempre se la pasan criticando a gente de la politica y no e spor ddefenderlos ni nada solo que me repugna ver gente que se preocupa por estas mirando los defectos de los demas si cuando llegaran a estar donde stos señores estan serian aun mucho peor
Papá, mira tus errores antes de venir acá a generalizar.

Con respecto al tema, la desmemoria no es exclusiva de los políticos mexicanos. Amnésicos hay en todas partes, gente sin escrúpulos que ven el curul como un fin y no como un medio (o tal vez un medio para enriquecerse ilícitamente)
 
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