El amor no castiga

#1
El amor no castiga
¿Castigar o no castigar? El amor no castiga nunca. El respeto no es más que miedo y, de la misma forma, el
castigo no es más que venganza. El acto de llamar a reflexión (que puede ser incluso violento) no es castigo,
sino un acto de amor, porque lleva en él la curación como fin.
El castigo como venganza es un acto de odio, que engendra más odio. Cuando el niño no respeta tu libertad o
la de los demás, puedes pegarle una palmada en ese momento, para que asocie de dónde viene el golpe; no
hay dificultad, porque él aprenderá y comprenderá sin dejarle más residuos. El acto comenzó y terminó con un
resultado lógico, como ocurre en la vida.
Cuando le echas un sermón que no entiende y percibe tu disgusto y tu rechazo, que sí entiende, comienza a
sentirse culpable de algo que es la moral, el deber y las normas, que él no llega a entender pero que necesita
cumplir para tenerte contento, entonces sí le estás haciendo mucho daño. Y si percibe en ti el resentimiento de
la venganza, estarás fomentando en él un violento, vengador y resentido; no lo dudes.
Si se sube a un árbol y se cae haciéndose daño, aprenderá a ir con más cuidado otra vez y no tendrá sentido
de culpabilidad. De la misma manera, el cachete que le puedes dar inmediatamente lo asociará a lo que acaba
de hacer, pero ahí no entran la moral ni la culpabilidad, sino la realidad. Pero hazlo siempre sin estar molesto,
para que no haya rastro de recriminación ni de acusación, consciente de que eso es amor. Lo que no te privará
de consolarlo si llora, como harías si se cayera del árbol. Esto es lo que lo diferencia.
Si yo quiero cambiarme a mí mismo tendrá que ser en base a comprensión, intuición, conciencia, tolerancia, sin
violencia. Pues eso mismo necesitan los demás. Todas las represiones tienen un solo motivo; la insatisfacción
de ti mismo, tu intolerancia. No puedes dar libertad si tú no eres libre. No puedes amar, si no te amas. Y no
podrás fingirlo, pues tu boca puede decir una cosa, pero tu voz, tu actitud y todo tu cuerpo estarán diciendo
otra. Habrá una contradicción que contaminará el ambiente. Es preferible hacer ver tu verdad a los demás,
mostrando el estadio en que estás, con sencillez, y tu capacidad real en ese momento.
Cuando haces el bien desde toda tu persona, como una expresión natural de tu ser, no eres consciente de ello.
Cuando eres consciente y te enorgulleces de ello, es que ha entrado en ti el yo que todo lo complica, y después
te crees más que los demás. Lo peor de todo es la hipocresía de los padres y maestros, haciendo de modelos
que luego no son capaces de cumplir, y de ahí llega el desconcierto y la desconfianza de los niños, cuando el
oído se viene abajo. De esa desilusión de los niños surge luego el odio.
El amor desinteresado existe: es el único al que se puede dar el nombre de amor.
 

lsedg

Bovino adicto
#2
el amor desinteresado yo digo que no existe, al igual que el altruismo, pero ambas cosas siguen siendo lindas, eso de dar si resivir no esta chido
 
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