Bueno compañeros del FL, después de un buen tiempo sin compartirles nada, les traigo en ésta ocasión:
Diez novelas británicas y estadounidenses que todos deberíamos leer.
Si, es de leer, así que si no les gusta, evitense la molestia de poner a Yao Ming o a Peña Nieto diciendo "no leí un carajo", para quienes disfrutamos la lectura, será un verdadero placer.
Matar un ruiseñor (1960), de Harper Lee
El protagonista es Atticus Finch, un abogado y amoroso padre en un pueblo pequeño. Una subtrama es la de un hombre negro que es acusado de violar a una mujer blanca. La novela aporta varias lecciones acerca de historia, aceptación, injusticia y compasión.
De ratones y hombres (1937), de John Steinbeck
Inspirada por la Gran Depresión. La trama rastrea el viaje de George y Lennie, dos trabajadores migrantes en una granja en california. Permite conocer el deseo de alcanzar el ‘sueño americano’ y cómo este se deja de lado a causa de incidentes inesperados.
Una paz separada (1959), de John Knowles
La historia gira en torno a dos compañeros de habitación en Devon, Nueva Inglaterra, durante 1942. La novela sirve como crónica de la maduración de ambos chicos mientras que la Segunda Guerra Mundial invade sus vidas más y más.
El guardián entre el centeno (1951), de J.D. Salinger
El personaje principal es Holden Caulfield, ícono de la rebeldía adolescente que piensa que la única persona que vale algo es su pequeña hermana. Sus vivencias durante unos días que pasa en Nueva York son dignas de analizar en relación a un adolescente actual.
Rebelión en la granja (1945), de George Orwell
El relato clásivo de una revolución animal es en realidad una alegoría del estalinismo. Bajo el mando de dos cerdos, un grupo trae abajo a su líder y establece una nueva comunidad basada en nuevos mandamientos, como que todos son iguales.
El señor de las moscas (1955), de William Golding
Una alegoría compleja dentro de una historia de lucha y supervivencia. Todo inicia cuando un avión que lleva a un grupo de estudiantes cae en una isla desierta. Con el tiempo, su ‘humanidad’ comienza a perderse y emergen conductas brutales e incivilizadas.
El gran Gatsby (1925), de Scott Fitzgerald
El enigmático Jay Gatsby ofrece las mejores fiestas pero lo único que realmente desea es a Daisy. El narrador es Nick Carraway y a través de la narración demuestra que aquella fastuosidad no es sinónimo de éxito sino, más bien, de vacío y soledad.
Adiós a las armas (1929), de Ernest Hemingway
Combinando su estilo característico con sus experiencias vividas durante la Primera Guerra Mundial, el autor revisa el conflicto armado y cuenta una historia de romance que resulta casi tan trágica como la guerra: la muerte y los campos de batalla están presentes.
La letra escarlata (1850), de Nathaniel Hawthorne
En Boston, una mujer es acusada de adulterio. Como se rehúsa a dar el nombre del padre de su hija, la comunidad la obliga a llevar una pieza de tela escarlata en la ropa. Los temas centrales son el pecado, el arrepentimiento, la moral y el perdón.
La naranja mecánica (1963), de Anthony Burgess
El orden social se vuelve implícito a través del lenguaje. Retrata el universo de Alex, un adolescente de 15 años, y analiza la prevalencia de un sistema policiaco en un mundo de valores corruptos, violencia e indulgencia infantil.
Nota: estas recomendaciones fueron obtenidas del conteo de las 100 mejores novelas de la historia de la revista TIME.
Espero se vea bien, y en caso contrario, mil disculpas, son problemas técnicos.
Diez novelas británicas y estadounidenses que todos deberíamos leer.
Si, es de leer, así que si no les gusta, evitense la molestia de poner a Yao Ming o a Peña Nieto diciendo "no leí un carajo", para quienes disfrutamos la lectura, será un verdadero placer.
Matar un ruiseñor (1960), de Harper Lee
El protagonista es Atticus Finch, un abogado y amoroso padre en un pueblo pequeño. Una subtrama es la de un hombre negro que es acusado de violar a una mujer blanca. La novela aporta varias lecciones acerca de historia, aceptación, injusticia y compasión.
De ratones y hombres (1937), de John Steinbeck
Inspirada por la Gran Depresión. La trama rastrea el viaje de George y Lennie, dos trabajadores migrantes en una granja en california. Permite conocer el deseo de alcanzar el ‘sueño americano’ y cómo este se deja de lado a causa de incidentes inesperados.
Una paz separada (1959), de John Knowles
La historia gira en torno a dos compañeros de habitación en Devon, Nueva Inglaterra, durante 1942. La novela sirve como crónica de la maduración de ambos chicos mientras que la Segunda Guerra Mundial invade sus vidas más y más.
El guardián entre el centeno (1951), de J.D. Salinger
El personaje principal es Holden Caulfield, ícono de la rebeldía adolescente que piensa que la única persona que vale algo es su pequeña hermana. Sus vivencias durante unos días que pasa en Nueva York son dignas de analizar en relación a un adolescente actual.
Rebelión en la granja (1945), de George Orwell
El relato clásivo de una revolución animal es en realidad una alegoría del estalinismo. Bajo el mando de dos cerdos, un grupo trae abajo a su líder y establece una nueva comunidad basada en nuevos mandamientos, como que todos son iguales.
El señor de las moscas (1955), de William Golding
Una alegoría compleja dentro de una historia de lucha y supervivencia. Todo inicia cuando un avión que lleva a un grupo de estudiantes cae en una isla desierta. Con el tiempo, su ‘humanidad’ comienza a perderse y emergen conductas brutales e incivilizadas.
El gran Gatsby (1925), de Scott Fitzgerald
El enigmático Jay Gatsby ofrece las mejores fiestas pero lo único que realmente desea es a Daisy. El narrador es Nick Carraway y a través de la narración demuestra que aquella fastuosidad no es sinónimo de éxito sino, más bien, de vacío y soledad.
Adiós a las armas (1929), de Ernest Hemingway
Combinando su estilo característico con sus experiencias vividas durante la Primera Guerra Mundial, el autor revisa el conflicto armado y cuenta una historia de romance que resulta casi tan trágica como la guerra: la muerte y los campos de batalla están presentes.
La letra escarlata (1850), de Nathaniel Hawthorne
En Boston, una mujer es acusada de adulterio. Como se rehúsa a dar el nombre del padre de su hija, la comunidad la obliga a llevar una pieza de tela escarlata en la ropa. Los temas centrales son el pecado, el arrepentimiento, la moral y el perdón.
La naranja mecánica (1963), de Anthony Burgess
El orden social se vuelve implícito a través del lenguaje. Retrata el universo de Alex, un adolescente de 15 años, y analiza la prevalencia de un sistema policiaco en un mundo de valores corruptos, violencia e indulgencia infantil.
Nota: estas recomendaciones fueron obtenidas del conteo de las 100 mejores novelas de la historia de la revista TIME.
Espero se vea bien, y en caso contrario, mil disculpas, son problemas técnicos.