Derecha paraguaya logra ansiada destitución de Lugo

mc5punk

Bovino maduro
#1



Después de 61 años de dominio político del Partido Colorado, resultaba osado deshacer estructuras que mantenían a Paraguay entre las naciones con más desigual distribución de las riquezas en el mundo.

El reto lo asumió Fernando Lugo, un exobispo católico, quien ganó de forma clara las elecciones del 20 de abril de 2008.

Gran parte del pueblo, esperanzado en un nuevo rumbo para su vida y la del país, apostó al proyecto gubernamental que proponía sustanciales cambios sociales.

Aunque varios puntos lograron concretarse, muchos quedaron sin cumplirse debido a la fuerte presión del congreso, de mayoría opositora, el mismo que decidió destituirlo hoy a través de un juicio político, distorsionado, apresurado, y considerado por muchos un golpe de Estado a la democracia.

Uno de los sueños del gobernante, era llevar a cabo la reforma agraria, pues en esta nación, eminentemente agroganadera, el tema de posesión de tierras es de los más controvertidos.

Y es que el 80 por ciento de la superficie cultivable en forma de grandes latifundios está en manos de sólo dos por ciento de empresarios del agro.

De hecho, el detonante para el juicio relámpago fueron los hechos del pasado viernes, que dejaron 17 muertos -11 campesinos y seis policías- en enfrentamientos que se produjeron en el contexto del desalojo en la finca Morumbí, propiedad del exsenador del opositor Partido Colorado Blas Riquelme.

Aunque, se habla de personas infiltradas entre los campesinos que provocaron el disturbio, la situación llevó a la remoción del ministro del Interior, Carlos Filizzola, y al comandante de la policía, Paulino Rojas, y Lugo ordenó crear una comisión investigadora.

Pero la oposición conservadora de mayoría en el Congreso ni siquiera acató la medida de investigar tal incidente.

Los sucesos en Morumbí, vistos hoy como sospechosos, fueron utilizados por las fuerzas de derecha y oligárquicas para apresurar lo que ahora parece un calculado proceso de destitución.

Incluso, un par de horas después del veredicto fue juramentado el vicepresidente Federico Franco como nuevo mandatario, y tras llegar este a la casa presidencial, de inmediato trascendió la relación de un nuevo Gabinete y el nombramiento de otro jefe de la policía.

Más de una vez el jefe de Estado paraguayo, recibió amenazas de juicio político, incluso a pocos meses de asumir la presidencia.

Desde entonces, el Partido Frente Amplio, sectores aliados a la oligarquía criolla, presentes mayoritariamente en el Congreso paraguayo, buscaban obstaculizar el proceso transformador.

Los recortes de presupuestos fueron algunas trabas desde el parlamento para poner en marcha las iniciativas de Lugo.

Desde los primeros meses de su gestión, los legisladores tejieron una campaña mediática alrededor de las promesas que Lugo no podía cumplir y le atribuían al dignatario una deficiente gestión.

Detrás de todo este proceso siempre lleno de claroscuros el objetivo, sin dudas, era volver a restaurar el estado de cosas cimentado durante las seis décadas que presidió el "coloradismo", partido con las más peligrosas dictaduras del Cono Sur en su haber.

¿Cómo quitar a Lugo del camino? Fue el cuestionamiento de cada día, y el método más llevado y traído fue el juicio político, que muchos denominan golpe de estado constitucional.

Desde el principio esa fuerza pensó en el segundo hombre del Poder Ejecutivo, el vicepresidente Franco como reemplazo de Lugo, tal como acaba de ocurrir.

La intención de sacar a Lugo del primer escaño del país iba más allá del contexto doméstico: era sacarlo del escenario latinoamericano marcado por la coyuntura política regional que apuesta a cambios radicales en la región a favor de las mayorías históricamente olvidadas.

Es apreciable que en la región emerge una pluralidad social integrada por indígenas y otras muchas fuerzas que resumen los procesos de luchas de resistencia y esperanza, afirmó el vicecanciller paraguayo, Jorge Lara Castro, en la VII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, celebrada en Bolivia.

El diplomático destacó en esa ocasión que en Paraguay ese nuevo contexto de emancipación social -desde un inicio signado por la contraofensiva de los grupos de poder- resurgió el 20 de abril de 2008, con la elección popular del presidente Lugo.

El analista político Alfredo Boccia señalaba que si la iniciativa de la oposición de llevar a acabo un juicio político se concretaba y ésta terminaba por separar a Lugo de su cargo, lo único que se conseguiría con esta suerte de semiquiebra institucional es sumir al Paraguay en un caos.

Este jueves, se consumó la ambición de la derecha paraguaya calificada por el canciller venezolano, Nicolás Maduro, como un hecho bochornoso.

El propio Lugo, quien acató la decisión del Congreso, considera que se llevó a cabo un golpe de Estado express.

Dejó clara su inconformidad con el apresurado proceso en el que "se han transgredido todos los principios de la defensa de manera cobarde y alevosa", pero seguirá siendo un ciudadano que lucha por el bien de su país.

Fuente: http://www.telesurtv.net/articulos/2012/06/23/derecha-paraguaya-logra-ansiada-destitucion-de-lugo-9487.html
 

mc5punk

Bovino maduro
#3
El golpe “civilizado” de Paraguay




Por Iñigo Sáenz de Ugarte
Guerra Eterna

El mensaje de despedida de Fernando Lugo ayuda a comprender algunas de las claves de su derrocamiento a través de un juicio político aprobado por el Congreso. El presidente paraguayo contaba con pocos apoyos entre los partidos de la oligarquía que han controlado la vida política del país en las últimas décadas, incluido los largos periodos en los que la defensa de sus intereses y el contexto internacional permitían el establecimiento de una dictadura.

Cuanto más se acercó Lugo a esos grupos más cerca estuvo su destitución. El desencadenante de la crisis fue el nombramiento de un político del Partido Colorado como ministro de Interior. Ese gesto de supuesta apertura fue entendido como de debilidad. Colorados y liberales procedieron a dar las últimas puntadas legales a un golpe de Estado civilizado.

La derecha promovió la destitución de Lugo. Pero sus intereses no se vieron muy amenazados por Lugo. “Los exportadores de soja en Paraguay solo pagan un 3% de impuestos, mientras que en Argentina pagan más del 30%, sostiene Rodríguez. “No pudo hacer gran cosa por la reforma agraria, pero consiguió implantar un sistema de salud que permitió a la mayor parte de la población obtener medicina de forma gratuita. También concedió subsidios para más de 20.000 familias que viven en la extrema pobreza y llevó el desayuno y el almuerzo gratuito a las escuelas públicas”, añade Óscar Rodríguez [economista y profesor en la Universidad Católica de Asunción].

La matanza de Curuguaty -el desalojo de una finca ocupada donde murieron once campesinos y seis policías- dio las razones políticas que faltaban. Los policías estaban cumpliendo una orden judicial algo más que polémica: estaba defendiendo los derechos de un empresario cuando en realidad las tierras eran propiedad del Estado.

No debe extrañar mucho porque Paraguay es un país en el que un juez puede llegar mintiendo al Tribunal Supremo y alegar que fue presionado, sufrió un lapsus mental o estaba medicado.

El editorial del diario ABC Color (antiLugo) deja patente que, para la oligarquía, el único problema de violentar la decisión de las urnas es que se produzcan disturbios en las calles. Si no es el caso, eso demuestra que la ciudadanía “está cívicamente madura”. La lección que han aprendido es: deberíamos haber expulsado antes a Lugo del poder. Ese es el mensaje más llamativo de fuerzas políticas que se consideran democráticas.

El golpe es una pésima noticia para la democracia liberal en Latinoamérica. Confirma a la izquierda la idea de que no hay posibilidades allí de un cambio social profundo sin el control de las instituciones judiciales y los medios de comunicación. No vale con ganar unas elecciones. Y no es necesario, por ser hasta contraproducente, llegar a acuerdos con partidos políticos de ideología diferente.

Hugo Chávez se sentirá reivindicado y utilizará a buen seguro lo ocurrido en Paraguay en su campaña electoral. Ningún político querrá acabar como Fernando Lugo.

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13.30

Un detalle para nada irrelevante que había dejado fuera. El principal propulsor del juicio político contra Lugo fue Horacio Cartes, empresario que aspira a ser el candidato del Partido Colorado en las próximas elecciones presidenciales. Temía que el presidente apoyara a su rival en las primarias internas u ordenara al ministro de Interior que hiciera públicas las muy extendidas sospechas sobre los vínculos de Cartes con el contrabando y el narcotráfico. Aunque en realidad, más que sospechas, se trata de hechos confirmados.

Cartes aparecía en los documentos diplomáticos norteamericanos distribuidos por Wikileaks. La DEA investigó al empresario por blanqueo de dinero.

Un presidente que ha hecho negocios con narcotraficantes sería un gran paso adelante en la “institucionalidad” de Paraguay, tal y como la han llamado los partidarios de poner fin a la presidencia de Lugo.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2012/06/23/el-golpe-civilizado-de-paraguay/
 

eoz

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#4
Uno de los "argumentos" favoritos de la derecha cuando de destiruír personajes que le resultan incómodos es la cuestión de les "escándalos" sexuales y de eso hay mucho con el presidente Lugo... si eso le sumas la "celeridad" institucional de los hechos para reemplazarlo nos da que la cosa estaba previamente "planchada" y "entamalada".
Vamos que tampoco hay que ser tan ingenuo como no darse cuenta que el cuatro lo tenían armado desde endenantes, la cosa era sólo saber si la suma sería 1+3... 3+1... 4+0... 0+4... o la facilita 2+2.

Ahí se las dejo de tarea para que no se vayan con la primera finta.

Por cierto lo temas han sido combinados.
 
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