culebrita verde

D4ria

Bovino Milenario
#1
A la orilla de un estanque de aguas quietas conversaban un conejito y una culebrita verde.
Pequeño era el conejito, y la culebrita no muy grande: mediría un metro. La culebrita verde le contaba al conejito algo de su vida.
Le dijo: “Un día vino el borreguito y me dijo: ‘¿Te quieres casar conmigo?’.
Le pregunté: ‘Si me caso contigo ¿cómo me harás?’. Me hizo el borreguito: ‘¡Beeee!’. ‘¡Uy no! –le dije yo-. Eso me asusta. ¡No me casaré contigo!’”.
“Luego –prosiguió su relato la culebrita verde- vino el torito. Me dijo: ‘¿Te quieres casar conmigo?’. Le pregunté: ‘Si me caso contigo ¿cómo me harás?’. Me hizo el torito: ‘¡Muuuu!’. ‘¡Uy no!’ –le dije yo-. Eso me asusta. ¡No me casaré contigo’”.
“Después –siguió narrando la culebrita verde- vino el burrito. Me dijo: ‘¿Te quieres casar conmigo?’. Le pregunté: ‘Si me caso contigo ¿cómo me harás?’.
El burrito, entonces, me mostró cómo me haría. Tenía un no sé qué que qué sé yo, y me gustó como me haría, de modo que me casé con él. Y ese matrimonio me cambió”.
Impresionado con el relato de la culebrita verde, y con su conclusión, le pregunta el conejito: “¿De veras, culebrita, el matrimonio con el burrito te cambió?”.
“Sí –responde ella-. Antes de casarme con él yo era ranita”.

 
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