Casa incómoda... recopilación de experiencias en mi hogar.
- Iniciador del tema mixtli tecuctli
- Fecha de inicio
Orale, para ser ateo, escribes bien tus experiencias al respecto, yo tambien me crei ateo un cierto tiempo pero estas cosas me hicieron reflexionar al caso y debo decir que no creo en religión alguna, más creo en cosas que he visto y algo más allá de un total caos sin sentido, de hecho creo mas en un equilibrio en una mano que mece la cuna, una inteligencia superior, por así decirlo.
Wow saludos súper
'
Amigos!!!
Me sorprendió mucho ver este post revivido, ya que por el trabajo me aparté por completo de la página, y con ella, de todos los aportes que tuve o en los que participé, y que bonito es ver que algunos de ustedes aún esperan más de mi historia, y créanme que la hay, les parece si les platico un poco más?
El no nacido
Antes de que yo naciera aún, pongamos unos 3 años, 1982, una de las 2 casas era donde vivían mis tías y abuelos, y en la parte trasera mi mamá y mi papá. Mi tía, como ya lo había platicado en el primer relato, tuvo una especie de burdel, un congalito aprovechando que la casa se encuentra hasta el fondo de un callejón.
Resulta que una de las chicas que trabajaba ahì quedó embarazada de algún sujeto, uno de tantos, y como ya tenía familia, pues decidió tomar el camino fácil, abortó, y el producto lo arrojaron a la fosa séptica del patio de la casa, la unión entre la casa de mi mamá y la de mi abuelo sin el conocimiento de nadie.
La vida siguió tan tranquila como se podría seguir en un lugar así, hasta que una noche después de cerrar el negocio, uno de mis primos comentó que escuchaba llorar a un bebé, cabe mencionar que ese primo, en ese momento no pasaba de los 3 años.
Los llantos de bebé se volvieron recurrentes, era común que entre 3 y 5 de la mañana se escuchara llorar a un bebé con mucho sentimiento desde el patio de la casa, como si algo le doliera, pero tras pasar una o dos horas, el infante dejaba de berrear. Mi abuelo y mi mamá decían que podía ser un vecino, ya que acababa de nacer su bebé, y también llegaron a pensar en un gato en celo. Sin embargo, el tiempo pasó, y el llanto no se detuvo, siguió constante en lugar y hora, así más o menos 1 año.
Nos trasladamos a 1983 aproximadamente, las cosas extrañas subieron un poco de nivel cuando objetos se movian del lugar donde se habían dejado, como libros, ceniceros, vasos y las muletas de mi abuelo (Que no tenía una pierna, la perdió de una manera muy peculiar, otra historia más adelante), pero cuando se buscaba un culpable, pues nada, no había culpables.
Unos días después nació mi segunda prima y ahí si que la cosa cambió. Por las noches, ya no se oía el llanto de ningún bebé, ahora eran risas y pasitos que venían del cuarto de mi primo, que ahora ya traía 4 añitos a cuestas, y cuando corrian para regañarlo y volverlo a acostar lo encontraban sentadito en el piso, viendo hacia la ventana que daba hacia el jardín (El mismo jardin del relato del rostro en la ventana), con varios juguetes en el piso y riendo a carcajadas.
Supongo que mi familia se acostumbraba rapidamente, y llegaron a la conclusión de que mi primo era un lunático... según mi propio abuelo, una persona que se influenciaba por la luna y que actuaba diferente cuando esta estaba llena, por ese motivo, se acostumbraron a seguir oyendo pasos por toda la casa, incluso cuando mi primo dormía, e incluso cuando mi prima aprendió a caminar y correteaba a alguien por toda la casa, hasta que eso creció...
Si, lo digo en serio, los pasos se volvieron más fuertes y las cosas se dejaron de mover... y una silueta apareció, una silueta de un infante, de color blanco, como una sombra que se le veía pasar por toda la casa, y creció y creció, y todos la vimos y la escuchamos, visitó a mi tío en su habitación y jugó luchitas con él, era un habitante más de la casa, hasta que mi tía decidió contarnos lo que sucedió, el hijo de quién era y porqué estaba ahí.
Y cuando nació mi hermano, en 1990, y él era ya una silueta de un niño mayor, también lo visitó. Recuerdo que mi casa estaba en construcción aún, así que mi papá, mi mamá y yo dormíamos en una cama matrimonial, y mi hermano en una cunita mecedora de madera, todos en la misma habitación, que conectaba con un baño y un pasillo que daba a la cocina. Cuando él nació yo tenía 5 años, asíal, que lo recuerdo muy vagamente; recuerdo que mi papá corría en la madrugada gritando maldiciones, mi mamá cargando a mi hermano convertida un mar de lágrimas, a mi hermano riendo mientras su cuna se mecia suavemente. Mis papás me contaron que se despertaban porque mi hermano estaba parado agarrándose a los barrotes de la cuna, riendose con alguien que lo mecía, y cuando mi papá prendía la luz, ese algo corría hacia el pasillo y azotaba la puerta, mi papá lo correteaba pensando que pudiera ser algún vecino o niño de la casa, pero desde luego, eso se esfumaba y los dejaba muy incómodos, noche tras noche, algunas si y otras no, hasta que alguien sugirió colocar veladoras y realizar un ritual, mismo que nunca me quisieron decir lo que era y yo nunca pregunté, pero el niño, en mi casa, ya nunca se volvió a aparecer... hasta que cumplí 18.
Me sorprendió mucho ver este post revivido, ya que por el trabajo me aparté por completo de la página, y con ella, de todos los aportes que tuve o en los que participé, y que bonito es ver que algunos de ustedes aún esperan más de mi historia, y créanme que la hay, les parece si les platico un poco más?
El no nacido
Antes de que yo naciera aún, pongamos unos 3 años, 1982, una de las 2 casas era donde vivían mis tías y abuelos, y en la parte trasera mi mamá y mi papá. Mi tía, como ya lo había platicado en el primer relato, tuvo una especie de burdel, un congalito aprovechando que la casa se encuentra hasta el fondo de un callejón.
Resulta que una de las chicas que trabajaba ahì quedó embarazada de algún sujeto, uno de tantos, y como ya tenía familia, pues decidió tomar el camino fácil, abortó, y el producto lo arrojaron a la fosa séptica del patio de la casa, la unión entre la casa de mi mamá y la de mi abuelo sin el conocimiento de nadie.
La vida siguió tan tranquila como se podría seguir en un lugar así, hasta que una noche después de cerrar el negocio, uno de mis primos comentó que escuchaba llorar a un bebé, cabe mencionar que ese primo, en ese momento no pasaba de los 3 años.
Los llantos de bebé se volvieron recurrentes, era común que entre 3 y 5 de la mañana se escuchara llorar a un bebé con mucho sentimiento desde el patio de la casa, como si algo le doliera, pero tras pasar una o dos horas, el infante dejaba de berrear. Mi abuelo y mi mamá decían que podía ser un vecino, ya que acababa de nacer su bebé, y también llegaron a pensar en un gato en celo. Sin embargo, el tiempo pasó, y el llanto no se detuvo, siguió constante en lugar y hora, así más o menos 1 año.
Nos trasladamos a 1983 aproximadamente, las cosas extrañas subieron un poco de nivel cuando objetos se movian del lugar donde se habían dejado, como libros, ceniceros, vasos y las muletas de mi abuelo (Que no tenía una pierna, la perdió de una manera muy peculiar, otra historia más adelante), pero cuando se buscaba un culpable, pues nada, no había culpables.
Unos días después nació mi segunda prima y ahí si que la cosa cambió. Por las noches, ya no se oía el llanto de ningún bebé, ahora eran risas y pasitos que venían del cuarto de mi primo, que ahora ya traía 4 añitos a cuestas, y cuando corrian para regañarlo y volverlo a acostar lo encontraban sentadito en el piso, viendo hacia la ventana que daba hacia el jardín (El mismo jardin del relato del rostro en la ventana), con varios juguetes en el piso y riendo a carcajadas.
Supongo que mi familia se acostumbraba rapidamente, y llegaron a la conclusión de que mi primo era un lunático... según mi propio abuelo, una persona que se influenciaba por la luna y que actuaba diferente cuando esta estaba llena, por ese motivo, se acostumbraron a seguir oyendo pasos por toda la casa, incluso cuando mi primo dormía, e incluso cuando mi prima aprendió a caminar y correteaba a alguien por toda la casa, hasta que eso creció...
Si, lo digo en serio, los pasos se volvieron más fuertes y las cosas se dejaron de mover... y una silueta apareció, una silueta de un infante, de color blanco, como una sombra que se le veía pasar por toda la casa, y creció y creció, y todos la vimos y la escuchamos, visitó a mi tío en su habitación y jugó luchitas con él, era un habitante más de la casa, hasta que mi tía decidió contarnos lo que sucedió, el hijo de quién era y porqué estaba ahí.
Y cuando nació mi hermano, en 1990, y él era ya una silueta de un niño mayor, también lo visitó. Recuerdo que mi casa estaba en construcción aún, así que mi papá, mi mamá y yo dormíamos en una cama matrimonial, y mi hermano en una cunita mecedora de madera, todos en la misma habitación, que conectaba con un baño y un pasillo que daba a la cocina. Cuando él nació yo tenía 5 años, asíal, que lo recuerdo muy vagamente; recuerdo que mi papá corría en la madrugada gritando maldiciones, mi mamá cargando a mi hermano convertida un mar de lágrimas, a mi hermano riendo mientras su cuna se mecia suavemente. Mis papás me contaron que se despertaban porque mi hermano estaba parado agarrándose a los barrotes de la cuna, riendose con alguien que lo mecía, y cuando mi papá prendía la luz, ese algo corría hacia el pasillo y azotaba la puerta, mi papá lo correteaba pensando que pudiera ser algún vecino o niño de la casa, pero desde luego, eso se esfumaba y los dejaba muy incómodos, noche tras noche, algunas si y otras no, hasta que alguien sugirió colocar veladoras y realizar un ritual, mismo que nunca me quisieron decir lo que era y yo nunca pregunté, pero el niño, en mi casa, ya nunca se volvió a aparecer... hasta que cumplí 18.
Buenas noches amigos!!!
En esta ocasión les pido que me acompañen unos meses más adelante, y que al venir conmigo sean testigos de una experiencia personal, súper especial y para mí, lo más terrible que me ha sucedido en toda mi vida, y de verdad, si las cosas sobrenaturales son así de terroríficas, desearía que nunca me volvieran a suceder. Un poco de contexto:
Subido en subir imagenes
Ella no es mi madre
Era mediodía, yo estaba en mi día de descanso en la computadora de la planta alta perdiendo el tiempo, surfeando entre foros de forofos, de pelis de terror y de serie B... es decir, leyendo historias de terror, viendo porno y no recuerdo que más al mismo tiempo, yo volteando hacia la ventana de mi hija, dándole la espalda al baño, cuando de pronto escuche a alguien subiendo a gatas por las escaleras. Sin embargo el sonido fué como si subiera muy rápido a gatas, golpeando la palma de las manos y los pies descalzos, emitiendo un sonido similar a una palmada en un charco de lodo, y se detuvo en el último descanso de las escaleras, el que está marcado como un punto rosa en el croquis. Yo sólo ví una silueta subiendo en el reflejo de la ventana, pero juro que era la forma de una persona subiendo a gatas sumamente rápido.
Lo primero que pensé fué: "Qué carajo, mi mamá viene a verme" y luego luego mi yo interno debatiendo: "Ya wey, si sabes que los fantasmas no existen... o las almas..." sentí miedo, alegría, obstinación y necedad, todo al mismo tiempo, pero mis pensamientos se vieron truncados cuando escuché: "Pssst.... pssst" la maldita cosa quería llamar mi atención, todo se borró de mi mente y sentí una cubetada de agua helada corriendo por mi espalda... "Pssst.... Pssst" me volvió a llamar, yo podía sentir su mirada... diablos, todavía me acuerdo de la maldita sensación, era como si algo pasara una gran lengua sobre mi, recuerdo que estaba sudando en frio, aún mis ojos me están chillando y tengo la boca seca y los vellos de los brazos erizados como en ese día, lo juro, quiero dejar de escribir en este momento, pero ya empecé y no me voy a detener, porque si lo hago, sé que va a volver a aparecer.
"Pssssst... Pssst" Ahora estaa seguro de que no era mi mamá, mi mente me decía que no era mi mamá... me dí cuenta de que estaba aguantando la respiración, y el único sonido era el de la computadora encendida... "pssst" fué la cuarta vez que me habló y no aguantarlo más, gire mi cabeza poco a poco sin siquiera parpadear, sudando, mis dientes castañeaban y mis manos temblaban... poco a poco. No logré girar mi cabeza completamente, lo que ví con el rabillo del ojo fué más que suficiente para disparar todas las alarmas en mi cabeza, ahí estaba ella. Era una mujer con un camisón blanco, sucio y desgarrado en unas áreas, y tanto en las muñecas y manos como en el borde del camisón y los piesestaba cubierta de lodo que goteaba hacia el piso, pero lo peor de todo era su cara, su maldita cara: tenía los ojos blancos, sin pupila y sin ceja, y en lugar de nariz dos hoyos, que le daban una expresión ligeramente porcina, el cabello negro y largo, sucio, asqueroso que le llegaba a donde debería de estar su cintura, y como cereza del pastel, de una oreja a la otra, una sonrisa horrible, gigante, donde me mostraba dientes de diferentes tamaños y en diferentes posiciones, algunos huecos por acá y otros por allá. Cuando se dió cuenta de que ya la estaba viendo su sonrisa se hizo más grande, inclinó la cabeza hacia su derecha en un ángulo muy exagerado y emitio, sin separar la boca un "Jeee".... una maldita señal de que se estaba riendo conmigo, o de mí.
Subido en subir imagenes
Mi cuerpo se levantó como un resorte del sillón, y de alguna manera logré salir a la parte del patio de servicio de la planta alta, como pude, motivado por el pánico logre bajar al jardín, seguro de que me iba a volver loco, voltée ligeramente hacia la ventana de la escalera, y la volví a ver, asomada siguiéndome con la mirada, con sus malditos ojos blancos, pero sé que me miraba y sonreía.
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Salí por completo de la casa, me senté junto a la entrada y me dormí, o me desmayé, no lo sé, pero lo siguiente que recuerdo es a mi esposa despertándome con mi abuelo, preguntándome lo que hacía ahí. Les dije que salí a la tienda y me quedé sin llaves, eran las 4 de la tarde, y sin creerme demasiado, entraron en la casa, desde luego, no había nada ahi, ni lodo ni nadie... o nada.
Durante mucho tiempo no dije nada a nadie, mierda, no podía dormir, cuando cerraba los ojos la veía y cuando llegaba a hacerlo la soñaba, con su maldito "Pssst", han sido los días más horribles de mi vida, así que decidirnos ir a vivir un tiempo con mis suegros, y poco a poco lo fuí olvidando, o bloqueando, no lo sé. Pero regresamos a la casa cuando mi abuelo se fracturó la cadera en una caída, y decidimos que se fuera a vivir con nosotros para poderlo cuidar mejor.
Un día, revisando la tarea de mi hija, cuano ella ya tenía 4 añitos me puse a revisar los apuntes de su escuela, uno por uno sus cuadernos pasaron a inspección, y de repente, lo que nunca hubiera podido imaginar estaba ahí, plasmado de la mano de una niña de solamente 4 años, el terror, la desesperación, el miedo.. mi hija había dibujado a la maldita creatura, justo como yo la ví, a blanco y negro y con las manos y los pies con crayola de color café. Le pregunté lo que era, y me dijo: "Es la señora papi"..."¿Que señora amor?" Le dije, "La que viene en las noches, se para en la puerta del baño y me dice pssst pssst para que salga a jugar con ella"... "Y tu has salido?" Le pregunté, "No papi, huele muy feo y no se a dónde me quiere llevar"...
Le conté a mi abuelo ya mi esposa lo que había pasado, lo que ví y lo que mi niña vió... los dos me creyeron, y mi abuelo, que como ya lo he comentado antes, tenía mucha experiencia en ritos y cosas paranormales, nos pidió que nos fuéramos de la casa por una semana, y carajo que lo hicimos. En ese momento no me quiso decir lo que hizo, dijo que estaba mejor así que por favor no le buscara y aceptara que en la casa ya nadie nos podría hacer nada, y al poco tiempo murió.
Desde ese día mi hija durmió con nosotros, con mi esposa y conmigo, y no fué sino hasta hace 1 año, cuando mi mujer se embarazó, que ella volvió a dormir en su habitación, y de esa cosa, nunca volvimos a saber nada, ni lo queremos volver a hacer
En esta ocasión les pido que me acompañen unos meses más adelante, y que al venir conmigo sean testigos de una experiencia personal, súper especial y para mí, lo más terrible que me ha sucedido en toda mi vida, y de verdad, si las cosas sobrenaturales son así de terroríficas, desearía que nunca me volvieran a suceder. Un poco de contexto:
- Mi mamá falleció aproximadamente hace 8 años, en el 2008, en ese tiempo mi hija tenía 2 años, nació en el 2006 y yo tenía 20 años +_
- En la casa vivíamos mi esposa, mi hija y yo en la PA y por un tiempo mi abuelo en la PA, que como recordarán, usaba muletas, pues perdió una pierna en el trabajo.
- Mi esposa trabajaba, y ese día salía temprano
- Yo descansé ese día
- Mi hija estaba en la guardería y salía a las 3:00
- Para cuando el suceso pasó, hacía 2 meses que mi mamá había fallecido, al ser cristiana sólo se le hizo una ceremonia en la casa, nada de rosarios ni misas, se cremó su cuerpo y tenemos la urna en casa, junto con la de mi abuelo que en ese tiempo viviía con nosotros
- Recuerdo que en la ceremonia de mi madre, estaba una chica tocando la guitarra, afuera la lluvia cayendo y adentro todos sus amigos cantando, de repente, sin que cesara la lluvia un rayo de sol entró por la ventana y se posó directamente sobre el ataúd de mi mamá (Los de la funeraria nos lo prestaron para poder hacer el servicio), me acuerdo que me conmovió tanto que solté a llorar, no porque crea en un alma inmortal ni nada, sino por lo conmovedor de la imagen y... bueno, por el hecho de saber que nunca volvería a ver a mi mamá.
- En el siguiente dibujo hecho por mi, lamento no ser bueno en ello, pero es necesario para explicar mi suceso claramente, viene un plano de la planta alta de mi casa, en la parte inferior izquierda las acotaciones de ventana y puerta, de color amarillo marcatextos el patio de servicio de planta alta no techado, y de verde el patio de servicio y jardín no techado de la planta baja, el mismo jardín que ya he usado en relatos anteriores.
Subido en subir imagenes- MIERDA!!! Mientras escaneaba el segundo dibujo, se fué la luz en la casa..
- Contar esto me da mucho, mucho, muchísimo miedo, lo recuerdo y mi piel se eriza y mis manos sudan, es la tercera vez que lo cuento y para nada ha dejado de producirme pánico
- No creo haber visto algo paranormal, me quiero convencer de que fue una alucinacion, un sueño, un algo, lo que sea, ya que lo primero que hice fue platicar de mis creencias, y no han cambiado mucho desde que inicié el post. Y no, no estaba drogado, ni fumado ni borracho, soy una persona considerada sana, así que no se ha detectado ninguna enfermedad mental en mi, y en ese tiempo ni siquiera fumaba o bebía, así que... saquen sus propias conclusiones.
Ella no es mi madre
Era mediodía, yo estaba en mi día de descanso en la computadora de la planta alta perdiendo el tiempo, surfeando entre foros de forofos, de pelis de terror y de serie B... es decir, leyendo historias de terror, viendo porno y no recuerdo que más al mismo tiempo, yo volteando hacia la ventana de mi hija, dándole la espalda al baño, cuando de pronto escuche a alguien subiendo a gatas por las escaleras. Sin embargo el sonido fué como si subiera muy rápido a gatas, golpeando la palma de las manos y los pies descalzos, emitiendo un sonido similar a una palmada en un charco de lodo, y se detuvo en el último descanso de las escaleras, el que está marcado como un punto rosa en el croquis. Yo sólo ví una silueta subiendo en el reflejo de la ventana, pero juro que era la forma de una persona subiendo a gatas sumamente rápido.
Lo primero que pensé fué: "Qué carajo, mi mamá viene a verme" y luego luego mi yo interno debatiendo: "Ya wey, si sabes que los fantasmas no existen... o las almas..." sentí miedo, alegría, obstinación y necedad, todo al mismo tiempo, pero mis pensamientos se vieron truncados cuando escuché: "Pssst.... pssst" la maldita cosa quería llamar mi atención, todo se borró de mi mente y sentí una cubetada de agua helada corriendo por mi espalda... "Pssst.... Pssst" me volvió a llamar, yo podía sentir su mirada... diablos, todavía me acuerdo de la maldita sensación, era como si algo pasara una gran lengua sobre mi, recuerdo que estaba sudando en frio, aún mis ojos me están chillando y tengo la boca seca y los vellos de los brazos erizados como en ese día, lo juro, quiero dejar de escribir en este momento, pero ya empecé y no me voy a detener, porque si lo hago, sé que va a volver a aparecer.
"Pssssst... Pssst" Ahora estaa seguro de que no era mi mamá, mi mente me decía que no era mi mamá... me dí cuenta de que estaba aguantando la respiración, y el único sonido era el de la computadora encendida... "pssst" fué la cuarta vez que me habló y no aguantarlo más, gire mi cabeza poco a poco sin siquiera parpadear, sudando, mis dientes castañeaban y mis manos temblaban... poco a poco. No logré girar mi cabeza completamente, lo que ví con el rabillo del ojo fué más que suficiente para disparar todas las alarmas en mi cabeza, ahí estaba ella. Era una mujer con un camisón blanco, sucio y desgarrado en unas áreas, y tanto en las muñecas y manos como en el borde del camisón y los piesestaba cubierta de lodo que goteaba hacia el piso, pero lo peor de todo era su cara, su maldita cara: tenía los ojos blancos, sin pupila y sin ceja, y en lugar de nariz dos hoyos, que le daban una expresión ligeramente porcina, el cabello negro y largo, sucio, asqueroso que le llegaba a donde debería de estar su cintura, y como cereza del pastel, de una oreja a la otra, una sonrisa horrible, gigante, donde me mostraba dientes de diferentes tamaños y en diferentes posiciones, algunos huecos por acá y otros por allá. Cuando se dió cuenta de que ya la estaba viendo su sonrisa se hizo más grande, inclinó la cabeza hacia su derecha en un ángulo muy exagerado y emitio, sin separar la boca un "Jeee".... una maldita señal de que se estaba riendo conmigo, o de mí.
Subido en subir imagenesMi cuerpo se levantó como un resorte del sillón, y de alguna manera logré salir a la parte del patio de servicio de la planta alta, como pude, motivado por el pánico logre bajar al jardín, seguro de que me iba a volver loco, voltée ligeramente hacia la ventana de la escalera, y la volví a ver, asomada siguiéndome con la mirada, con sus malditos ojos blancos, pero sé que me miraba y sonreía.
Subido en subir imagenesSalí por completo de la casa, me senté junto a la entrada y me dormí, o me desmayé, no lo sé, pero lo siguiente que recuerdo es a mi esposa despertándome con mi abuelo, preguntándome lo que hacía ahí. Les dije que salí a la tienda y me quedé sin llaves, eran las 4 de la tarde, y sin creerme demasiado, entraron en la casa, desde luego, no había nada ahi, ni lodo ni nadie... o nada.
Durante mucho tiempo no dije nada a nadie, mierda, no podía dormir, cuando cerraba los ojos la veía y cuando llegaba a hacerlo la soñaba, con su maldito "Pssst", han sido los días más horribles de mi vida, así que decidirnos ir a vivir un tiempo con mis suegros, y poco a poco lo fuí olvidando, o bloqueando, no lo sé. Pero regresamos a la casa cuando mi abuelo se fracturó la cadera en una caída, y decidimos que se fuera a vivir con nosotros para poderlo cuidar mejor.
Un día, revisando la tarea de mi hija, cuano ella ya tenía 4 añitos me puse a revisar los apuntes de su escuela, uno por uno sus cuadernos pasaron a inspección, y de repente, lo que nunca hubiera podido imaginar estaba ahí, plasmado de la mano de una niña de solamente 4 años, el terror, la desesperación, el miedo.. mi hija había dibujado a la maldita creatura, justo como yo la ví, a blanco y negro y con las manos y los pies con crayola de color café. Le pregunté lo que era, y me dijo: "Es la señora papi"..."¿Que señora amor?" Le dije, "La que viene en las noches, se para en la puerta del baño y me dice pssst pssst para que salga a jugar con ella"... "Y tu has salido?" Le pregunté, "No papi, huele muy feo y no se a dónde me quiere llevar"...
Le conté a mi abuelo ya mi esposa lo que había pasado, lo que ví y lo que mi niña vió... los dos me creyeron, y mi abuelo, que como ya lo he comentado antes, tenía mucha experiencia en ritos y cosas paranormales, nos pidió que nos fuéramos de la casa por una semana, y carajo que lo hicimos. En ese momento no me quiso decir lo que hizo, dijo que estaba mejor así que por favor no le buscara y aceptara que en la casa ya nadie nos podría hacer nada, y al poco tiempo murió.
Desde ese día mi hija durmió con nosotros, con mi esposa y conmigo, y no fué sino hasta hace 1 año, cuando mi mujer se embarazó, que ella volvió a dormir en su habitación, y de esa cosa, nunca volvimos a saber nada, ni lo queremos volver a hacer