Carta de Amor a México

Christian01

Bovino adicto
#1




Por Denise Dresser:

Días de cinismo. Días de desasosiego. Días de desconsuelo. Días de sentir, como lo escribiera Shakespeare en “Enrique VI”, que sopla un mal viento que a nadie beneficia. Así se siente vivir en México a principios del 2011. Así se siente contemplar la violencia y los violentos, los asesinatos y los asesinados, el resurgimiento del PRI y el encopetado que lo encabeza. La atmósfera prevaleciente es escéptica, dura, socarrona o incluso resignada. Y usted, lector o lectora, se preguntará si tiene algún sentido hablar desde ese músculo terco que es el corazón y mantener la esperanza cuando muchos han intercambiado el optimismo por la amargura, el ánimo por la desesperación, la fe por el pesado fardo de la desesperanza. Parecería que una densa neblina de miedo e incertidumbre se posa sobre el país y hace difícil distinguir el blanco del negro, el bien del mal, lo correcto de aquello que no lo es.

Y de allí la importancia, como lo advirtiera Pasternak, de retomar nuestros deberes ante el infortunio: creer y actuar. De reflexionar aunque sólo sea un momento en las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las palabras que capturan sus creencias más fundamentales? ¿Puede nombrar un principio que guíe su vida? ¿Cuál es la verdad descubierta que lo sigue alentando? Si se preguntara “¿en qué creo? ¿Cuál sería su respuesta? Planteo estas interrogantes con la idea —como lo hizo National Public Radio en Estados Unidos— de recolectar ideas para escribir una especie de himno nacional, una celebración de la multiplicidad, una cartografía de nuestras convicciones colectivas, una carta de amor al país que llevamos debajo de la piel. Una forma de trascender aquello que nos divide para recolectar aquello que nos une a pesar de las preferencias políticas, los prejuicios, el género, la edad, el camino andado.

Se trata de decir yo creo en México. Creo en la poesía de Jaime Sabines. En los hombres del alba y la mil voces descompuestas por el frío y el hambre. Creo en el país bello como camelia y triste como lágrima. En la ronca miseria y la gris melancolía. Amplio, rojizo, cariñoso, país mío. Lugar de ríos y lagos y campos enfermos de amapolas y montañas erizadas de espinas. Yo pienso en el futuro nuestro, en la espiga, en el grano de trigo, en el ancho corazón mexicano de piedra y aire.

Mi gran país, un criadero de claras fortalezas. La valentía de Carmen Aristegui. El compromiso de Lydia Cacho. La memoria de Germán Dehesa. La buena huella de Carlos Monsiváis. La inteligencia de Lorenzo Meyer. El tezón de Sergio Aguayo. La generosidad de Consuelo Sáizar. La amistad de Rossana Fuentes Berain. La visión de Manuel Arango. El compromiso de Marta Lamas. País duradero entre penas y esperanzas carcomidas, gracias a esos mexicanos de alto cielo con vida que nos dan luz y sustento. Mexicanos que son acero y alma y alimento diario.

Yo creo en el patriotismo, en la justicia social, en la creatividad, en la participación, en el servicio, en los derechos individuales, en lo que mira más allá de las fronteras de los hombres varados, cínicos, fríos, con ojos de tezontle y granito. Yo creo en el amplio país donde caben los homosexuales y los católicos y las madres solteras y los rezos privados y la laicidad pública y los que creen en Dios y los que dudan de su existencia. A ratos, triste país donde la cobardía y el crimen son pan diario y a pesar de eso lo quiero. México negro, colérico, cruel y a la vez tibio, dulce, valiente porque en sus calles viven hombres y mujeres de buena voluntad.

Yo creo en México. En el país de rosas o geranio, claveles o palomas, manos o pies, panistas o perredistas, derechas o izquierdas, saludos de victoria o puños retadores. Porque el Corán enseña que Dios nos creó de una pareja única y nos moldeó en naciones y tribus para que pudiéramos conocernos, no para que pudiéramos odiarnos. Porque debajo de los ojos de fuego y los chorros de insultos y la brutal tarea de pisar mariposas y sombras y cadáveres, hay lo que nos pertenece. Lo que vierte alegría y hace florecer júbilos. Las limpias decisiones de tantos mexicanos que saltan, paralizando el ruido mediocre de las calles, dando voces de alerta. De esperanza. De progreso. Voces para pelear contra el miedo, contra la corrupción, contra la impunidad, contra el abuso, contra el ejercicio arbitrario del poder, contra el río de fatigas.

Te declaro mi amor, magnífico país. Ojalá otros, muchos, lo hagan también. Lancen al aire o plasmen en una hoja de papel o envíen a denise.dresser@mexicanista.com aquello que aprecian de México. Esta patria vidrio molido, patria navaja, patria rabiosa, patria melancólica, patria abandonada. Pero patria al fin. A ti te mando un corazón derretido, un torpe arrebato de ternura, una lámpara tenue frente a mis ojos, unas ganas inefables de seguir luchando afanosamente para que el alba sea alba y México pueda ser lo que me imagino. Porque como dice mi amiga, la chef Martha Ortiz Chapa, y lo repito todos los días, al usar las palabras como espada desenvainada: siempre me gustó ser mexicana; siempre me gustó ser mexicana.

FUENTE
 

rustok

Bovino maduro
#2
hermoso escrito
mexico tiene cosas hermosas... que al parecer estan siendo ignoradas por culpa del caos que hay ultimamente.
Hace unos meses pensaba algo similar, hermoso México, hermoso mi estado donde puedes salir a cualquier hora del dia, con uno que otro barrio peligroso como todos pero muy raros, bonito lugar para seguir estudiando mi carrera en la universidad y para sacar aadelante a mi hija la cual nacería el sig año, o sea nacera en menos de dos semanas, pero ahora las revueltas llegaron y mi esperanza y añoro por el mexico ideal se me esta desvaneciendo.
 

BerserkMode

Bovino de alcurnia
#3
Y aún sabiendo eso, existe gente (por no insultarla pues ni la pena vale ya) que deja al país o que quiere dejarlo por que es muy violento y quieren que la sociedad cambie, mas yo me pregunto y hago la pregunta abierta para el que la quiera responder, aclarando que mi fin no es entrar en controversia, sino hacer un análisis pues mas de uno, y me incluyo, hemos cometido el garrafal error de decirlo:

¿Ellos no forman parte de la sociedad de la que hablan y a la que se dirigen con tanto cinismo, coraje y rabia?

-Cinismo porque todos nos quejamos de la corrupción, sólo por citar un ejemplo y cuando muchas veces llegan los aprietos hemos estado tentados o hemos caído en ella.
-Coraje porque todos dentro de las mejores circunstancias somos capaces de hacer lo mejor posible.
-Rabia por el simple hecho de ver cosas desagradables en el periódico día con día.

Aun sabiendo que lo siguiente que escribiré es sumamente nacionalista y claro, por demás entusiasta, creo que no les queda claro a personas con ese "criterio" que todos somos México y que NO sólo UNOS CUANTOS con valor pueden llegar a crear mitos y/o realidades.

El trabajo lo tenemos que hacer TODOS.

Por aquí un usuario titulaba su post de la siguiente manera si mi memoria no comienza a fallarme: "Y tú, ¿Que estás haciendo por México?", a lo que le respondí en pocas palabras que tras un esfuerzo de mi parte por hacer ver a los demás muchas injusticias y que mi ayuda a casas hogar o asuntos relacionados significaba un granito de arena que un simple soplido se la llevaba me recalcaba fehacientemente que no perdiera el optimismo pues se le puede inculcar ese amor por el prójimo a los niños para que hicieran lo mismo.

Pensando seriamente puede ser real, pero dadas las circunstancias y que al sistema educativo lo que le falta es educación de pila más los fallidos intentos de muchísimas familias por "establecer e inducir" los mejores "valores" el resultado es un triste y desolado paisaje a lo que era México debido al anegamiento de lo ya mencionado.

O díganme si me equivoco; éste país ya no es al que los extranjeros querían venir a visitar o en el cual querían recidir de manera indefinida o por el resto de su vida.

Yo ya no veo nada claro para mi futuro, ya no pienso en el de mis futuros hijos como rustok porque sólo me abrumo más y es triste ver como los dibujos sarcásticos que a muchos les parecen mentadas de madre por tratarse de símbolos patrios no son otra cosa mas que la verdad.
 

spanzzer

Bovino de alcurnia
#5
Que buena carta, y que bien que alguien todavía tenga el animo hasta arriba como para pensar todas esas maravillas que hoy en día seria casi imposible imaginar.
 

Cramon

Bovino adicto
#6
y para aquellos que no leemos a Sabines, ni a chaquespeare? no nos hara una versión que incluya a Espinoza paz, al chapulin o a danna paola?... digo, esta muy bonito su discurso danone, pero de que da hueva, da hueva (o ponganse a leerlo en un vagón del metro o en un camión chimeco a las 8 pm y diganme si a alguien le importa algo la amistad o el tezón de juanito intelectual)...
 

nordico

Bovino adicto
#7
si mexico es una tierra magica, no por nada piensan los extranjeros que es uno de los territorios mas privilegiados en este globo, con mucha historia, claro que hay cosas de las cuales sentirnos orgullosos y otras de las cuales nos queda agachar la cabeza y aun asi seguir adelante, la basura en la que posiblemente se convierta si no hacemos algo al respecto se debe a que no hay educacion y a culpa de aquellos quienes les importa poco el rumbo del pais, es lo determinante del futuro de esta nacion por que lamentablemente cada cabeza un mundo y si no miramos hacia el mismo rumbo no podremos avanzar.
 
#8
esto si es como para una cadena de correo, no las fregaderas que me han llegado de la carta de un teco a Gabino Cue
que chingaos es un teco?
un estudiante de la UdeG?
 

maveurr

Bovino maduro
#10
EN un periódico local (Noroeste) un columnista sacó una especie de respuesta, se los dejo a su consideración, en mi caso me causa sentimientos encontrados...

"J O R G E D E L R I N C ó N B E R N A L
Yo también lo amo
El lunes pasado en este diario apareció un artículo con el nombre de Carta de Amor escrito por Denise Dresser iluminado con su brillante inteligencia pero además expresando un estrujante y conmovedor amor a México

El lunes pasado en este diario apareció un artículo con el nombre de Carta de Amor escrito por Denise Dresser iluminado con su brillante inteligencia pero además expresando un estrujante y conmovedor amor a México. Como no es frecuente encontrar estas expresiones tan sinceras de incondicional amor a nuestra patria plena de credibilidad, dada la trayectoria profesional impoluta de la autora, pensé de inmediato contestarle ya que así lo pide en el mismo artículo con las palabras que a continuación transcribo:

"Te declaro mi amor magnífico País. Ojalá otros, lo hagan también, lancen en el aire o plasmen en una hoja de papel o envíen a denise.dresser@mejicanista.com aquello que aprecien de México".

En su escrito Denise entre las estrellas del firmamento de México nombra a personajes que cojearon del pie izquierdo, en tanto que los míos renguean del derecho por lo que me atrevo a decir que ella por decirlo de alguna manera simpatiza con la corriente centro-izquierda, mientras que su servidor prefiere a la centro-derecha. Pero estos son nombres del presente que ella conoce, yo por ejemplo en vez de Sabines o además de él pondría al poeta de la "Suave Patria" Ramón López Velarde que va más acorde al amor a México:

"Patria: tu superficie es el maíz, tus minas el palacio del Rey de Oros, y tu cielo, las garzas en desliz y el relámpago verde de los loros... El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros del petróleo el diablo... Patria, te doy de tu dicha la clave: Sé siempre igual, fiel a tu espejo diario; cincuenta veces es igual el ave taladrada en el hilo del rosario, y es más feliz que tú, Patria suave...".

También incluiría en la lista junto a Germán Dehesa a Catón, y a Octavio Paz primero que a Carlos Monsiváis, preferiría al historiador Enrique Krauze que a Sergio Aguayo y a Carlos Castillo Peraza antes que a Lorenzo Meyer, a Rosario Castellanos más que Lydia Cacho.

Mucho más allá de estas apreciaciones Denise no pretende tomar partido por nadie y menos compararlos, ella sólo señala a los que se le vinieron a la mente sólo por ser mexicanos que cotidianamente dan testimonio valioso de que ellos también aman a México, todos ellos y ellas son gente de bien que se la han jugado y siguen en la tr1nchera de vanguardia.

Por lo que veo según mi modesto y leal saber y entender la autora del artículo que comento busca motivar a sus lectores a que como mexicanos amemos a nuestro México que tanto ha padecido históricamente y sigue sufriendo la indiferencia, el abandono de nuestro compromiso con el bien común, la solidaridad con los demás, pero eso sí con el grito a flor de labio en las fiestas patrias o en los partidos de fútbol u otros deportes a todo pulmón de ¡Viva México! Y por eso nos interpela en su segundo párrafo:

"Y usted lector o lectora, se preguntará si tiene algún sentido hablar desde ese músculo terco que es el corazón y mantener la esperanza cuando muchos han intercambiado el optimismo por la amargura; el ánimo por la desesperación, la fe por el pesado fardo de la desesperanza. Parecería que una densa niebla de miedo e incertidumbre se ha posado sobre el país y hace difícil distinguir el blanco del negro, el bien del mal, lo correcto de aquello que no lo es".

Por mi parte le contesto mediante esta colaboración que entrego a Noroeste, a ustedes mis escasos lectores y a Denise Dresser para decirles que no tengo un corazón tan noble e incondicionalmente tolerante que pueda aceptar sin distingos a todos los mexicanos incluyendo a los que han dañado tan gravemente al País y que lo siguen haciendo subordinando el bien común al de su grupo, se enganchan a la anécdota sin querer ver el futuro, es decir el destino del País. Tampoco tengo su talento ni trato de disentir pero sí de participar en su invitación.

Basta leer la historia con objetividad y limpieza de corazón para encontrarnos con personajes cuya ambición de poder los ha llevado a decisiones que han dañado y lo siguen dañando, los hay quienes le apuestan a su interés personal y de su grupo que lastima a millones de mexicanos. No doy nombres porque de nada sirve hacerlo. Todos sabemos que existen, están en los grupos e instituciones de toda índole porque esa es su condición humana y suelen ser más activos que los bien intencionados; son hasta madrugadores porque se les hace corto el día para hacer el mal, para sembrar el odio como se dice de Luis Echeverría por sólo mencionar un ejemplo aunque hay otro madrugador que manda al diablo lo que más necesita el País: las instituciones.

Por fortuna son muchos más los mexicanos de ambos géneros y todas las edades que todos los días, de todos los meses y años que trabajan incansables y solidarios como las hormiguitas y a ellos se refiere Denise, lo hacen por amor a los suyos y también a todo el País."
http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?tipo=1&id=27514
 
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