Si tan solo me basto ver unos 5 minutos para darme cuenta de la falsa entrevista donde calderón contestaba a modo y se llenaba la boca al decir que siempre esta dispuesto a debatir
Por rigor me lo tuve que chutar
Calderón en Tercer grado: quimeras.
Cuando en Twitter y otros espacios de la red leía los halagos a Calderón donde algunos usuarios le alababan de manera tan efusiva y entusiasta su capacidad intelectual y su capacidad discursiva-argumentativa luego de su aparición anoche 28 de marzo en el programa de televisión Tercer grado de televisa; pensé que por fin Felipe salía y daba la cara y respondía por su labor pero oh decepción! cuando en youtube revisé el susodicho programa no encontré otra cosa más que la continuación en horario súper estelar de su labor propagandística que ha desatado Calderón con el dinero de los mexicanos a favor de su partido y de paso justificarse –no sin antes culpar a otros claro está- de lo que mal que deja al país. El talante electorero desde la primera pregunta en tercer grado en relación al pasado y reiterando el lema de Fox “sacar al pri de Los Pinos”, es decir en televisa tienen la excelente oportunidad de tener al responsable principal de las políticas públicas del país lo primero que hacen es hacerle preguntas que más que de política son de grilla, lástima por los que pensaban que televisa tiene cierto nivel de valor. Luego de la respuesta de Felipe al asunto priista la coreografía de preguntas, muy a tiempo como en un vals a modo, continúa contando mentalmente los preguntadores para tropezarse los unos con los otros. Nadie le cuestiona el que como en lo mejor del priato, Felipe use el gobierno y el dinero de los mexicanos para hacerle propaganda a su partido personalizando las obras públicas desde el nivel federal. A pesar del guion –dudo que a propósito de, sería darles mucho crédito a él o su equipo- Calderón habla de “errores de la democracia” y manifiesta así su tamiz antidemocrático. En la mayor parte del programa Felipe deja ver que él sigue en campaña, el pendenciero eterno es incapaz de escapar del ánimo de pleito. De antemano y de cara al proceso electoral del primero de julio venidero Felipe da por sentado calderón que las elecciones serán libres y limpias por lo mismo se empeña en que “los participantes” “acepten” los resultados condenando a priori a quien se a treva a cuestionar un ápice el resultado. Los preguntadores, uno a uno todos ponen preguntas a modo a Felipe para que se justifique de sus fallas y pifias, ninguna pregunta cuestiona, ninguna pregunta va a fondo… todos preguntan, pero nadie cuestiona realmente. Habla Felipe de que quiere ser jefe de estado pero su populismo y sus actos propagandísticos distan mucho de lo que hace un verdadero jefe de estado y sus propios actos y dichos lo mantienen preso un día sí y otro también en un estado de eterno pleito y defensa de lo que el ve como “enemigos” y “malos”, vive preso de sus quimeras Felipe. Per como siempre lo que dice Calderón se ve contrariado por la realidad y eso lo frustra. En buena parte del programa –poco más de la mitad- el tema fue netamente electoral teniendo la grilla como nivel de discusión. Las preguntas que se le hacen son netamente cortoplacistas y metidas de lleno en la grilla. Reniega Calderón cada que puede de la ley electoral vigente, cosa que no es rara en él si se ha renegado, de facto, todo su sexenio de las leyes y la constitución. Felipe manifiesta que lo importante en el proceso electoral es lo que él quiere y no lo que mejor convenga a los y las mexicanas, lo dicho, eso de jefe de estado no tiene asomo en él, mucho menos de estadista. El programa se mantuvo en un nivel propagandero, no profundizan en nada, las preguntas siempre a modo y con tal ritmo y tiempo que pareciera que estuvieron previamente ensayadas. Es triste la situación política mexicana cuando quien ejerce la posición de poder ejecutivo tiene que recurrir a los trucos y pirotecnia publicitaria para convencernos de unos supuestos logros en su ejercicio. ¿No sabe Calderón que lo que es, es sin necesidad de estarlo reafirmando? La realidad es evidente pos sí misma. La realidad no requiere anuncios ni propaganda.
El eterno pendenciero Calderón ante un gesto elegante como el de Andrés Manuel López Obrador quien ha manifestado que lo ha perdonado –olvidando aquí AMLO que el agravio del fraude no fue contra él sino contra el pueblo y la voluntad popular- ante la salida digna que le ofrece AMLO responde Felipe con una sola palabra, un solo concepto salido de su boca: odio. La mente no se equivoca nunca y la de Calderón escupe odio. Igual que lo hizo durante todo su sexenio Felipe vuelve a justificarse ante la exigencia civil del “voto x voto” y olvida el “haiga sido como haiga sido”–y Denise Maerker lo deja ir vivo cuando fue a ella a quien le manifestó su máxima filosófica- Ya más mesurado y magnánimo Calderón se manifiesta sin rencores y sin ánimos de guardar comentario negativo alguno para sí mismo. Eso no explica el por qué cada que lo cuestionan en público –sin guiones que le digan qué responder- sobre su guerra responde una cosa distinta a lo que se le pregunta… habla siempre de sus quimeras.
Cuando Calderón concluye su cátedra sobre un asunto los preguntadores no profundizan no terminan de atar cabos y lo mejor que hacen es de inmediato saltar a un asunto que nada tiene que ver con el anterior pero que es necesariamente urgente de tratar antes de que termine el tiempo.
Se ensalza Calderón a sí mismo hablando de las reformas que ha propuesto y logrado en aras de los derechos humanos aunque los organismos internacionales digan que es al revés, que el estado mexicano es responsable de graves violaciones a los derechos humanos. Ya para la mitad del programa Calderón, el supuesto invitado, da muestras en su lenguaje corporal de que es dueño del espacio y vocifera y grita sabiéndose que el espacio está hecho a su modo y gusto más cuando se aferra y abraza al ejército y las fuerzas armadas de México a las que él, Felipe, ha tomado como sus pistoleros personales. Calderón se justifica e invierte el sentido de la realidad cuando arguye que la violencia no es fruto de su irresponsabilidad sino por el contrario, dice que él intervino porque había ya mucha violencia solo que antes de que apareciera Calderón no había los muertos que ahora tenemos, ni los miles de desplazados… ni los miles de huérfanos. Tampoco antes de Calderón había zonas del país con toques de queda de facto. Tanto que le gusta a Calderón a culpar a otros y responsabilizar a presidentes anteriores sobre los fracasos de sus gobiernos pero él evade la responsabilidad histórica de lo que pasó en el suyo. Lo suyo no es la honestidad ni mucho menos la consistencia en el discurso.
Al respecto de la guerra las preguntas que nunca hicieron en tercer grado son ¿se va a ganar la guerra? ¿Y si se va a ganar, cuándo será esto? ¿Y si no se va a ganar por qué la empezaste sabiendo que no la ganarías? ¿Cuánto le cuesta en dinero al país tú guerra? ¿Será más barato legalizar la droga –el pretexto inicial de la militarización del país- ? Son preguntas basadas en el arte de la guerra de Sun Tzu, de primer nivel en cuestiones de estrategia y táctica militar, si de guerra se trata.
Un completo incapaz Felipe, en su infantilismo mental, no puede aceptar que por un momento su visión de la realidad no es verdad y se aferra en mantener su argumento de que él ha hecho todo bien y que todo lo malo es culpa y responsabilidad de los demás.
Un total desperdicio de tiempo tercer grado pues el programa fue dedicado totalmente a la persona de Felipe el niño grande que se topó con Los pinos, es decir todo el programa se trató de “su” visión y “sus” creencias personales. De México se habló poco, de sus pobladores menos, de lo que deja como herencia y legado histórico casi nada o nada. Ya en el culmen de su infantilismo dice sentirse incomprendido… -el fantasma de Narciso se asoma como sombra en el plató de televisión- y ante esta perla otra pregunta que se les escapa a los preguntadores –que supuestamente de eso viven y en eso son expertos- que debió salir y no la hicieron es: ¿ocupaste Felipe Los Pinos esperando reconocimiento personal? ¿A eso reduces tu labor, a un asunto tan pequeñito como el sentirte reconocido en “tú” esfuerzo? ¿De dónde te viene esta necesidad de sentirte “comprendido”, “reconocido”? Antes que eso sale impune sólo para dejarnos otras perlas de su combinación personal que son: adjetivar, victimizarse, replegarse en unos supuestos logros ante los cuestionamientos y ante la evidencia de lo real… quimeras que como cualquiera persona dañada y ante lo que considera reconocimiento insuficiente a su esfuerzo prefiere cobrárselas con alguien y Felipe de la mano de las fuerzas armadas han decido cobrarle con pesadillas al país sus frustraciones personales.
Los usuarios de twitter y de la red que exageraron en los halagos sólo demuestran que al igual que Calderón creen que la realidad se puede modificar a golpe de repetir las mentiras mil veces.
Una lástima que el país haya padecido a éste señor seis años. De todas formas aunque de televisa salga impune e inmune del juicio histórico no podrá escapar… y lo peor para él y su familia es que tampoco nunca podrán escapar de las quimeras de Felipe
¿Sabrán los Calderón del final que tuvo la esposa de Díaz Ordaz?