Parece una pregunta sencilla: ¿es mejor bañarse antes de dormir o al despertar? Pregunta a tu alrededor y encontrarás que tus amistades dividen opinión. Aquéllos que defienden en baño por la noche hablan de lo grotesco de ir a dormir con la suciedad y gérmenes del día. Por su parte, empezar el día con el sudor de una noche -quién sabe de qué hablemos..- y salir a seguir el día a día suena peor... ¿Quién está en lo correcto?
Como parece lógico.... ambos banos, pero dependiendo la situación. Desde tu tipo de piel, la suciedad que enfrentas diario y cómo trabajas son determinantes para elegir el mejor momento de ducha.
Bañarse por la mañana
¿Eres de los que se duchan nada más levantarse, antes de ir a trabajar o a estudiar? Es una buena costumbre si cumples estos requisitos:
Te cuesta levantarte por las mañanas, y tardas en despertarte. Hay personas que se levantan cansados o tardan mucho tiempo en activarse. En esos casos una ducha rápida ayuda al cuerpo y a la mente a desperezarse.
Te cuesta afeitarte por las mañanas. ¿Tienes que presentarte impecable al trabajo pero la barba se resiste a desaparecer, incluso con una buena maquinilla? El agua y, sobretodo, el vapor de la ducha ayuda a abrir los poros para apurar mejor el afeitado.
Tienes la piel grasa. La grasa que produce la piel se genera con más fuerza durante la noche. Por eso es aconsejable que las personas con piel grasa se duchen por las mañanas, para eliminarla. Además el agua y la esponja abren los poros.
Eres madrugador. Si no te importa levantarte una hora antes de ir a trabajar, las duchas mañaneras están hechas para tí.
Las duchas nocturnas te desvelan. ¿Te ha pasado alguna vez que te has dado una ducha antes de acostarte, y te has desvelado? Esto sucede por los contrastes de temperatura. Además hay estudios que indican que una ducha nocturna trastorna los ritmos circadianos que regulan el sueño. Si notas que te desvelan, espera dos horas antes de acostarte, u opta por una ducha mañanera.
Sudas mucho por la noche. Hay personas que transpiran mucho durante el sueño, incluso en invierno, o aunque no haga calor. A veces ocurre si cenas fuerte por la noche o te acuestas justo después de cenar.
No tienes un trabajo físicamente exigente. Si trabajas en una oficina con aire acondicionado, vas en coche hasta para comprar el pan, y no haces ejercicio, hay dias que no es necesario una ducha tardía, y basta con la ducha mañanera.
¿Y por la noche...?
No tienes tiempo cuando te levantas. Hay gente que pone el despertador 15 minutos antes de salir a la calle para ir a trabajar o estudiar. En ese caso, mejor que una ducha temprana mal dada, hay que elegir una ducha nocturna.
Tienes la piel seca. El calor, el sudor, el roce de la ropa estropea la piel seca. Una ducha nocturna reparadora después del estrés diario, ayuda a cuidarla.
Usas maquillaje. Aunque existen eficaces cremas desmaquilladoras, el vapor de la ducha abre los poros y ayuda a eliminar el maquillaje al final del día con mayor facilidad.
Estás muy cansado. Las duchas nocturnas producen un efecto sedante cuando estás cansado.
Necesitas relajarte. Del mismo modo, una ducha prolongada con el agua ejerciendo presión en los hombros y en el cuello ayuda a eliminar la tensión y el estrés del día.
Tienes un trabajo físicamente exigente. Si por las mañanas trabajas en una obra echando cemento a 40 grados y por la tarde te vas al gimnasio a hacer spinning, una ducha al final del día elimina las toxinas que la piel expulsa cuando haces ejercicio.
Trabajas en un ambiente contaminado. Si trabajas en un taller de coches, una fábrica, o pasas muchas horas en la calle o en la carretera, la polución acaba impregnando suciedad y partículas nocivas en la piel. Una ducha tardía al volver a casa es una buena idea. El mismo principio se aplica a los médicos, enfermeros, y todo aquel que trabaja en ambientes con virus y otros gérmenes.
Necesitas refrescarte. Si hace mucho calor, una ducha ayuda. Pero no te duches con agua fría. El contraste entre la piel fría y el calor del ambiente te hará sudar, y a los 5 minutos volverás a estar empapado. Es mejor ducharse con agua templada.
Eres un obseso de la limpieza. Para muchas personas, irse a la cama llenas de gérmenes, sudor y el ajetreo del día, es completamente inaceptable.
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