Qué onda bakunos, les quiero comentar algo que le paso a mi primo ya hace mucho tiempo.
El es el último de 7 hijos, y más o menos somos de la edad, su mamá era hermana de la mía y vivamos en la misma casa con otros tíos míos en el D.F., su papá era de un pueblo de por Toluca, llamado Tenango del Valle, pero mi tío, el muy cabrón, se quedo a vivir ahí, dejando a mi tía y a sus hijos solos en el D.F.; de vez en cuando lo iban a visitar en vacaciones.
A pesar de que vivíamos en la misma casa, esta tía y sus hijos siempre fueron muy reservados y casi no nos contaban cosas personales; una vez andando tomando cerveza todos los primos de la misma edad (que éramos 6), este primo nos conto una historia medio fumada, que se las voy a contar con sus palabras y como la recuerdo:
“yo tenía como 8 años, y para esos momentos no teníamos drenaje en la casa de Tenango, por lo que usábamos una letrina que estaba como a 20 metros de la puerta, ya de noche no se ve casi nada, hay un foco encima de la puerta, pero alumbraba acaso unos 10 metros, por lo que la luz no llegaba hasta la letrina, a mi me andaba muchísimo del baño y le dije a mis hermanos que me acompañaran, pero me dijeron que no fuera maricón y que ya fuera a mear, yo me andaba orinando por lo que ya tuve que ir solo, encendí el foco de la puerta y empecé a caminar apresurado porque ya me hacía, en eso, a mitad de camino escuche que algo se movía entre el pasto y las plantas que tenía mi papá en el patio, pensé que era un perro y lo ahuyente, en eso trate de ver si ya se había ido, cuando me espante mucho, pues no era un perro, si no era un señor, pero solo la mitad de arriba de la cintura pues no tenia piernas y en las manos cargaba una hacha, y se iba arrastrando como podía, él también me vio y cuando reaccioné, hizo la finta como que me quería dar un hachazo, entonces empecé a gritar y a correr hacia la puerta; mi papá y mis hermanos salieron corriento con los machetes y una escopeta que mi papá guardaba, les conté lo que vi y se pusieron a buscar en todo el jardín. Me dieron una regañadota por que los había levantado de la cama; pero después, un vecino nos conto algo parecido, que vio por la ventana algo que se andaba arrastrando en su patio, pero el sí no quiso ver que era.”
Me acorde de lo que mi primo nos conto, porque hace como 2 años en el programa de “la mano peluda” un radioescucha conto una historia muy parecida a la de mi primo y si me saco mucho de onda.
Espero les haya entretenido un rato, saludos.
El es el último de 7 hijos, y más o menos somos de la edad, su mamá era hermana de la mía y vivamos en la misma casa con otros tíos míos en el D.F., su papá era de un pueblo de por Toluca, llamado Tenango del Valle, pero mi tío, el muy cabrón, se quedo a vivir ahí, dejando a mi tía y a sus hijos solos en el D.F.; de vez en cuando lo iban a visitar en vacaciones.
A pesar de que vivíamos en la misma casa, esta tía y sus hijos siempre fueron muy reservados y casi no nos contaban cosas personales; una vez andando tomando cerveza todos los primos de la misma edad (que éramos 6), este primo nos conto una historia medio fumada, que se las voy a contar con sus palabras y como la recuerdo:
“yo tenía como 8 años, y para esos momentos no teníamos drenaje en la casa de Tenango, por lo que usábamos una letrina que estaba como a 20 metros de la puerta, ya de noche no se ve casi nada, hay un foco encima de la puerta, pero alumbraba acaso unos 10 metros, por lo que la luz no llegaba hasta la letrina, a mi me andaba muchísimo del baño y le dije a mis hermanos que me acompañaran, pero me dijeron que no fuera maricón y que ya fuera a mear, yo me andaba orinando por lo que ya tuve que ir solo, encendí el foco de la puerta y empecé a caminar apresurado porque ya me hacía, en eso, a mitad de camino escuche que algo se movía entre el pasto y las plantas que tenía mi papá en el patio, pensé que era un perro y lo ahuyente, en eso trate de ver si ya se había ido, cuando me espante mucho, pues no era un perro, si no era un señor, pero solo la mitad de arriba de la cintura pues no tenia piernas y en las manos cargaba una hacha, y se iba arrastrando como podía, él también me vio y cuando reaccioné, hizo la finta como que me quería dar un hachazo, entonces empecé a gritar y a correr hacia la puerta; mi papá y mis hermanos salieron corriento con los machetes y una escopeta que mi papá guardaba, les conté lo que vi y se pusieron a buscar en todo el jardín. Me dieron una regañadota por que los había levantado de la cama; pero después, un vecino nos conto algo parecido, que vio por la ventana algo que se andaba arrastrando en su patio, pero el sí no quiso ver que era.”
Me acorde de lo que mi primo nos conto, porque hace como 2 años en el programa de “la mano peluda” un radioescucha conto una historia muy parecida a la de mi primo y si me saco mucho de onda.
Espero les haya entretenido un rato, saludos.
