8 tips para lucir totalmente insoportable en todas tus fotos
Hace tiempo que estoy desconectado del mundo de la publicidad, pero de vez en cuando le doy una ojeada a publicaciones del medio para mantenerme al tanto de la carrera que tantas satisfacciones me dio hace ya algún tiempo. Precisamente me encontraba revisando una revista del tema, cuando me di cuenta de algo bien particular: Al menos la mitad de los publicistas que aparecían reseñados en los artículos, sufrían visiblemente del “Síndrome de Orgullo Creativo” (Es inútil que lo googleen, lo acabo de inventar).
Permítanme explicarme: Cuando trabajas en una agencia de publicidad, y principalmente en el departamento creativo o en funciones relacionadas al hemisferio derecho del cerebro, entras en una especie de burbuja idealizada del mundo. Estás aislado de la inflación, el tráfico y los bancos; en tu mente, tu oficina en el piso 57 bien podría competir con el sótano de Tony Stark (pero sin los juguetes de realidad aumentada). No me malinterpreten , esa burbuja de idealismo es necesaria para estimular los procesos creativos (que en más de una ocasión estarán enfocados en crear un mensaje sobre el “mundo real” allá afuera). El problema surge cuando los ´creativos´ proclamados oficialmente por el carnet que les cuelga del cuello, disparan la alarma de humo – al subírseles a la cabeza – pues suponen que sus jugos neurales rivalizan con los de Einstein (y sí, de seguro tienen el famoso afiche del físico que reza “La imaginación es más importante que el conocimiento”, en sus oficinas).
¿A dónde quiero llegar con todo esto? que el emergente síndrome mencionado más arriba parece que los obligara a posar de una manera muy particular a la hora de una foto. Más que aparentar que han desarrollado varias piezas creativas y acumulado galardones (cosa bastante difícil en el medio, hay que reconocerlo), parece que estuviesen recibiendo el premio Nobel por la cura del cáncer. Ojo, no es por trollear; yo también tuve esa época de delirante hipérbole profesional, pero la imagen que proyectamos cuando estamos excesivamente orgullosos de nuestros logros nos hace ver como un patético villano de película “Directa a DVD” en el mejor de los casos. Si bien podemos combinar un par de las características que menciono a continuación sin parecer tontos, tres o cuatro ya cae en el territorio de lo ridículo… y más de 6 ya son propias de “artistas” musicales contemporáneos.
Veamos las referidas ofensas en orden de intensidad, desde la menos chocante hasta la más insoportable:
8 – Brazos cruzados con el pecho en alto
En realidad, este gesto no tiene nada de particular. ¿Quién no se ha cruzado de brazos alguna vez al tomarse una foto? aunque ya he mencionado anteriormente las diferencias entre las distintas versiones de esta postura, hay que recordar que si estamos ligeramente inclinados hacia adelante nos veremos más naturales, mientra que inclinarse hacia atrás, tensar los hombros y sacar el pecho mientras lo hacemos, nos hace ver más poderosos y fuertes.
“Sí, es un Rolex.”
Es el mismo principio del por qué las mujeres cruzan las piernas una sobre la otra; si bien en parte es por el decoro y la educación, así los muslos y las pantorrillas se tensan y se ven más provocativos. Nada que objetar a la hora de una fotografía… aún.
7 – Mentón sobre la horizontal
En un artículo anterior les comentaba que el ángulo de nuestra barbilla tiene relación directa con el carácter de cada uno de los sexos. La barbilla en alto es dominio y masculinidad, y si el mentón baja y se acerca al pecho es sumisión y feminidad.
Tatuajes tribales no incluidos.
Pero el rostro en alto para denotar poder puede ser usado por ambos sexos indistintamente… la idea es que se suavice tal ángulo con una sonrisa natural de tal manera de no parecer agresivos o desafiantes.
>> Práctica: tómate una foto cruzando los brazos, sacando el pecho, tensando los hombros y alzando el mentón. A menos que 1) Estés en la portada de Forbes o 2) seas Superman, olvídalo.
Puedes recortar y pegar tu foto acá para probar.
6 – Una ceja levantada
Al levantar la ceja entramos al mundo de la altanería. Tu autoconfianza se empieza a transformar en orgullo con lecturas cercanas a las de Sheldon Cooper. Ya no se trata que eres bueno… eres el mejor. El impacto a largo plazo para la humanidad que constituiría tu desaparición física es incalculable (nótese la ambigüedad de esta última afirmación). ¡Apresúrense en tomar la foto, miren que es necesaria como referencia para una escultura en mármol!.
Ojo, no es Pitbull… es Billy Zane.
5 – Media sonrisa (de desprecio)
Ya sabemos que media sonrisa no es ninguna sonrisa en realidad, es un dejo de desprecio que expresamos con nuestro rostro y podemos llegar a transmitir que vemos a quienes nos rodean con verdadera lástima. Estamos en una isla, separados del resto del mundo por el océano de nuestro IQ, frustrados porque ni siquiera podríamos explicarles a los demás el cúmulo de explosiones de brillantez que nos acompañan incluso al bañarnos. Sería infructuoso.
>> Práctica: tómate una foto levantando una ceja y con media sonrisa del lado opuesto. A menos que seas Hugh Laurie, no creo que salgas bien parado.
¿Todos queremos ser House cuando seamos grandes, verdad?
4 – El ceño fruncido
Claro, lo que pasa es que hasta ahora nadie ha hablado en presencia de su brillantísima majestad. Pero basta que algún mortal abra la boca para aportar una predecible idea, o en el peor de los casos hacer una pregunta de respuesta obvia, para que el ceño de quienes se aseguran dignos de Mensa se tense cual cuerda de violín (incluso podríamos agregar la AU9).
Billy Zane, otra vez. Va a terminar cobrándome.
Cuando no es una reacción espontánea a la mediocridad que deben soportar cada día, pueden dosificarlo aquí y allá para reforzar su imagen de intelectual, o que constantemente están ensimismados en algún pensamiento que transpira ingenio.
3 – No mirar a la cámara
¿Saben cómo hacía uno en los 80s para determinar cuál de los integrantes de una banda de rock era el vocalista, en una foto de grupo? fácil, era el que no miraba directamente a la cámara. Así como se podía dar el lujo de ser el “frontman” e inclusive llevar la identidad tonal de la agrupación (¿Cuántas bandas han sobrevivido a un cambio de voz principal?), esa enorme responsabilidad la demostraba así: viendo para otro lado, como que no le interesa el asunto. “¿Soy demasiado para ustedes, sabían? en cualquier momento voy a lanzar mi carrera en solitario, y ¡Estáis fritos!”
…Pues si tengo que pagar por la foto, al menos le sacaré el jugo…
2 – Lentes oscuros sin necesidad
Cayendo redondos por la espiral descendente de los clichés, está el de los lentes oscuros a la hora de las brujas, o bajo techo. A menos que tengas la mirada propia de 52 horas sin dormir, sufras de migrañas o acabes de pasar por el bisturí para una blefaroplastia, el usar este accesorio fuera de lugar no te dará un aura de misterio, importancia o brillantez. Quizá tenga, de hecho, el efecto contrario.
>> Práctica: Ponte lentes oscuros, frunce el ceño y mira lejos de la cámara. ¿Estás listo para grabar un disco?
Wisin y Yandel lo practicaron durante años.
1 – Poner la “boca de pato”
Y es así como tocamos fondo y llegamos al estandarte de la infamia. No creo que sea necesario explicar este gesto (su nombre lo dice todo), y aunque es muy popular en el sexo femenino para identificarse en Facebook (inexplicablemente tomándose fotos con el teléfono en el baño), goza de una insólita popularidad en ¿Caballeros? que quieren parecer salidos de un anuncio de Hugo Boss o Calvin Klein.
Zoolander sabe.
http://lenguajecorporal.org/2012/07/8-tips-para-lucir-totalmente-insoportable-en-todas-tus-fotos/
P
He copiado el texto tal cual como esta en la pagina, asi que compañeros disculpen esa foto de Wisin y Yandel :memeo: tal vez el post sea odiado por eso 
los entiendo :memeo:
Saludos
Hace tiempo que estoy desconectado del mundo de la publicidad, pero de vez en cuando le doy una ojeada a publicaciones del medio para mantenerme al tanto de la carrera que tantas satisfacciones me dio hace ya algún tiempo. Precisamente me encontraba revisando una revista del tema, cuando me di cuenta de algo bien particular: Al menos la mitad de los publicistas que aparecían reseñados en los artículos, sufrían visiblemente del “Síndrome de Orgullo Creativo” (Es inútil que lo googleen, lo acabo de inventar).
Permítanme explicarme: Cuando trabajas en una agencia de publicidad, y principalmente en el departamento creativo o en funciones relacionadas al hemisferio derecho del cerebro, entras en una especie de burbuja idealizada del mundo. Estás aislado de la inflación, el tráfico y los bancos; en tu mente, tu oficina en el piso 57 bien podría competir con el sótano de Tony Stark (pero sin los juguetes de realidad aumentada). No me malinterpreten , esa burbuja de idealismo es necesaria para estimular los procesos creativos (que en más de una ocasión estarán enfocados en crear un mensaje sobre el “mundo real” allá afuera). El problema surge cuando los ´creativos´ proclamados oficialmente por el carnet que les cuelga del cuello, disparan la alarma de humo – al subírseles a la cabeza – pues suponen que sus jugos neurales rivalizan con los de Einstein (y sí, de seguro tienen el famoso afiche del físico que reza “La imaginación es más importante que el conocimiento”, en sus oficinas).
¿A dónde quiero llegar con todo esto? que el emergente síndrome mencionado más arriba parece que los obligara a posar de una manera muy particular a la hora de una foto. Más que aparentar que han desarrollado varias piezas creativas y acumulado galardones (cosa bastante difícil en el medio, hay que reconocerlo), parece que estuviesen recibiendo el premio Nobel por la cura del cáncer. Ojo, no es por trollear; yo también tuve esa época de delirante hipérbole profesional, pero la imagen que proyectamos cuando estamos excesivamente orgullosos de nuestros logros nos hace ver como un patético villano de película “Directa a DVD” en el mejor de los casos. Si bien podemos combinar un par de las características que menciono a continuación sin parecer tontos, tres o cuatro ya cae en el territorio de lo ridículo… y más de 6 ya son propias de “artistas” musicales contemporáneos.
Veamos las referidas ofensas en orden de intensidad, desde la menos chocante hasta la más insoportable:
8 – Brazos cruzados con el pecho en alto
En realidad, este gesto no tiene nada de particular. ¿Quién no se ha cruzado de brazos alguna vez al tomarse una foto? aunque ya he mencionado anteriormente las diferencias entre las distintas versiones de esta postura, hay que recordar que si estamos ligeramente inclinados hacia adelante nos veremos más naturales, mientra que inclinarse hacia atrás, tensar los hombros y sacar el pecho mientras lo hacemos, nos hace ver más poderosos y fuertes.
“Sí, es un Rolex.”
Es el mismo principio del por qué las mujeres cruzan las piernas una sobre la otra; si bien en parte es por el decoro y la educación, así los muslos y las pantorrillas se tensan y se ven más provocativos. Nada que objetar a la hora de una fotografía… aún.
7 – Mentón sobre la horizontal
En un artículo anterior les comentaba que el ángulo de nuestra barbilla tiene relación directa con el carácter de cada uno de los sexos. La barbilla en alto es dominio y masculinidad, y si el mentón baja y se acerca al pecho es sumisión y feminidad.
Tatuajes tribales no incluidos.
Pero el rostro en alto para denotar poder puede ser usado por ambos sexos indistintamente… la idea es que se suavice tal ángulo con una sonrisa natural de tal manera de no parecer agresivos o desafiantes.
>> Práctica: tómate una foto cruzando los brazos, sacando el pecho, tensando los hombros y alzando el mentón. A menos que 1) Estés en la portada de Forbes o 2) seas Superman, olvídalo.
Puedes recortar y pegar tu foto acá para probar.
6 – Una ceja levantada
Al levantar la ceja entramos al mundo de la altanería. Tu autoconfianza se empieza a transformar en orgullo con lecturas cercanas a las de Sheldon Cooper. Ya no se trata que eres bueno… eres el mejor. El impacto a largo plazo para la humanidad que constituiría tu desaparición física es incalculable (nótese la ambigüedad de esta última afirmación). ¡Apresúrense en tomar la foto, miren que es necesaria como referencia para una escultura en mármol!.
Ojo, no es Pitbull… es Billy Zane.
5 – Media sonrisa (de desprecio)
Ya sabemos que media sonrisa no es ninguna sonrisa en realidad, es un dejo de desprecio que expresamos con nuestro rostro y podemos llegar a transmitir que vemos a quienes nos rodean con verdadera lástima. Estamos en una isla, separados del resto del mundo por el océano de nuestro IQ, frustrados porque ni siquiera podríamos explicarles a los demás el cúmulo de explosiones de brillantez que nos acompañan incluso al bañarnos. Sería infructuoso.
>> Práctica: tómate una foto levantando una ceja y con media sonrisa del lado opuesto. A menos que seas Hugh Laurie, no creo que salgas bien parado.
¿Todos queremos ser House cuando seamos grandes, verdad?
4 – El ceño fruncido
Claro, lo que pasa es que hasta ahora nadie ha hablado en presencia de su brillantísima majestad. Pero basta que algún mortal abra la boca para aportar una predecible idea, o en el peor de los casos hacer una pregunta de respuesta obvia, para que el ceño de quienes se aseguran dignos de Mensa se tense cual cuerda de violín (incluso podríamos agregar la AU9).
Billy Zane, otra vez. Va a terminar cobrándome.
Cuando no es una reacción espontánea a la mediocridad que deben soportar cada día, pueden dosificarlo aquí y allá para reforzar su imagen de intelectual, o que constantemente están ensimismados en algún pensamiento que transpira ingenio.
3 – No mirar a la cámara
¿Saben cómo hacía uno en los 80s para determinar cuál de los integrantes de una banda de rock era el vocalista, en una foto de grupo? fácil, era el que no miraba directamente a la cámara. Así como se podía dar el lujo de ser el “frontman” e inclusive llevar la identidad tonal de la agrupación (¿Cuántas bandas han sobrevivido a un cambio de voz principal?), esa enorme responsabilidad la demostraba así: viendo para otro lado, como que no le interesa el asunto. “¿Soy demasiado para ustedes, sabían? en cualquier momento voy a lanzar mi carrera en solitario, y ¡Estáis fritos!”
…Pues si tengo que pagar por la foto, al menos le sacaré el jugo…
2 – Lentes oscuros sin necesidad
Cayendo redondos por la espiral descendente de los clichés, está el de los lentes oscuros a la hora de las brujas, o bajo techo. A menos que tengas la mirada propia de 52 horas sin dormir, sufras de migrañas o acabes de pasar por el bisturí para una blefaroplastia, el usar este accesorio fuera de lugar no te dará un aura de misterio, importancia o brillantez. Quizá tenga, de hecho, el efecto contrario.
>> Práctica: Ponte lentes oscuros, frunce el ceño y mira lejos de la cámara. ¿Estás listo para grabar un disco?
Wisin y Yandel lo practicaron durante años.
1 – Poner la “boca de pato”
Y es así como tocamos fondo y llegamos al estandarte de la infamia. No creo que sea necesario explicar este gesto (su nombre lo dice todo), y aunque es muy popular en el sexo femenino para identificarse en Facebook (inexplicablemente tomándose fotos con el teléfono en el baño), goza de una insólita popularidad en ¿Caballeros? que quieren parecer salidos de un anuncio de Hugo Boss o Calvin Klein.
Zoolander sabe.
http://lenguajecorporal.org/2012/07/8-tips-para-lucir-totalmente-insoportable-en-todas-tus-fotos/
P
He copiado el texto tal cual como esta en la pagina, asi que compañeros disculpen esa foto de Wisin y Yandel :memeo: tal vez el post sea odiado por eso los entiendo :memeo:Saludos
