11 criaturas legendarias de Africa

Vampire Savior Jedah

Bovino de alcurnia
#1
Todos pueden descansar, ya llegué, con la siguiente entrega de monstruos legendarios. Ahí les va:

1.- Inkanyamba


El Inkanyamba es un carnívoro parecido a la anguila en las leyendas de los zulú y xhosa, pueblos de Sudáfrica, una serpiente legendaria que se dice vive en un área de la cascada del lago en los bosques del norte cerca de Pietermaritzburg con mayor frecuencia en la base de la cascada Howick, Sudáfrica. Las tribus zulúes de la zona creen que es una serpiente de gran tamaño con una cabeza de caballo. Es más activa en los meses de verano, se cree que la ira del Inkanyamba producen la temporada de tormentas.

Se dice que tiene aletas y / o patas de rana y que es de gran tamaño. En realidad, hay abundancia de anguilas de agua dulce en el sur de África que miden alrededor de 2 metros de largo, pero que palidece en comparación con las historias del Inkanyamba.


2.- Kongamato


Un monstruo volador visto en Zambia, Angola y el Congo, que se describe como un reptil volador que podemos reconocer como un pterosaurio. Fue descrita por primera vez en Inglés por el explorador Frank Welland en 1932, Ya en un libro de viajes publicado en 1923, Frank H. Melland narra los testimonios de varios indígenas de la región pantanosa de Jiundú, pequeño afluente del Zambeze (en el noroeste de la actual Zambia). Cuando Melland dice haber mostrado a los nativos algunas láminas que ilustraban libros de biología con animales prehístóricos, éstos lo habrían relacionado inmediatamente con el pterodáctilo, a la vez murmurando: "kongamato, kongamato".

Así, esta criatura se relacionó con otros mitos tales como el sasabonsam, tradicionalmente vampiro-ogro, como monstruo de la mitología Ashanti; y el Olitu, mito del oeste en Camerún, que los naturales describen como una criatura-murciélago nocturna. Este ser criptico vive en ríos y pantanos y tiene una envergadura (sin albur) enorme, pero no tiene plumas. Una criatura parecida es conocida por otros nombres en otras partes de África. Las teorías sobre avistamientos del Kongomato van desde la mala iluminación a la posibilidad de que una especie desconocida puede existir en lugares de difícil acceso.


3.- Impundulu


El Impundulu o rayo de aves (o Izulu, inyoni yezulu ) es una criatura mitológica en el folklore de las tribus de Sudáfrica como el Pondo, el zulú y el xhosa. El impundulu (que se traduce como " rayo de aves ") toma la forma de un pájaro blanco y negro, del tamaño de un ser humano, que convoca a los truenos, relámpagos y tormentas con sus alas y garras. Se trata de un criatura vampiro asociada con la brujería, que era a menudo el empleado o familiar de una bruja o brujo, que atacaba a los enemigos de la bruja. Se dice que tienen un apetito insaciable por la sangre. Toman a veces la forma de un joven hermoso y seducen a las mujeres. Sin embargo, algunas partes del Impundulu o sus huevos tienen poderes medicinales


4.- Adze


Las Adze (se pronuncia: ads) son una raza de vampiros de Togo y Ghana, África.

Adze significa algo así como: similar a un hacha, una herramienta bastante común en las tribus africanas. Las Adze son vampiresas; pero diametralmente opuestas a sus hermanas europeas, americanas y asiáticas.

Las Adze son espíritus. No tienen antecedentes terrenales. Es decir, jamás fueron humanas. En Ghana se aparecen bajo la forma de un brillo tenue, similar al destello errático de las velas que alumbran los modestos funerales de aquella región. También suelen dejarse ver como luciérnagas.

En Togo, en cambio, las Adze emergen bajo la forma de un escarabajo negro que se desliza directamente en las bocas de las hechiceras tribales.

Esta incorporación de las Adze por parte de las hechiceras de la tribu toma lugar en medio de arcaicas ceremonias y prolijos julepes. Las madres se ocultan en sus chozas con sus niños, ya que las Adze sólo pueden alimentarse con la sangre del niño más joven de la tribu.

Varios etnólogos describen el paroxismo que invade las comarcas cuando se produce el ritual de las Adze. Las viejas danzan frenéticamente alrededor del fuego, entonando maldiciones, mientras los hombres se ocultan virilmente en la maleza. Luego de varias horas de jarana, en las que no falta alguna rima picante, las Adze comienzan a visitar una a una las casas de la aldea hasta que dan con el infante adecuado. Una vez capturado, el niño es llevado al centro del festival y devorado hasta los huesos.


5.- Mono de Bili


Hay muchisimas leyendas misteriosas sobre especies desconocidas de simios en África. Algunos de estos se describen como algo entre un chimpancé y un gorila. Un mono fantasma que se ajusta a esta descripción se denomina Ufiti en Malawi. En otras áreas se conoce como el Mono Misterio Bondo, lo que lleva a la especulación de que hay una especie desconocida en espera de ser descubierto. Los informes han llevado a los investigadores a creer que es una especie de chimpancé de gran tamaño que se comportan más como gorilas. Varias expediciones trataron de encontrar esta especie en África central, donde algunos cráneos fueron encontrados cerca de la aldea de Bili en 1908. En el siglo 21, la evidencia de una subespecie de chimpancé grande fue encontrada y los monos se observaron más tarde en el bosque Bili de la República Democrática del Congo. Ahora se llama el Mono de Bili y se clasifican como una subespecie de chimpancé.

En el lenguaje local, los grandes simios del bosque de Bili se dividían en dos grupos distintos. Los "golpeadores de árboles", que se dispersan en la partes altas de los árboles para mantenerse a salvo, y fácilmente sucumben a las flechas envenenadas utilizadas por los cazadores locales. Luego están los "asesinos de leones", que rara vez suben los árboles, son más grandes y más oscuros, y no se ven afectados por las flechas envenenadas.

Cuando Karl Ammann, un fotógrafo suizo y activista contra la caza de animales silvestres, visitó la región en 1996, fue en busca de los gorilas, pero en su lugar descubrió un cráneo que tenía dimensiones como el de un chimpancé, pero con una cresta prominente como el de un gorila . Ammann compró una fotografía, tomada por una cámara de detección de movimiento, de los cazadores furtivos que capturaron una imagen de lo que parecía chimpancés inmensos. Ammann también midió una muestra fecal tres veces tan grande como el estiércol del chimpancé y huellas tan grande o más grande que el de un gorila.

En 2000, Ammann volvió a la zona descrita por el cazador con un grupo de investigadores de simios. Aunque no encontraron un mono de Bili, encontraron varios nidos en el suelo, con mas características de nidos de gorilas que de chimpancés en los lechos de los ríos pantanosos.


6.- Gbahali


El Gbahali es una criatura reptiliana de Liberia, parecido a un cocodrilo. Crece hasta 9 metros de largo, tiene el hocico más corto que el de un cocodrilo, y las piernas un poco más largas. Aunque esta especie no está confirmada por la ciencia, no se considera un monstruo legendario entre los cazadores de Liberia, sino una criatura real que han capturado y comido. Es posible, sin embargo, que las descripciones sean exageradas. Los testigos se les mostró una foto de los animales extintos Postosuchus, y se lo reconoce como el Gbahali.


7.- Ninki Nanka


Ninki Nanka es un monstruo que vive en el río Gambia en Gambia. Es una criatura semejante a un dragón con el cuerpo de un cocodrilo, la cabeza de un caballo (con cuernos) y un largo cuello como una jirafa. Y es enorme - de 3 a 15 metros de largo-. Las historias de esta criatura no se encuentran en textos, son historias que han pasado de tribu en tribu a traves de Africa. En 2006 se hizo una expedición y una las personas que dicen haber tenido un encuentro lo describe como la imagen de un dragón chino.


8.- Popobawa


Tiene alas, pequeñas orejas puntiagudas y un solo ojo ciclópeo. Su modus operandi es el siguiente: asalta a hombres de Zanzíbar por la noche, los inmoviliza y los sodomiza. Le dicen Popobawa, aunque parece que no guarda relación con el dócil, inocuo y casto Cocowawa. Esta criatura genuinamente africana también se caracteriza por cebarse exclusivamente con los escépticos: si la víctima no cuenta a los demás el humillante ataque, el Popobawa se cebará también con los vecinos.

Hay varias explicaciones sobre la génesis de la leyenda Popowaba (aunque cuidadito con utilizar la palabra “leyenda” delante de una víctima). Una de las especulaciones dice que el origen está en las guerras tribales en la isla africana en los años 70: los djinni derrotaron a los sheikh y éstos buscaron venganza inventando este taimado ser.

Los motivos políticos también están tras la explicación del estudioso Josh Gates, quien ha detectado un repunte de los ataques del Popobawa durante los períodos electorales en Zanzíbar. Según Gates: “el partido que está en la oposición trata de explotar las creencias supersticiosas para despertar sentimientos terroríficos entre la población y lograr así réditos políticos.”

Una tercera aproximación al fenómeno popobawiano lo realizó el Skeptical Inquirer. El autor tiene claro que el monstruo de Zanzíbar es una versión psicológica del fenómeno conocido como “alucinación hipnogógica”, una suerte de sonambulismo en la que el durmiente tiene la sensación de flotar o bien estar paralizado o incluso tener una experiencia fuera del cuerpo. Una característica común de este tipo de sueño es que suele ser “extremadamente vívido y bizarro a la par que terrorífico”. Joe Nickell, autor del artículo, vincula al Popobawa de Zanzíbar con los íncubos y súcubos que asaltaban a los habitantes de la Europa medieval.

Pero ninguno de estos antropólogos de salón ha sufrido en su ojete el ataque del Popowaba, así que mejor oigamos el testimonio del granjero Mjaka Hamad, que fue atacado por el “murciélago alado” (redundante nombre en suahili del bicho) en 1995:

“Sentí algo que me presionaba. No sabía lo que me estaba pasando pero estaba gritando sin que ninguna voz saliera de mí. Parecía un sueño pero luego me di cuenta de que era el Popobawa el que venía a por mí para hacerme algo terrible, algo sexual”.

Si, claro... el Popobawa...


9.- Grootslang


El Grootslang o Grote Slang (afrikáans y holandés para "gran serpiente") es un ser legendario que tiene fama de vivir en una cueva profunda en el Richtersveld, en Sudáfrica.

Las leyendas dicen que el grootslang es una criatura primordial tan antigua como el mundo mismo. Estos cuentos establecen que en aquellos tiempos antiguos, los dioses cometieron un terrible error en la creación del grootslang, porque le dieron una tremenda fuerza, astucia e inteligencia. Al darse cuenta de su error, los dioses dividieron el grootslang en criaturas independientes y por lo tanto creó los primeros elefantes y las serpientes en primer lugar. Pero uno de los grootslangs originales escapó, y de este todos los otros grootslangs nacieron. Los estudiosos debaten la veracidad de tales historias, y han recurrido a cualquiera de las explicaciones biológicas o mágico de los orígenes de la criatura, sin embargo los bardos y sabios están de acuerdo por igual en que la reputación del temible grootslang es bien merecido.

El grootslang es de piel gruesa, de tiene un brillo metálico y un color cobre mate, atravesado por lineas finas de color verde. Los varones y las hembras crecen hasta una longitud de 18 metros y 6 metros de altura. Existe poca diferenciación entre los sexos salvo un matiz verde más claro en la piel de la hembra. Según la creencia, el grootslang puede llegar a pesar 20 toneladas y vivir hasta 500 años.

Se dice que devoran elefantes atrayéndolos hacia su cueva. En Benin, se le describe como un enorme elefante con cola de serpiente. Se confunde a menudo con el Mokele-mbembe y la Ima Iriz, que son de la misma cultura.

Todos los grootslangs codician las gemas, en particular los diamantes, ya pesar del gusto de las criaturas por la crueldad, las víctimas a menudo puede negociar su libertad, ofreciéndoles preciosas gemas en buena cantidad.


10.- Mokèle-mbèmbé



El Mokèle-mbèmbé (en lingala "el que detiene los ríos"), también conocido como mbulu-embembe en Camerún, nyamala y amali en Gabón, es una bestia común de la mitología de varias culturas del África Central; principalmente pigmeos. Mayoritariamente se la ubica en los pantanos del río Likouala-aux-Herbes en la República Popular del Congo. En la República Centroafricana recibe diversos nombres: los banziris le llaman songo, los bandas, badigui ("diablo acuático"); en el distrito de Birao recibe el nombre de guanerú; en Baya se le llama diba.

Los relatos y la tradición oral de varias tribus africanas lo describen como un animal de color gris parduzco y de tamaño superior al de un elefante, de unos 4 a 6 metros de alto y 5 a 10 metros de largo. Tiene el cuello largo y flexible y un solo diente, aunque muy grande; otros relatos aseguran que se trata de un cuerno. Unos pocos hablan de una cola musculosa como la de un caimán. Vive en los ríos y trepa a las orillas en pleno día para buscar alimento. Sus huellas se parecen a las del hipopótamo, aunque son mayores y palmeadas; según algunos exploradores, son circulares, del tamaño de una sartén, con tres dedos. Su dieta estaría compuesta mayormente por vegetales, aunque hay reportes de que cazarían humanos e hipopótamos. Es interesante notar que hay una pequeña población de estos últimos en los pantanos del río Likouala.

Recientemente se dio a conocer un relato que describe una supuesta matanza en 1960 de un ejemplar de mokèlé-mbèmbé en las cercanías del Lago Télé. Según esta historia, un grupo de pigmeos de la zona pantanosa del Likouala construyó una pared para mantener a estas criaturas a raya. Una de ellas pudo atravesar la barrera, lo que originó la feroz respuesta de los nativos. William Gibbons señala: "(El) Pastor Thomas [quien conocía a los nativos] también mencionó que dos pigmeos imitaron los gritos del animal mientras era atacado y lanceado... más tarde se celebró un festín por la victoria, durante el cual partes del animal fueron cocinadas y consumidas. Sin embargo, aquéllos que participaron de la fiesta eventualmente murieron ya fuera por envenenamiento alimenticio o por causas naturales. En todo caso, debe subrayarse que los pigmeos rara vez viven más de 35 años, y que las mujeres de la etnia dan a luz desde los doce años. Algunas personas también cree que la mitificación (poderes mágicos, etc.) relacionados con Mokele-mbembes (sic) empezó con este incidente."


11.- Tikoloshe


En la mitología zulú se cree que el Tikoloshe es un pequeño monstruo malvado, de aspecto peludo, que tiene la apariencia de una especie de cruce entre un felino, un zombi y un goblin, es creado por un chamán a partir de un cadáver humano. La creencia está especialmente extendida en todo el sur de África, y más concretamente en Sudáfrica.

Tokolosh, Tikoloshe o Hill, es el nombre dado por las tribus de Sudáfrica, Botswana y Zimbabwe, es un espíritu de la naturaleza maligna. Se dice que el Tokoloshe es creado a partir de cadáveres por los chamanes en busca de venganza, en cuyo caso sólo la persona maldita es capaz de ver el Tokoloshe.

Aunque ésta es la descripción del Tokoloshe que es tan frecuente hoy en día, parece haber sido originalmente más bien una especie de espíritu de agua, antes de ser considerado un zombi pequeño.

Actualmente a este ser se le describe como una criatura que se asemejaría a un mono por su pelo y que sería el tamaño de un niño pequeño, el cual posería gran fuerza en relación a su tamaño pequeño. . Sin embargo, sería capaz de cambiar de forma y desaparecen al ingerir una piedra. Su pequeño tamaño y la malevolencia parecen ser equivalentes a nuestra cultura occidental al Gremlin. Sin embargo, sería más exacto verlo como una mezcla de características entre un zombie, un gremlin y un poltergeist. Se dice que además sería aficionado a la cuajada y huevos frescos, que roba en graneros de aldeas remotas.

Igualmente en ciertas descripciones, se describe mas parecido a un oso de peluche que a un mono y tendría un reborde óseo que se extiende desde la parte superior de su cráneo en su parte inferior del cuello, que le permitiría acabar con un buey con un golpe de cabeza. A veces se dice que había un agujero en la cabeza, creado con la ayuda de un bastón de metal al rojo vivo, y dos cuencas vacías en lugar de ojos. Otras versiones lo presentan como una criatura similar a Pie Grande o el Yeti.

Su leyenda es muy prevalente en las regiones donde se supone que vive, y con una gran importancia. Se observa a menudo por los pastores que pastorean sus rebaños al amanecer y por los niños, que se burlan a menudo.

La existencia de este ser, preocupa mucho a la población rural, ya que se le atribuye muchos secuestros de niños, violaciones y matanzas de ganado. También muerde los dedos de las personas que duermen, por lo que es habitual en algunas áreas, subir las camas a dos metros con ladrillos para que estén fuera del alcance del Tokoloshe. Según la leyenda Zulú, los que ven un Tokoloshe nunca lo deben revelar a nadie, de lo contrario la criatura volverá a aparecer para vengarse.

Próxima entrega: Criaturas Americanas.
 
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