Me niego rotundamente a una revolución de tipo armado. Eso no resulta. Como el concepto casi siempre se liga con violencia me niego a eso. México no necesito más violencia.
Lo que si es necesario es una transformación de nuestras conciencias. Eso no creo que se pueda dar con un movimiento armado. Porque en méxico no se trata de sustituir a un grupo de personas por otro si vamos a seguir con las mismas prácticas corruptas, de intolerancia, marginación, etc.
El cambio de conciencia es para todos:
contra la corrupción: honestidad, lo que no es mío es de alguien y respetarlo. Transformación de normas, pero también respeto a ellas.
Contra la pasividad: disfrutar de lo que he producido, compartir no solo recursos sino también esfuerzos. En lugar de exigir solo a los demás, exigirnos esfuerzo propio. Ser realmente ciudadanos participando en asuntos que nos atañen a todos.
Contra la violencia: Ser amables, los demás son como nosotros, tienen sueños, ilusiones, amores, etc. Tratar a los demás como deseamos ser tratados independientemente de su origen, preferencias, características. Estar en paz con uno mismo, con los demás y con lo demás.
Contra la ignorancia: Todo mundo tenemos derecho a ser ignorantes en algo, pero si todos le apostamos a la educación y buscamos por medio de la participación de todos en una mejor educación, que forme sujetos autónomos, reflexivos, creativos... sin necesidad de violentar con el aprendizaje, lograremos mucho más cosas que lo que hoy tenemos como resultados.
Para todo lo anterior y muchas otras cosas posibles en nuestro méxico no necesitamos las armas, sólo cambiar nuestra manera de actuar y de pensar, lo cual no es poco.
Tampoco se crea que por esto intento defender a un mal gobierno. Tampoco voy a recurrir a las frases ya trilladas de que tenemos los gobiernos que nos merecemos. Pero, aunque cambiemos de un gobierno a otro, si no hacemos cambios fundamentales en los que nos veamos implicados todos, de nada servirá. Por ejemplo, ver partidos políticos.
Saludos.