No violencia: El caminio que debemos aprender a seguir.
     Estoy persuadido a que el futuro le pertenece a los no violentos, la  reconciliación de diferentes culturas. Es por esta vía que la humanidad  entrará a su siguiente etapa. Pero en esto estoy de acuerdo con Sartre:  No podemos excusar a los terroristas que lanzan bombas, pero podemos  entenderlos. Sartre escribió en 1947: "Reconozco que la violencia en  cualquier forma que pueda manifestarse es un revés. Pero es un revés  inevitable porque estamos en un mundo de violencia. Y si bien es cierto  que el riesgo de recurrir a la violencia es permanente, es también  cierto que es el medio seguro para hacerla detenerse."
     A esto añadiría que la no-violencia es una segura forma de hacer que  la violencia se detenga. Uno no puede tolerar el terrorismo, usando a  Sartre o en el nombre de este principio, durante la guerra de Argelia ni  durante los juegos olímpicos de Munich en 1972, en el intento de  asesinato contra los atletas israelíes. El terrorismo no es productivo y  Sartre mismo se preguntaría al final de su vida sobre el sentido de la  violencia y dudar de su razón de ser.
     Sin embargo, proclamar "la violencia no es efectiva" es más  imporante que saber si uno debe condenar o no a quienes se dedican a  esto. El terrorismo no es efectivo. En la noción de la efectividad, una  esperanza no sangrienta es necesaria. Si hay una esperanza violenta,  está en el poema de William Appollinaire "la esperanza es violenta" y no  en la política.
     Sartre, en Marzo de 1980, a tres semanas de su muerte declaró: "Es  necesario tratar de explicar por qué el mundo de hoy, que es horrible,  es sólo un instante en un largo desarrollo histórico, que la esperanza  siempre ha sido una de las fuerzas dominantes en revoluciones e  insurrecciones y cómo todavía siento esperanza como mi concepción de  futuro.
     Es necesario entender que la violencia se opone a la esperanza. Es  necesario preferir la esperanza, esperanza por sobre la violencia. La  no-violencia es el camino que debemos aprender a seguir. También los  opresores.
     Es necesario llegar a negociaciones para quitar la opresión; esto es  lo que permitirá no tener más violencia terrorista. Por lo tanto no  debemos permitir que se acumule demasiado odio.
     El mensaje de Mandela y Martin Luther King encuentra toda su  pertinencia en el mundo que ha superado la confrontación de ideología  [p.e. Nazismo] y el totalitarismo conquistador [p.e. Hitler]. Esto es  también un mensaje de esperanza en la capacidad de las sociedades  modernas de sobreponerse a conflictos por medio del mutuo entendimiento y  una paciente vigilancia. Para alcanzar este punto es necesario basarse  en derechos, en vez de violaciones, quien sea el autor, debe causar  nuestra indignación. No hay que transar estos derechos.
     Por una insurrección pacífica.
     He apreciado, y no soy el único, la reacción del gobierno israelí  cuando por la forma en que cada viernes los ciudadanos de Bil'in  protestaban sin usar piedras ni la fuerza hasta el muro de separación.  Las autoridades israelíes calificaron esto como un "terrorismo no  sangriento". Esto es algo bueno... Es necesario ser israelí para  calificar la no violencia como terrorista. Es especialmente necesario  para ser incómodos [como le resultaba a los israelíes] por la eficacia  de la no-violencia, que se encuentra para provocar apoyo, entendimiento  -- el apoyo de todas las personas que en el mundo son adversarias de la  opresión.
     El pensamiento productivista, impulsado por Occidente condujo al  mundo a una crisis de la que debe salir a través de una radical ruptura  con el concepto de "crecer" no solo en el campo financiero sino también  en el dominio de las ciencias y la tecnología. Ya es el momento de que  las preocupaciones acerca de la ética, la justicia y el equilibrio  duradero (económico y medio ambiental) prevalezcan. Porque son los  riesgos más serios que nos amenazan. Ellos pueden poner fin a la  aventura humana en el planeta, que puede llegar a ser inhabitable para  los humanos.
     Pero sigue siendo cierto que el progreso más importante fue hecho  después de 1948 [año de la fundación de la ONU y la declaración de los  Derechos Humanos]: descolonización, el fin del apartheid, la destrucción  del imperio soviético, la caída del muro de Berlín. Por otro lado, los  diez primeros años del siglo XXI fueron un periodo de degeneración. Esta  degeneración es explicada en parte por la presidencia de George Bush,  los eventos del 11 de Septiembre y desastrosas consecuencias que  involucran a los Estados Unidos, tales como la intervención militar en  Iraq.
     Tenemos esta crisis económica, pero todavía no iniciamos una nueva  política de desarrollo. Del mismo modo, la cumbre de Copenhagen contra  el cambio climático no produjo una política real para la preservación  del planeta.
     Estamos en el umbral entre el terror de la primera década y las  posibilidades de las décadas que siguen. Pero es encesario tener  esperanza, es siempre necesario. La década anterior, la de los noventa,  ha sido un tiempo de gran progreso. Las Naciones Unidas tuvieron la  sabiduría de llamar a conferencias como la de Río sobre medio ambiente,  en 1992, y la de Beijing sobre la mujer en 1995. En Septiembre del 2000,  por iniciativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, los 191  miembros adoptaron una declaración con "8 objetivos del milenio para el  desarrollo" de la que notablemente prometieron reducir la pobreza en el  mundo a la mitad para el 2015.
     Mi pesar está en que ni Obama ni la UE se han comprometido a lo que  debiera ser su aportación por una fase constructiva, basada en valores  fundamentales.
     Conclusión.
     ¿Cómo concluir este llamado a la indignación? Diciendo todavía lo  que, en ocasión del sexagésimo aniversario del programa del Consejo  Nacional de la Resistencia dijimos el 8 de Marzo del 2004 -- somos  veteranos de los movimientos de resistencia y fuerzas de combate de la  Francia Libre (1940-1945) -- que ciertamente "El nazismo fue derrotado,  gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la Resistencia y  a las Naciones Unidas contra la barbarie fascista. Pero esta amenaza no  ha desaparecido y nuestra ira contra la injusticia sigue intacta". No,  esta amenaza no ha desaparecido por completo. Convoquemos una verdadera  insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no  propongan como horizonte para nuestra juventud otras cosas que no sean  el consumo en masa, el desprecio hacia los más débiles y hacia la  cultura, la amnesia generalizada y la competición excesiva de todos  contra todos."
     A todas las personas que harán el siglo XXI, les decimos con afecto:
     CREAR ES RESISTIR; RESISTIR ES CREAR.
Indignaos, 
Stéphane Hessel
http://edicionessimbioticas.info/Indignate-de-Stephane-Hesse