Froilán Mejía García
Bovino adicto
- Desde
- 8 Ene 2008
- Mensajes
- 672
Y si tengo preguntas sobre ortografía, quien me las responde, ¿tu?
Es curioso como muchas veces las personas creyentes hablan de respeto y tolerancia, y cada quien puede creer lo que quiera y todas esas cosas, pero históricamente los creyentes han impuesto sus ideas, perseguido a quienes no comparten sus opiniones y aniquilado a todo aquel que ha puesto en peligro su poder político-religioso, es cierto, las cosas han cambiado, pero uno de los dogmas fundamentales de la iglesia sigue siendo "nosotros tenemos la razón, ustedes no" y tomando como base ese precepto se sigue discriminando a quienes no comparten sus opiniones. Que respeto me muestran los cientos de peregrinos que toman la calle afuera de mi casa en el día de santa maría, instalando su mercado y obstruyendo mi entrada, obligándome a dejar mi auto en una pensión sin poder entrar a mi casa, o los que toman la carretera en el día de guadalupe y me hacen llegar tarde al trabajo porque inundan la calle de bicicletas, o los que afean la plaza principal de mi ciudad y la llenan de basura el mismo día. Eso no es religión, es la costumbre al servicio de los negocios informales, derivada de la religión y la aceptación ciega de los preceptos antiguos.
Y en post anteriores siguen tachando a los ateos de necios...
Rubico, con todo respeto. Creo que el asunto de la intolerancia no es cuestión de creencias. Se trata de una actitud humana o más bien inhumana. Tanto que así como han sido perseguidos los supuestamente "herejes" en la historia, también se han perseguido entre grupos de diferentes religiones; pero no solo eso, también estados laicos han perseguido la fe. Una muestra de eso, con todas las implicaciones que tiene, es China versus Tibet y otros estados que han sido totalitarios y han perseguido a los que no comparten su visión. El asunto de la intolerancia, repito, no es porque se crea en Dios, sino porque no hay la capacidad de aprender de las diferencias... y eso no es solo de un grupo religioso.
En ese sentido creo que existe una tarea fundamental que podemos hacer: denunciar de manera radical esa intolerancia que permea nuestra vida cotidiana sea de grupos o personas religiosas o arreligiosas, ateas o teístas.