amor2234
Bovino maduro
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LA HACIENDA MALDITA
Cuentan que un día en un pueblo llamado "Llano Verde" en las cercanías de la ciudad de Oaxaca, zona conocida hoy como la Unidad Habitacional "El Rosario", hace muchos años habían construido una Hacienda muy grande, vivía en ella un señor llamado Don Tomas dueño de ésta, quien se dedicaba a cultivar maíz y molerlo, caña así como gran variedad de semillas. Este señor contaba con maquinaría y muchos obreros de confianza. 
Cuentan que la Hacienda era tan grande que a veces los empleados de Don Tomas se perdían en ella. Don Tomas era un señor que no les pagaba muy bien a sus empleados, los maltrataba tanto verbal como físicamente, ellos en inconformidad le pedían aumento y mejorar sus condiciones de trabajo, éste no se los daba; un buen día cansados de esto empezaron a tenderle trampas para que él sufriera un accidente, pero Don Tomas se sabía muy bien todos los pasillos de su Hacienda que nunca lograban que él cayera en ellas; pero esto no duraría mucho, por que se las ingeniaron para asesinarlo.
Gracias a el vigilante a quién denominaremos "Don Juanito" pudimos tomar estas gráficas.
Los empleados se organizaron para que uno de ellos le fuera a hablar, con el señuelo de ver las máquinas y ellos actuarían. Así se hizo y un empleado le dijo: ¡Don Tomas, Don Tomas, una máquina esta fallando y está atorado un señor, venga por favor! Don Tomás acudió al llamado y al asomarse sus empleados lo aventaron, pero él al ver lo que hacían, se aferró a uno de ellos llevándoselo con él, sus compañeros trataron de rescatarlo pero fue imposible; ellos se arrepintieron por aquel hecho, ya que perdieron a un buen amigo y su trabajo.
Se dice entre los vigilantes del lugar, hoy posesión del Gobierno del Estado, que en la casa se oyen las maquinas trabajar, así como la aparición de los campesinos sentados o trabajando en el interior de la hacienda. Del mismo modo que los pobladores del lugar dicen haber visto en múltiples veces a un hombre a caballo con vestidura de charro, cuidar el casco abandonado de la hacienda.
Y ahora las familias cuentan que Don Tomas y su empleado salen todas las noches y se paran en la esquina de aquella Hacienda a decirle a quien pase por ese lugar, ¡Oye, oye una máquina está fallando y está atorado un señor venga por favor! , algunas personas han caído en tal petición de ayuda y no han vivido para contarlo.