joeblack.
Bovino de la familia
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- 23 Oct 2008
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Una mujer estaba sola en su casa cuando oyó que alguien golpeó a la puerta.
Abrió y se encuentra con un tipo parado allí, que le preguntó: —¿Usted tiene vagina?
Ella, disgustada, le cerró la puerta en la cara sin decir palabra.
A la mañana siguiente tocaron de nuevo a su puerta y era el mismo tipo que volvió a hacerle la misma pregunta: — ¿Usted tiene vagina?
Y ella volvió a darle con la puerta en las narices.
Cuando esa noche llegó el marido a la casa, ella le contó lo ocurrido en los dos últimos días y el marido en tono cariñoso, le dijo: —Mi amor, mañana me tomaré el día para estar en casa, por si este tipo se presenta otra vez.
Y así lo hizo. Esa mañana cuando oyeron golpear a la puerta, ambos corrieron hacia ella y el marido le dijo a su mujer: —Amor, yo voy a esconderme detrás de la puerta para escuchar y si es el mismo tipo quiero que contestes “Sí” a su pregunta, porque quiero saber adónde quiere llegar.
Ella asintió con la cabeza y abrió la puerta.
Por supuesto, allí estaba, parado frente a la puerta, el mismo tipo, que al igual que en los dos días anteriores le hizo la misma pregunta: — ¿Usted tiene vagina? —Sí contestó ella.
Y el tipo respondió: —Bien, ¿le importaría decirle a su marido que deje tranquila la de mi mujer y empiece a usar la suya?
Abrió y se encuentra con un tipo parado allí, que le preguntó: —¿Usted tiene vagina?
Ella, disgustada, le cerró la puerta en la cara sin decir palabra.
A la mañana siguiente tocaron de nuevo a su puerta y era el mismo tipo que volvió a hacerle la misma pregunta: — ¿Usted tiene vagina?
Y ella volvió a darle con la puerta en las narices.
Cuando esa noche llegó el marido a la casa, ella le contó lo ocurrido en los dos últimos días y el marido en tono cariñoso, le dijo: —Mi amor, mañana me tomaré el día para estar en casa, por si este tipo se presenta otra vez.
Y así lo hizo. Esa mañana cuando oyeron golpear a la puerta, ambos corrieron hacia ella y el marido le dijo a su mujer: —Amor, yo voy a esconderme detrás de la puerta para escuchar y si es el mismo tipo quiero que contestes “Sí” a su pregunta, porque quiero saber adónde quiere llegar.
Ella asintió con la cabeza y abrió la puerta.
Por supuesto, allí estaba, parado frente a la puerta, el mismo tipo, que al igual que en los dos días anteriores le hizo la misma pregunta: — ¿Usted tiene vagina? —Sí contestó ella.
Y el tipo respondió: —Bien, ¿le importaría decirle a su marido que deje tranquila la de mi mujer y empiece a usar la suya?