Una muy lamentable nota que viene a refrescarnos la falacia de la sobrepoblación que tango gustaba al cretino de Marcus y al Círculo de Roma.
No todos podemos ser ricos
Esta frase da náuseas; una forma paupérrima de justificar y legitimar las desigualdades sociales. Quisiera ver a un padre con sus hijos debilitados por la anemia y el estómago podrido por los parásitos consolarse diciéndose a sí mismo: "No todos podemos ser ricos".
entre 1994-2000 la población se ha multiplicado por cinco
A ver...
Baja el crecimiento demográfico en México
Entre 1994 y 2004 México pasó de 92 a 105 millones de habitantes.
http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/123874.baja-el-crecimiento-demografico-en-mexico.html
¿Vamos a contar mentiras, tralará?
No hay territorio ni economía que resista ese índice de crecimiento.
Ah ¿no? Pues vamos a contárselo a los indios, que no se han enterado: en India la población se incrementa en 19 millones de personas cada año. Y tiene una tasa de crecimiento económico del 10%. ¿Es incompatible entonces el crecimiento demográfico con el crecimiento económico, mister Araluce? !A que no¡
Creo que hay un factor individual de culpa en la problemática actual: la irresponsabilidad de traer hijos al mundo en condiciones de desesperanza e ineptitud.
Genial. Ahora va a resultar que los excluídos, los empobrecidos, los ninguneados van a necesitar una licencia para poder tener ilusiones. ¿Y quién expedirá el carnet que declare a una persona como "apta" para tener hijos? ¿Habrá que leerse un manual de instrucciones antes de tener un hijo? ¿Quién puede tener la legimitidad moral, quién el derecho para decicir si una mujer puede ser madre o no? ¿Sobre qué criterios decidirán las pruebas de aptitud en maternidad? ¿Su capacidad económica? ¿Sólo los ricos podrán traer niños al mundo?
Y eso se da en todos los niveles sociales, aunque naturalmente se manifiesta con mayor crudeza en los estratos impreparados, campo fértil para la demagogia.
Fíjense el eufemismo tan repugnante para designar a los empobrecidos, a los marginados, a los excluídos: "estratos impreparados". Es decir, la falta de preparación es exclusiva de unos estratos sociales. Por cierto que para "impreparado" el autor, que con esa palabreja buena puñalada le ha asestado al diccionario.
campo fértil para la demagogia
Pues no sé si esta comuna es un "estrato impreparado" pero desde luego que campo fértil para la demagogia (la del autor) no lo es.
La secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Elena Zúñiga precisó, además, que la tasa de fecundidad se redujo en un 28 por ciento en la última década, al pasar de tres a 2.2 hijos “como resultado del incremento en el uso de medios de regulación de la fecundidad”.
Sin embargo, la funcionaria reconoció que el derecho de tener hijos saludables está lejos de ser universal en el país, ya que alrededor de 7.8 millones de mexicanos residentes en 112 mil asentamientos rurales tienen un acceso limitado o nulo a las unidades de salud.
Pero para el autor de la nota, el problema sigue siendo que la gente "impreparada" tiene muchos hijos, y no la falta de hospitales o las deficiencias en el sistema sanitario.
Unos apuntes más, para rematar falacias:
El 14% de los niños estadounidenses padecen de soprepeso.
En los territorios ocupados de la franja de Gaza el 79% de los niñños padecen anemia.
Un contenedor de basura europeo escogido aleatoriamente resultó contener calorías suficientes para alimentar durante dos meses a una familia de cuatro miembros (estimación de 1.800 Kcal/día por persona), segun un estudio de Juan Torres (UMA).
El Relator Especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Sr. Jean Ziegler, indica que el planeta produce a diario calorías para alimentar perfectamente a la población actual; y que si en estos momentos se exprimieran todas sus posibilidades alimenticias con los recursos y tecnologías actuales podría alimentarse a 12.000 millones de personas, el doble de los que estamos.
Es decir, pese a los profetas de la sobrepoblación, NO SOMOS DEMASIADOS.
Pero cada día un centenar largo de miles de personas dejan de respirar por causas directamente imputables al hambre.
Porque el problema no está en que el pastel sea demasiado pequeño para tanta gente (como se acaba de demostrar) sino en la forma de repartir ese pastel. Los niños gordos no tienen la culpa; los padres de los niños anémicos tampoco.
La culpa es de quienes se consuelan y justifican su eogismo y su indiferencia al sufrimiento ajeno con frases como "No todos podemos ser ricos".
Abrazotes.