Froilán Mejía García
Bovino adicto
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- 8 Ene 2008
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- 672
Veo los debates y me parecen interesantes. Unos defendiendo la posición del feto, otros hablando del derecho a que la mujer decida sobre su cuerpo y más.
Sin embargo, me parece que con las discusiones de este tipo se olvidan de algo muy importante: Tener o no tener un hijo es cuestión de decisión en última instancia. Y no se trata de decidir sobre el propio cuerpo. Tampoco se trata de que otros decidan por uno, aunque se puede, si se quiere. Esto en una moral heterónoma es muy fácil y la más cómoda, si lo demás deciden por mí, la culpa de lo que suceda será de los demás y no de mí. Y es lo que predomina. Todo mundo anda diciendo a los demás qué es lo que tiene que hacer, máxime cuando se trata de una vida inocente.
Pero como decía, el asunto del aborto es un asunto de decisión y de libertad. Quien desea abortar es porque ha elegido abortar, como quiera que sea y se tendrá que someter a las consecuencias que esto conlleva, las tendrá que asumir. Por otro lado, tener al bebé también es un asunto de decisión y se tendrán que aceptar las consecuencias de tal decisión. En ambos casos es importante e inevitable que se asuman las consecuencias de la decisión.
En el ser humano no podemos condicionar la toma de decisiones a cuestiones naturales, ni a leyes, ni a normas solamente. Existe la capacidad de ver el contexto y de analizarlo para tomar una decisión. Si los sujetos no son capaces de hacerlo y andamos imponiendo netas de lo que se tiene que hacer, solo están manifestando su poca capacidad de autonomía en la toma de decisiones.
Una moral controladora es una moral que no permite que los sujetos sean capaces de tomar sus propias decisiones, en ese sentido deshumaniza. Y en este, como en otras muchas decisiones, los demás, los que nos rodean siempre saldrán implicados por lo que yo he decidido. Así es de que dejemos que los demás decidan lo que quieren y de ahí que asuman las consecuencias que su querer conlleva.
Saludos.
Sin embargo, me parece que con las discusiones de este tipo se olvidan de algo muy importante: Tener o no tener un hijo es cuestión de decisión en última instancia. Y no se trata de decidir sobre el propio cuerpo. Tampoco se trata de que otros decidan por uno, aunque se puede, si se quiere. Esto en una moral heterónoma es muy fácil y la más cómoda, si lo demás deciden por mí, la culpa de lo que suceda será de los demás y no de mí. Y es lo que predomina. Todo mundo anda diciendo a los demás qué es lo que tiene que hacer, máxime cuando se trata de una vida inocente.
Pero como decía, el asunto del aborto es un asunto de decisión y de libertad. Quien desea abortar es porque ha elegido abortar, como quiera que sea y se tendrá que someter a las consecuencias que esto conlleva, las tendrá que asumir. Por otro lado, tener al bebé también es un asunto de decisión y se tendrán que aceptar las consecuencias de tal decisión. En ambos casos es importante e inevitable que se asuman las consecuencias de la decisión.
En el ser humano no podemos condicionar la toma de decisiones a cuestiones naturales, ni a leyes, ni a normas solamente. Existe la capacidad de ver el contexto y de analizarlo para tomar una decisión. Si los sujetos no son capaces de hacerlo y andamos imponiendo netas de lo que se tiene que hacer, solo están manifestando su poca capacidad de autonomía en la toma de decisiones.
Una moral controladora es una moral que no permite que los sujetos sean capaces de tomar sus propias decisiones, en ese sentido deshumaniza. Y en este, como en otras muchas decisiones, los demás, los que nos rodean siempre saldrán implicados por lo que yo he decidido. Así es de que dejemos que los demás decidan lo que quieren y de ahí que asuman las consecuencias que su querer conlleva.
Saludos.