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Sabina Berman: Por qué no es nuestra guerra

  • Autor de tema Autor de tema Joker
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Joker

Moderador risitas
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11 Dic 2005
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29.167
Excelente artículo este de Sabina Berman.

Por qué no es nuestra guerra

1. “Para que la droga no llegue a tus hijos”, el presidente lanzó una guerra frontal contra el narcotráfico hace tres años y medio. Desde entonces, los mexicanos nos hemos ido convenciendo de que la guerra que nosotros necesitamos es otra: una guerra contra el crimen que nos roba, nos secuestra, nos extorsiona y nos mata.

Algo habrá alcanzado a oír o a leer de nuestro consenso el presidente, porque ha variado su discurso y, a partir de septiembre de este año, ya no se refiere a “la guerra contra el narco”, sino a “la guerra contra el crimen”, y ha solicitado que “esta sea una lucha de la sociedad entera”.

Da igual. Semántica aparte, las acciones de su guerra siguen siendo idénticas a las de antaño: acciones contra los cabecillas del narco, no contra el crimen que nos priva de nuestros patrimonios, de nuestra libertad o de nuestra vida.

Por eso la guerra del presidente sigue siendo su guerra.

2. ¿Cuál es el desacuerdo entre el presidente y la sociedad? ¿Qué se interpone entre él y nosotros y convierte la conversación pública en un diálogo entre sordos?

Bien sencillo: se interpone la realidad.

Una realidad que mejor se entiende al cifrarse. Estos son los números de la guerra que el presidente presume estar ganando, en palabras de él mismo: “En tres años y medio hemos decomisado drogas por un valor equivalente a 10 mil millones de dólares… Y en tres años y medio han caído 125 líderes y lugartenientes… y 5 mil 108 sicarios”.

Por otra parte, estos son los números de la guerra a la que los ciudadanos nos vemos sometidos. En tres años y medio de gobierno calderonista los índices de la criminalidad dirigida directamente contra los ciudadanos han permanecido casi estables, ubicándose entre 1.4 y 1.6 millones de delitos. Casi estables: luego de tres años y medio de guerra, de 28 mil muertos y de 10 billones de dólares gastados en la misma, los crímenes contra los ciudadanos han disminuido 1.5%.

Por eso, es un hecho que la guerra del presidente sigue siendo su guerra y no la nuestra.

3. ¿No son los mismos criminales los que transportan y venden la droga que aquellos que nos roban, nos extorsionan y nos secuestran a los ciudadanos? La realidad ha mostrado que no lo son.

Por usar una metáfora que suelen emplear los expertos: los cárteles son las ballenas del mar de la ilegalidad que circunda a nuestra sociedad; los pequeños peces que rodean a cada ballena son los grupos que cometen los crímenes contra los ciudadanos. Mientras las ballenas se ocupan del mucho más lucrativo transporte de las drogas hasta Estados Unidos, a veces emplean a los pequeños peces y a menudo no, y los dejan hacer sus pequeños delitos. Pero en más de una ocasión los capos han ofrecido al gobierno federal acabar con ellos a cambio de una tregua.

Recuérdense las ofertas que hicieron al gobierno en el año 2009 La Tuta, entonces líder de La Familia, en Michoacán, o Arturo Beltrán Leyva, en Morelos, o los mensajes que aparecieron en algunos ajusticiados “por rateros y secuestradores” en la Ciudad de México. Lo que este gobierno federal respondió a las ofertas de los capos fue un “no negociamos” bravío y un “no tenemos miedo” airado.

Porque nosotros sí tenemos miedo, la guerra del presidente sigue siendo su guerra.

4. La razón por la que la guerra contra el narco la libra el Ejército es consabida. Nuestras policías están infiltradas por el crimen. No se ha dado el caso de un secuestro donde “por lo menos un policía no sea cómplice” (Isabel Wallace), y se estima que “de cada dos policías uno se encuentra coludido con el crimen” (Alejandro Gertz Manero).

Entonces, pues, el presidente lanza al recto Ejército contra el narco, que a él le obsesiona, y nos deja a los ciudadanos en manos de esos policías en los cuales ni él mismo puede confiar.

Lo cierto es que luego de ser robados, extorsionados o secuestrados, los ciudadanos no tenemos a quién acudir. Ir a denunciar los hechos a la policía es una suerte de broma macabra. Sabemos que la denuncia tiene poca oportunidad de prosperar hasta volverse una detención (se estima que sólo el 7%) y menos hasta llegar a una sentencia (se estima que sólo el 2%).

En cambio sabemos que la denuncia tiene oportunidad de convertirse en un nuevo atraco, gracias a la información que entreguemos “a la policía”, y las encuestas estiman que el 80% de los delitos no son denunciados.

Allá el presidente con su guerra épica de grandes confrontaciones entre generales y capos; acá nosotros desamparados en una tierra baldía de ley y con un doble enemigo, el “pequeño” crimen y los temibles policías.

5. Si el presidente Calderón quiere que su guerra sea nuestra guerra, tendría que hacer algo más que cambiar las palabras de su discurso.

Tendría que, de verdad, cambiar el objetivo de la guerra: enfocar la seguridad de los ciudadanos como el nuevo objetivo.

Un objetivo cuyo criterio de éxito sería la disminución real de los crímenes contra los individuos y no la cantidad de droga asegurada o el número de capos y sicarios caídos. Y al cambiar el objetivo tendría que cambiar, en consecuencia, sus acciones.

Por ejemplo, y para empezar, limpiar las fuerzas policiacas radicalmente, lo que acaso sólo pueda lograrse supliendo a los policías con soldados, hasta que una nueva generación de policías sea entrenada y entre en funciones. Por ejemplo, multiplicar por 20 la eficacia con que la denuncia de un crimen se convierte en la captura del criminal y su sentencia justa.

Esa, una guerra contra la impunidad y por la seguridad de cada ciudadano, sería otra guerra. Y, sí, sería nuestra guerra.

(*) Este texto se publica en la edición 1770 de la revista Proceso, ya en circulación.
 
Sólo puedo definir este artículo con una palabra: Contundente!
Me quedo con esto:
Da igual. Semántica aparte, las acciones de su guerra siguen siendo idénticas a las de antaño: acciones contra los cabecillas del narco, no contra el crimen que nos priva de nuestros patrimonios, de nuestra libertad o de nuestra vida.

Saludos.
 
Recuérdense las ofertas que hicieron al gobierno en el año 2009 La Tuta, entonces líder de La Familia, en Michoacán, o Arturo Beltrán Leyva, en Morelos, o los mensajes que aparecieron en algunos ajusticiados “por rateros y secuestradores” en la Ciudad de México. Lo que este gobierno federal respondió a las ofertas de los capos fue un “no negociamos” bravío y un “no tenemos miedo” airado.

¿Se dan cuneta de la pobre imitación que quisieron hacer de la "guerra contra el terrorismo" de Bush? El tipo dijo "No negociamos con terroristas" y en China 20 generales se murieron de la risa.

Y como acá no tenían terroristas (notese esto como verdad o como sarcasmo, es igual de válido) y no tenian vela en el entierro del vecino de arriba.. lo quisieron aplicar a una escala mas pequeña.
 
Mi respeto para ésta gran escritora, si bien lo que dice es un secreto a voces, hace observaciones sumamente atinadas y admiro la fortaleza para expresarlo públicamente, mientras otros callan, bajo el clima de violencia donde los periodista amanecen muertos debido a un "ajuste de cuentas". Solo resta esperar que sus líneas no caigan en saco roto y el estado replantee las prioridades.
 
¿Se dan cuneta de la pobre imitación que quisieron hacer de la "guerra contra el terrorismo" de Bush?

Sí, de hecho, siempre lo he dicho. En un principio hasta usaron el semáforo de riesgo con el asunto de la Influenza. Están calcando el modelo en Región 4. Hasta el mismo equipo de Bush asesoró a Calderón en los primeros días. Con Obama ha sido diferente, no porque sea mejor, sino porque a Obama no parece interesarle tanto Latinoamérica.
 
Es exacto lo planteado en este asunto,mas sin embargo puede que solo se quede en una utopía y no por que sea malo o este en un error, si no por el hecho de que solo alguien capaz puede hacerlo realidad, es lo mejor que he escuchado últimamente, pero tendríamos que cachetear seriamente a calderon para bajarlo de sus nubes y sacarlo de su falacia llamada " guerra contra el narcotráfico" pues tal parece que ya no es ni el crimen organizado ni el ejército lo que ha dejado miles de muertos, si no mas bien la necedad de su persona. Por que este tipo de redacciones no salen totalmente abiertas al público, a quien le interesa las tiene que buscar debajo de las piedras.
 
Wow!!!! que buena manera de narrar la realida... y poner los puntos como son. Gracias n_n
 
Solo resta esperar que sus líneas no caigan en saco roto y el estado replantee las prioridades.
Solo como observacion,una mirada, desde otro lado del prisma. Si nos quedamos a "esperar" es mejor q esperemos sentados, por q nos vamos a cansar. La cosa es exigir, por q el gobierno, tiene el poder, por q nosotros se lo dimos, solo son empleados, a la orden del colectivo.
Y nosotros, replantear, q tipo de pais queremos, asi como esta, mas sucio, peor, con mas corrupcion, con menos, con un presidente wapote o un pais mas limpio, mas educado, menos distraido en tonteras, y mas avispado en los grandes asuntos, mas honrados, q se premie a la inteligencia etc. Todos eso planteamientos, para ver q queremos, y empezar, cada uno en su trinchera, a hacerlo realidad, primero con cosas pequeñas, ser ejemplo, y despertar.
 
Solo como observacion,una mirada, desde otro lado del prisma. Si nos quedamos a "esperar" es mejor q esperemos sentados, por q nos vamos a cansar. La cosa es exigir, por q el gobierno, tiene el poder, por q nosotros se lo dimos, solo son empleados, a la orden del colectivo.
Y nosotros, replantear, q tipo de pais queremos, asi como esta, mas sucio, peor, con mas corrupcion, con menos, con un presidente wapote o un pais mas limpio, mas educado, menos distraido en tonteras, y mas avispado en los grandes asuntos, mas honrados, q se premie a la inteligencia etc. Todos eso planteamientos, para ver q queremos, y empezar, cada uno en su trinchera, a hacerlo realidad, primero con cosas pequeñas, ser ejemplo, y despertar.

Creo que la mayoría del país sabe la sociedad que queremos, pero este gobierno lo único que escucha es el sonido del dinero, porque ni las balas!.
Claro que cada uno hace algo, pero tampoco puede haber un cambio radical sin que toda la sociedad haga un común acuerdo y sin embargo la gente lo que busca es no salir tan raspado.
A eso va mi comentario de esperar, no esperar que ellos hagan todo porque ya vimos que no pueden, pero al menos que les caiga el 20 de lo que la gente piensa de su guerra.
 
Esa ñora es la onda, tiene razon en todo lo que escribe, el problema esta en la policia, que esta mas corrompida que nada, en cuanto a la metafora de las ballenas y los peces es muy cierta, crees que al gran narco le interesa robar a la sociedad cuando se sabe que somos mayoria los que estamos jodidos y los pocos "millonarios" que existen por lo general son gente de la politica y que ha hecho dinero a costas del pueblo.

Aca en mi rancho, diario sale en las noticias minimo un ejecutado, eso de lo que nos enteramos, pero el problema es que nunca dicen quien era ese ejecutado, a que se dedicaba o peor aun la mayoria los ejecutan y dejan un mensaje, nunca se menciona que decia el mensaje los medios se limitan a decir, que eran mensajes del crimen organizado, en fin, la verdad solo dios la sabe y esperemos que pronto se inicie la guerra del pueblo.
 
aca en tamaulipas (y todo el norte ademas de veracruz y otras ciudades) la guerra no es de calderon, la guerra es del C.D.G. vs sus ex-sicarios Z por el control territorial no por el control de calderon u otra cosa como algunos tratan de ver, ayer aventaron una granada por donde se junta la gente que vende droga(conocida como el punto) y hasta ahorita no hay ninguna noticia e igual otros hechos muy fuertes aqui en tamaulipas los periodicos la ocultan ¿a que se debe?
 
mi guerra es contra la carestía. cada vez es más difícil llevar una vida digna,a pesar de que nunca he dejado de trabajar.
 
Ya ni se, si es guerra contra el narco, contra el crimen, ya hasta siento que es contra nosotros, aterrorizandonos, no dejandonos mover, un cliente me dijo: "que ya no queria tener dinero, que queria vender todo y ser mejor empleado, hasta da miedo generar dinero" ya no quería avanzar, ya no queria superarse y desarrollarse.

Como vi en la pelicula de Sicko: "una sociedad asustada, ignorante y enferma es la más facil de gobernar" no recuerdo a quien pertenece esta cita, pero es la verdad, estamos en medio, sin vela en el entierro, los unicos afectados somos nosotros.

Me gusta leer a esta señora.
 
Mando Unico Policial, pro y contras

(*) Este texto se publica en la edición 1770 de la revista Proceso, ya en circulación.


Por qué no es nuestra guerra

1. “Para que la droga no llegue a tus hijos”, el presidente lanzó una guerra frontal contra el narcotráfico hace tres años y medio. Desde entonces, los mexicanos nos hemos ido convenciendo de que la guerra que nosotros necesitamos es otra: una guerra contra el crimen que nos roba, nos secuestra, nos extorsiona y nos mata.

Algo habrá alcanzado a oír o a leer de nuestro consenso el presidente, porque ha variado su discurso y, a partir de septiembre de este año, ya no se refiere a “la guerra contra el narco”, sino a “la guerra contra el crimen”, y ha solicitado que “esta sea una lucha de la sociedad entera”.

Da igual. Semántica aparte, las acciones de su guerra siguen siendo idénticas a las de antaño: acciones contra los cabecillas del narco, no contra el crimen que nos priva de nuestros patrimonios, de nuestra libertad o de nuestra vida.

Por eso la guerra del presidente sigue siendo su guerra.

2. ¿Cuál es el desacuerdo entre el presidente y la sociedad? ¿Qué se interpone entre él y nosotros y convierte la conversación pública en un diálogo entre sordos?

Bien sencillo: se interpone la realidad.

Una realidad que mejor se entiende al cifrarse. Estos son los números de la guerra que el presidente presume estar ganando, en palabras de él mismo: “En tres años y medio hemos decomisado drogas por un valor equivalente a 10 mil millones de dólares… Y en tres años y medio han caído 125 líderes y lugartenientes… y 5 mil 108 sicarios”.

Por otra parte, estos son los números de la guerra a la que los ciudadanos nos vemos sometidos. En tres años y medio de gobierno calderonista los índices de la criminalidad dirigida directamente contra los ciudadanos han permanecido casi estables, ubicándose entre 1.4 y 1.6 millones de delitos. Casi estables: luego de tres años y medio de guerra, de 28 mil muertos y de 10 billones de dólares gastados en la misma, los crímenes contra los ciudadanos han disminuido 1.5%.

Por eso, es un hecho que la guerra del presidente sigue siendo su guerra y no la nuestra.

3. ¿No son los mismos criminales los que transportan y venden la droga que aquellos que nos roban, nos extorsionan y nos secuestran a los ciudadanos? La realidad ha mostrado que no lo son.

Por usar una metáfora que suelen emplear los expertos: los cárteles son las ballenas del mar de la ilegalidad que circunda a nuestra sociedad; los pequeños peces que rodean a cada ballena son los grupos que cometen los crímenes contra los ciudadanos. Mientras las ballenas se ocupan del mucho más lucrativo transporte de las drogas hasta Estados Unidos, a veces emplean a los pequeños peces y a menudo no, y los dejan hacer sus pequeños delitos. Pero en más de una ocasión los capos han ofrecido al gobierno federal acabar con ellos a cambio de una tregua.

Recuérdense las ofertas que hicieron al gobierno en el año 2009 La Tuta, entonces líder de La Familia, en Michoacán, o Arturo Beltrán Leyva, en Morelos, o los mensajes que aparecieron en algunos ajusticiados “por rateros y secuestradores” en la Ciudad de México. Lo que este gobierno federal respondió a las ofertas de los capos fue un “no negociamos” bravío y un “no tenemos miedo” airado.

Porque nosotros sí tenemos miedo, la guerra del presidente sigue siendo su guerra.

4. La razón por la que la guerra contra el narco la libra el Ejército es consabida. Nuestras policías están infiltradas por el crimen. No se ha dado el caso de un secuestro donde “por lo menos un policía no sea cómplice” (Isabel Wallace), y se estima que “de cada dos policías uno se encuentra coludido con el crimen” (Alejandro Gertz Manero).

Entonces, pues, el presidente lanza al recto Ejército contra el narco, que a él le obsesiona, y nos deja a los ciudadanos en manos de esos policías en los cuales ni él mismo puede confiar.

Lo cierto es que luego de ser robados, extorsionados o secuestrados, los ciudadanos no tenemos a quién acudir. Ir a denunciar los hechos a la policía es una suerte de broma macabra. Sabemos que la denuncia tiene poca oportunidad de prosperar hasta volverse una detención (se estima que sólo el 7%) y menos hasta llegar a una sentencia (se estima que sólo el 2%).

En cambio sabemos que la denuncia tiene oportunidad de convertirse en un nuevo atraco, gracias a la información que entreguemos “a la policía”, y las encuestas estiman que el 80% de los delitos no son denunciados.

Allá el presidente con su guerra épica de grandes confrontaciones entre generales y capos; acá nosotros desamparados en una tierra baldía de ley y con un doble enemigo, el “pequeño” crimen y los temibles policías.

5. Si el presidente Calderón quiere que su guerra sea nuestra guerra, tendría que hacer algo más que cambiar las palabras de su discurso.

Tendría que, de verdad, cambiar el objetivo de la guerra: enfocar la seguridad de los ciudadanos como el nuevo objetivo.

Un objetivo cuyo criterio de éxito sería la disminución real de los crímenes contra los individuos y no la cantidad de droga asegurada o el número de capos y sicarios caídos. Y al cambiar el objetivo tendría que cambiar, en consecuencia, sus acciones.

Por ejemplo, y para empezar, limpiar las fuerzas policiacas radicalmente, lo que acaso sólo pueda lograrse supliendo a los policías con soldados, hasta que una nueva generación de policías sea entrenada y entre en funciones. Por ejemplo, multiplicar por 20 la eficacia con que la denuncia de un crimen se convierte en la captura del criminal y su sentencia justa.

Esa, una guerra contra la impunidad y por la seguridad de cada ciudadano, sería otra guerra. Y, sí, sería nuestra guerra.
 
Aca en mi rancho, diario sale en las noticias minimo un ejecutado, eso de lo que nos enteramos, pero el problema es que nunca dicen quien era ese ejecutado, a que se dedicaba o peor aun la mayoria los ejecutan y dejan un mensaje, nunca se menciona que decia el mensaje los medios se limitan a decir, que eran mensajes del crimen organizado, en fin, la verdad solo dios la sabe y esperemos que pronto se inicie la guerra del pueblo.



lo de la guerra del pueblo llamo mi atencion, de cierta forma al quedarnos sin opciones, ¿que mas podriamos hacer?
 
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